Alfa de sangre (Wenclair)

12

Murray esperaba ansioso la llegada de su hija y su nuera, buscaba con emoción la silueta de ambas chicas a través del aeropuerto hasta que finalmente pudo notar a la gótica que sobresalía entre el tum iba y venía a través del lugar.

Enid al divisar a su padre corrió con emoción hasta sus brazos prácticamente colgandose de cuello al abrazarlo.

-Hola, te extrañé-. Dijo suavemente Murray en un tono risueño.

-Hola, también te extrañé-. Respondió la lobizona soltando una pequeña risita infantil mientras recordaba su niñez al recibir el típico saludo que su padre usaba con ella.

Wednesday apareció repentinamente al lado de ellos junto a una gran maleta oscura sintiendo una pequeña emoción al ver a su novia tan feliz junto a su padre.

-Hola Wednesday, es un gusto-. Dijo Murray, manteniendo la distancia con la chica gótica, Enid varias veces le había hablado sobre lo importante que era para la Addams su espacio personal.

-La desgracia es mía-. Respondió tranquilamente mientras hacía una pequeña reverencia con la cabeza, definitivamente se llevó una gran impresión del hombre que la saludaba, le agradaba que mantuviera la distancia para respetar sus limites con el contacto físico.

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Wednesday miraba atentamente el bosque a través de la ventana del auto, tanto color le era desagradable pero debía admitir que el paisaje natural era precioso, sentía que esa hermosa vista encajaba perfectamente con su novia, de hecho se atrevería a decir que si Enid sinclair fuera un paisaje, definitivamente sería el que estaba ante sus ojos en ese momento.

El auto paró al llegar a la gran montaña donde se encontraba el el hogar la Sinclair y al bajarse del transporte se sorprendieron al encontrarse con Esther esperandolos en la entrada.

Enid se acercó con cautela hacia su madre preparándose para una fuerte reprimenda que nunca llegó, en lugar de eso recibió un calido abrazo que la dejó helada por la sorpresa.

Esther soltó a su hija y con emoción se acercó hasta la Addams intentando repetir el gesto que tuvo con su hija, Wednesday rápidamente la esquivó por instinto tratando de que la mujer no la tocara ni por accidente, Enid inmediatamente se interpuso entre su madre y su novia evitando que intentara acercarse de nuevo a la gótica.

-Wednesday no es alguien muy de piel, te pediría de favor que respetes su espacio personal-. habló con molestia la lobizona, ver a su novia incómoda por la extraña actitud que estaba presentando su madre le causaba un desagrado y una necesidad de proteger a su mate, no dejaría que nadie le hiciera tener sensaciones malas y lucharía con sus garras y colmillos si era necesario para conseguirlo.

-Está bien cariño, pero aunque sea un apretón de mano ¿no?, como formalidad-. Dijo tranquilamente Esther para tratar de convencer a si hija.

-¿No escuchaste?, ella no-.

-Está bien, tiene razón, fue descortés de mi parte esquivarla de esa forma señora Sinclair, le pido una disculpa-. Interrumpió la Addams a su novia a la vez que extendía su mano hacia su suegra.

Esther sonrió son suficiencia mientras estrechaba la mano de Wednesday. La lobizona pegó un pequeño brinco alejándose de la chica cuando sintió el fuerte agarre en su mano y veía como la cabeza de la chica con fuerza se iba hacia atrás mientras sus ojos se abrían tanto que daban la impresión de que se saldrían de sus cuencas.

Enid rápidamente reaccionó y corrió a agarrar a su novia antes de que esta cayera con fuerza al suelo, asustada y llena de preocupación observaba como la gótica se desvanecía siendo incapaz de reaccionar a las súplicas de la rubia.

-¡Papá!, ¡Ayudame, se desmayó!-. Gritó la lobizona llena de pánico.

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Wednesday se encontraba viendo en primera persona como se encontraba acorralada por una gran bestia, sentía como la desesperación llenaba su cuerpo y un único pensamiento aparecía en su mente.

"¿Por qué no me puedo transformar?"

