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Wednesday se tomó su tiempo para observar cada parte del hogar en el que se encontraba, no era completamente de su gusto pero tampoco le desagradaba del todo, debía admitir que imaginaba a Enid viviendo en un lugar parecido a una carpa de circo colorida, por eso se llevó una gran impresión al ver la gran y elegante casa que era todo lo contrario a lo que imaginaba.

Enid tomaba con gentileza a la mano de la gótica guiándola por las escaleras, sabía que la Addams no caería en ningún momento, pero sentía la necesidad de mantener el contacto físico con ella. Antes de llegar al último escalón ya habían notado a la familia que las esperaba pacientemente al final de la gran escalera.

-Wednesday, espero que hayas descansado bien de tú repentino desmayo, teníamos planeado darte un recorrido por la manada para que te familiarices con los habitantes, pero si no te sientes bien podemos posponerlo-. habló Murray con una sonrisa en su rostro, le emocionaba la idea de ver a su hija finalmente cómoda y feliz por involucrarse con el resto de la manada.

La verdad era que por más que Enid quisiera pertenecer en la manada ella no podía, se sentía excluida, desde pequeña sabía que era diferente a los demás cachorros y por ende los demás también lo sabian, era raro ver a un cachorro tan pulcro y limpio como Enid Sinclair, mientras todos los demás jugaban con el barro que se producía a las orillas del lago, ella se sentaba cuidadosamente en un banquito que traía desde su hogar y con suma paciencia acomodaba su faldita comúnmente rosada para que no se arrugará al sentarse, esto por mencionar solo una de las tantas cosas que hacían a la rubia una cachorra anormal, como solía decía Esther.

-Es necesario que la pareja de nuestra futura alfa conviva con la manada-. Esther sonrió con suficiencia al notar la sorpresa en los ojos de la gótica que volteó rápidamente hacia su novia buscando una respuesta de su parte pero se encontró con una mirada de preocupación que no iba dirigida hacia ella.

Eirian estaba con la vista en el suelo y sus manos fuertemente apretadas, se sentía humillado, le frustraba toda esta situación pero no culpaba a su hermanita, el sabía que la única culpable era su madre.

Enid sintió la necesidad de correr a abrazar a su hermano y repetirle mil veces que no aceptaría el cargo de alfa pero se quedó ahí, estática mientras sentía la mirada burlesca de su progenitora.

Wednesday siguió la mirada de su novia hasta encontrarse con el lobizon que comenzaba a respirar profundamente tratando de calmarse, parecía que solo ella, Enid y Murray lo notaban ya que los otros dos integrantes nisiquiera se dignaron a mirarlo.

-estoy bien señores Sinclair, agradezco la preocupación, ¿nos iremos en este momento?-. preguntó la gótica tratando de calmar el ambiente tenso que se había formado.

Esther finalmente dejó de mirar a su hija y le prestó atención por un momento a la gótica la escudriñó con la mirada, se mordió la parte interna de su mejilla en un intento de calmar su ira cuando vió la mordida que la pelinegra tenía en su manos, no pensó que su hija sería tan rápida, lo mejor sería apresurar el maldito plan, si esto seguía así Enid pronto marcaría a la gótica y no podría hacer nada contra eso.

-Sí, nos iremos ahora-. Esther habló tratan de ocultar la molestia en su voz, dió media vuelta para salir de su hogar siendo inmediatamente seguida por el resto de la familia .

Wednesday sintió un nudo en su estómago al ver como toda la familia se mostraba sumisa ante esa mujer, no estaba acostumbrada a ese tipo de jerarquía familiar y no le gustaba verse involucrada en ella, estaba pensando seriamente en llevarse a Enid lo más lejos que pudiera de ellos, bueno, en realidad lejos de Esther, no le agradaba para nada ese mujer.

la gótica tomó la mano de su novia y entrelazó sus dedos con los de ella sorprendiendo por completo a la rubia, por lo general la Addams no comenzaba muestras de afecto físico como esas, pero cuando lo hacía era en los momentos perfectos.

Alfa de sangre (Wenclair)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora