El transcurso del camino es tranquilo, nadie dijo nada respecto a lo que había pasado con Pia Haper, solo espero que no me la vuelva a encontrar o sus extensiones pagaran las consecuencias esta vez, ya me dejo escamada, ahora que se aguante para el segundo round.
— ¿Todo está en orden? — su voz me saca de mi ensoñación y solo le doy una sonrisa mientas junto nuestras manos, el suaviza su ceño fruncido para volver a pegar su teléfono al oído y volver a la llamada con algún cliente, yo me dedico a ver por la ventana, veo a como todos se apresuran a llegar a su trabajo al igual que yo, voy con un par de minutos atrasado y espero que Lee no se valla a molestar, teníamos una junta a primera hora y no está bien, apenas llegamos estoy por abrir la puerta cuando él se adelanta — Vas con el jefe Via, no tienes de que preocuparte — su sonrisa con algo de arrogancia me hace rodar los ojos — no hagas ese gesto Olivia — chasquea la lengua y se relame los labios haciendo que me quede muda, tan natural y tan provocador, se ha convertido en uno de mis gestos favoritos por parte de el — ¿Enserio? ¿Ahorita en el auto? Yo estoy para cuando la reina mande y ordene, pero llegaremos más tarde — se acerca y me deja un beso en la comisura de los labios que me hace sonreír.
— ¿Tan grande tiene el ego Ingeniero? — digo al abrir la puerta antes de que él llegue.
— Me abstengo de decir algo respecto al tema — suelta un guiño que me hace reír, su mano se entrelaza con la mía y nos adentramos en la segunda sede de la constructora, los ojos de todos se centran en nosotros y el nervio se apodera de mí, estaba tan centrada en mi burbuja la primera vez que no había pensado en el qué dirán, sé que dije que iban a pasar a segundo término, pero ahora está más que nada en primero, me tenso y una vez dentro suelto la mano de Nick — ¿Pasa algo esta vez? —asiento y esta vez me giro para verlo.
— ¿Has pensado que va a pensar la gente cuando sepa que tenemos un hijo de por medio? — parece caer en cuenta de mi situación y me toma de ambas manos — Pensaran que yo — me quedo en silencio no soy capaz de seguir.
— Siempre me ha importado una mierda lo que piense la gente de mí, y con respecto a ti y nuestro hijo, yo daré la cara por ambos, el que se atreva a hablar de ti y de Nicky tendrá que verse las caras conmigo, sea quien sea —sus labios se apoderan de los míos mientras quedo entre él y elevador, ¿Como llegue a estar así? Ni yo lo sé, sus avilés manos toman mi cintura para pegarme más a su cuerpo, mis manos van a su cuello y me aferro como si fuera sanguijuela, sus manos estrujan mi trasero haciendo que sienta su más que evidente erección haciendo que jadee ¿Esta de broma? ¿En el elevador? Sus labios bajan por mi cuello, siento que el elevador deja de moverme y hago en intento por separarme, pero es inútil, más cuando siento sus manos subir la falda y cierro los ojos cuando muerde por encima de la blusa mis pechos, creo que me puede dar algo en estos momentos.
— ¿Aquí? — digo con la poca cordura que tengo, su cuerpo vibra dándome a entender que ha reído, sus ojos se posan con los míos y el azul de sus ojos se ha perdido, convirtiendo su mirada en una de total deseo.
— Soy dueño de toda esta mierda, y por ti estoy dispuesto a romper todas las reglas que he puesto, quiero cogerte donde quiera y pueda — es lo único que dice para terminar de subir mi falda y romper mis bragas haciendo que jadee más alto, el sudor recorre mi cuerpo al igual que el de él, mi piel se eriza cuando escucho como juega con su pantalón, no puedo negar que estoy nerviosa, cual mujer virgen, pero es que desde el, no ha habido otro, soy patética, lo sé, pero es que nadie me había hecho querer llegar a este punto, nuestros besos resuenan en todo el elevador, la excitación es más que palpable, puedo jurar que estoy tan mojada cual charco, su mano se pasea en medio de mis piernas y me arqueo cuando roza mi entrada — tan lista para mi — me toma del cuello con total salvajismo que no me importa quedar hecha un desastre y me besa con más urgencia, posesivo, me gusta esta faceta de él y sin duda me excita, y mucho, deja de jugar para adentrar dos de sus dedos y empezar a penetrarme sin descanso, soy un máquina de gemidos que el acompaña, jadeos roncos y pausados, besos urgidos y posesivos.
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AMOR DE UNA NOCHE
Roman d'amourCuando el amor le llego a Olivia, pensó que seria el típico amor de cuento de hadas, donde el príncipe cruza cielo, mar y tierra para que triunfe este, lamentablemente no fue asi. Si juntamos la decepción, con un bar a reventar de alcohol y una mejo...