La bestia se acercaba de forma amenazante hacia ella, tenía un pelaje blanco como la nieve y unos ojos tan rojos como la sangre misma, se podía notar la rabia que emanaba ese ser, vió como mostraba sus blancos colmillos insinuando sus intenciones de matarla con tan solo un mordisco.

-Por favor, te lo ruego-. Habló denotando el miedo en su tono de voz.

La bestia reaccionó ante la voz de la mujer y como si fuera una señal se lanzó a atacar, teniendo como última vista su reflejo en los ojos rabiosos de la criatura y en un instante su visión se fue a negro.

Wednesday comenzó a escuchar un leve llanto que a pesar de no reconocer del todo le hacía sentir angustiada, sintió un peso en su pecho y un aroma familiar le impregnó la nariz, tratónde abrir sus ojos para comorender de mejor manera la situación en la que estaba pero al sentir un suave y calido tacto en su mejilla decidió mantenerlos cerrados un poco más.

-Ma chère, ¿Puedes abrir pronto tus ojitos?, me tienes preocupada-. habló la lobizona con voz suave y un poco gangosa y quebradiza por el llanto constante que mantuvo por media hora.

La gótica no pudo resistirse ante la petición de su novia, escucharla de esa forma la preocupaba, se oía tan frágil que le asustaba pensar que en cualquier momento podría romperse y desaparecer.

Wednesday abrio sus ojos lentamente y rápidamente se sintió encandilada por los brillantes colores de la habitación.

-No te preocupes sole mio-. habló la pelinegra con voz ronca, inmediatamente sintió como el pesó de su pecho se desvanecía dandole la hermosa vista de su novia apoyandose sobre ella con emoción.

-¡Despertaste!-. Dijo en voz alta demostrando su felicidad mie tras llenada de besos la cara de su novia.

-No me pude resistir a tú petición-. respondió honestamente mientras trataba de ocultar la sonrisa que quería aparecer en su rostro.

Enid le sonrió fascinada ante las palabras ee su novia, sentía a su loba correr como loca en su pecho y la necesidad de morder a su noviabse instaló en su cuerpo, tratando de controlar el homirgueo que comenzaba a aparecer en su boca tomó con cariño uno de las manos de su novia acercandola a su boca mientras comenzaba a besarla.

Wednesday sintió el roce de los dientes de la rubia entre los besos que depositaba en el dorso de su mano y no pudo resustir la tentación, con cariño tomó el rostro de la lobizona y con el dedo pulgar le indicó que abriera su boca, Enid le dió una mirada tan intensansa al abrir su boca que tuvo que obligarse a tragar saliva para calmarse.

al obtener acceso libre a la cavidad bucal de su novia posicionó con delicadeza su mano dentro de esta, dandole un permiso silencioso para morder la zona que estaba dentro de su boca, sin poder resistirlo Enid encajó lentamente sus caninos e incisivos en el Hegu de la mano de su novia, sintiendo como esta apretaba sus mejillas con el dedo índice y pulgar al sentir como sus colmillos atravesaban su piel.

Wednesday soltó un pequeño suspiro dejando atrapado en su garganta el gemido que intentaba escapar de sus labios ante la sensación de la sueve lengua de la rubia en la reciente marca que había quedado en su mano.

Un brillo juguetón apareció en los ojos de Enid y Wednesday pudo notar como sus ojos azules se tornaban de un tono amarillento que desapareció al instante en que escucharon el golpeteo en la puerta de la habitación, la lobizona de un salto se bajó de encima de su novia para posicionarse a un lado de la cama a la vez que maldecía entre murmullos.

-Hija, ¿Wednesday ya despertó?, ¿Se encuentra bien?-. escuchó preguntar a Esther desde el otro lado de la puerta.

-Sí, ella ya está... está mejor-. Respondió Enid mirando a la gótica que seguía recostada en la cama mientras acariciba la marca en su mano con una sonrisa en su rostro.

-Que bien, necesito que bajen en un momento, ¿Pueden?-.

-Claro, no hay problema-. Contestó la rubia ensimismada ante la visión de su novia, si se emocionaba tanto por una mordida en su mano, definitivamente quería ver la emoción que tendría al marcarla.