AMOR DE UNA NOCHE

CAPÍTULO 5 (parte 1)

Este capitulo he estado esperando mucho para hacerlo y creo que llego el momento, aunque creo que no será solo uno...

— Nick no puedes correr de esa manera a tu secretaria — la voz de Noah se hace presente a mis espaldas y gruño.

— No soy como tu Noah, yo no me meto donde no me debo de meter — lo último lo digo con un claro doble sentido y lo veo bufar — aparte era una incompetente ¿Como pudo olvidar la junta con los Moreno? RH ya está por mandarme otra, no hay problema. 

— Por un momento puedes olvidarte de la chica del bar ¡SEIS AÑOS! Seis putos años han pasado y tu sigues sin poder olvidarla, solo respóndeme Nick Campell ¿Te enamoraste de ella esa noche? — lo fulmino con la mirada ante la postura que ha optado, de terapeuta 

— Y que sí, si ¿Le ves algún problema? — le respondo de forma cruda y veo que levanta las cejas ante mi respuesta, es la primera vez que respondo así en mucho tiempo que esta platica ha salido a la luz. 

— Ella ya ha de estar casada y con hijos Nick, y tu sigues aquí, en espera de que entre por las puertas de la constructora y te diga que igual se enamoró y que se casarán, no creas todo lo que ves en la tele amigo, es publicidad — se encoje de hombros y gruño.

— No quiero hablar más del tema Noah, es mejor hablar de cosas de trabajo, ya te trajeron...

— Siempre es lo mismo contigo — dice con un gruñido — si se toca el tema de la chica del bar, la conversación se queda a medias.

— No creas que, si hubiera ido al día siguiente, quizás...

— ¿Quizás qué? ¿Estarían juntos y con un hijo? Eso no lo sabemos Nick, no fuiste y no hay nada que...

— No fui por mi madre Noah, ella me necesitaba en el hospital, no tenía con quien llorar la muerte de mi padre — tenso la mandíbula al grado que siento como mis dientes crujen, no me gusta hablar de ese tema, a pesar de que mi padre falleció hace seis años, soy incapaz de tocar el tema, por más que quise que le dieran seguimiento a el caso quedo a medias, doy un largo suspiro y me dispongo a ver por la ventana como el día se muestra igual que ayer, seis años, la misma fecha que llevo sin poder olvidar a la intrusa del baño, curioso, así la llame esa noche y así se quedó. 

— Lo siento amigo — lo escucho carraspear y tomo el puente de mi nariz para finalmente girarme y darle una pequeña sonrisa para aliviar la tensión del ambiente.

— ¿Ya trajeron el contrato los de la constructora Wright? — digo para cambiar la conversación.

— Me envió un correo en el que decía que lo mandaría con su secretaria, Olivia Brock — asiento y dirijo la vista al reloj.

— Hay que ir a echar un vistazo cómo va el ensamblaje de los tubos que exportaremos en lo que llega — asiente y salgo de la oficina alisando mi traje y acomodando el cuello de la camisa.

Tomamos el elevador para ir al tercer piso y una vez dentro nos disponemos a hablar de cosas triviales, golf, tenis, inversiones, entre otras; las puertas del elevador de abren paso y no veo a nadie dispuesto a entrar, solo a un... ¿Niño?

— Hola, una disculpa, me perdí y no encuentro a mamá — lo miro con curiosidad, es pequeño, no tendrá cerca de cinco años, es de tez blanca, cabello rubio, con ojos azules, tengo que decir que esta bonito, raro de mi parte pensar eso.