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— ¿Nos vamos, hija? —Leni se da la vuelta, esperando encontrarse con su hija sentada en la mesa donde habían comido, pero se sorprendió al ver que no se encontraba.— ¿Liena? —Al mirar por toda la cafetería se encontró a su hija hablando con su madre, quedando muy sorprendida al volver a verla.— ¿Mamá? —Rita se estremeció al escuchar la voz de su hija, realmente no quería hablar con ella, pero a este punto era algo inevitable.

— ... —Rita miró a su hija con una mirada algo extraña.— Hola Leni... —Al escuchar la voz de su madre, Leni se sintió bastante mal.

— Me alegro mucho de volver a verte, mamá. —Sin mirar a los ojos de su madre, Leni agarró su bolso, acercándose a su hija.— Te espero fuera cariño. —Saluda a Lyra con una sonrisa, saliendo de la cafetería, sacando su teléfono para ocultar su expresión de tristeza.

— ¿? —Liena miraba a su abuela, la cual simplemente se acariciaba el brazo algo incomoda.— ¡! —Las hermanas/primas se miraron algo confusas, aunque Lyra sabía perfectamente a que es lo que sucedía.

— Es... algo complicado de explicar. —Liena se sorprendió al escuchar que Lyra sabía que estaba pasando. Rita suspiro mientras se levantaba y daba un fuerte abrazo a Liena.

— No quiero que pienses que no te quiero. —Se separan del abrazo para mirarse a los ojos.— Lo que pasa es que tu madre y yo no tenemos muy buena relación que digamos. —Lyra empieza a pensar en una duda algo grande que tenía.

— ¿Y que hacéis en Royal Woods? —Liena asintió mientras sacaba su teléfono de su bolso, enseñando la reserva para una sesión de masajes en Rooyal Woods.— ¡No me digas! ¡Nosotras también vamos ahí! —También sacó su teléfono, enseñando la reserva de su abuela y ella.

— ¡! —La hija de Leni puso una gran sonrisa y dio varios aplausos de emoción. Al mismo tiempo Rita tragaba saliva algo nerviosa por darse cuenta que tendría que estar mucho tiempo con Leni.

Con Lincoln y Lucy

Había un silencio muy incómodo, Lincoln y Lucy se encontraban sentados en el sofá con Lupa, quien estaba sentada más hacía Lincoln. El corazón de Lincoln iba a mil por hora, el enfrentarse a una de sus hermanas tras lo ocurrido años atrás era algo que nunca se esperaba tener que hacer.

— Lincoln... —Lucy respiro profundamente mientras evitaba la mirada de su hermano.— Yo... bueno... quiero que sepas algo... lo que paso... lo que hice, yo...

Lincoln trago saliva, realmente estaba sufriendo al estar en este sitio después de lo que pasó hace año. Aun así era por el bien de su hija, por lo que hizo contacto visual con Lucy, quien había apartado su cabello para mirarlo fijamente.

— Aggg. —Tras respirar profundamente Lucy comenzó a hablar de manera fluida.— Hace años hice algo imperdonable. Lo que hice merece el castigo más absoluto para mi alma y estoy agradecida que no hayas dicho nada a las autoridades. Aunque no sirva de mucho a estas alturas, quiero pedirte perdón de todo corazón. Mis impulsos me hicieron hacer algo que me arrepentí al instante... —Pudo percatarse que su hija bajaba la mirada muy triste al confirmar su sospecha de que no la quería.— Lo único bueno que ha salido de eso fue Lupa y no he sabido como cuidarla. Si aun tengo el derecho de pedirte algo, te pido que la cuides como yo no he podido hacerlo. —Lupa mantenía su mirada en el suelo, aunque algunas lagrimas se empezaban a escapar de sus ojos.— Quiero que tenga una vida feliz y conmigo solo sufre. —La mirada de Lincoln era una desconcertante, dentro de si habían muchos sentimientos encontrados sobre su hermana menor.

— Lucy yo... —Antes de que pudiese hablar, Lupa se levanta del sofá y se marcha corriendo a su cuarto dejando caer varias lagrimas.

— Lupa... —Quería ir a buscarla, pero fue detenida por Lincoln.— Pero... —Lincoln negó con la cabeza, sabiendo que no era buena idea ir a buscarla.

— Lupa lo esta pasando muy mal... —Lincoln también respiro profundamente.— Ahora mismo mis hijas son lo más importante de mi vida, y veo que realmente es muy importante para ti. Si realmente crees que estará mejor conmigo, yo la cuidare sin pensarlo dos veces, pero no puedo alejarla de ti. —Lucy baja la mirada, dando un suspiro de tristeza mezclado con muchas emociones agridulces.— Puedo cuidarla hasta que termine las vacaciones. —Lucy asintió mirando a su hermano.

— Sí... gracias. —Empezó a apretar sus manos, intentando reprimir las ganas de llorar.— Yo... me alegro mucho de volverte a ver... hermano. —Su voz se rompía por cada palabra que soltaba, empezando a derramar varias lagrimas.

— Lu... hermanita... —Ambos se dieron un fuerte abrazo, algo que Lucy deseaba desde hace muchos años, mientras que Lincoln había enterrado la sensación de un abrazo de de hermanos. Esto hizo que sus ojos derramasen una lagrima de felicidad.— Todo esto se solucionara... Lo prometo... —Siguió consolando a su hermana pequeña, quien no dejaba de llorar en su hombro, llevaba años cargando sola demasiadas penas y culpas, ese momento era el que necesitaba para liberarse de todo.

— ¡Lo siento mucho, hermano! —Lucy hablaba desde el corazón mientras apretaba más el abrazo con su hermano, quien intentaba guardar las ganas de ponerse a llorar.

— Venga, Lucy, ya esta... —El albino también apretó el abrazo, acariciando la espalda de su hermana para que se desahogara. Sin que ninguno se diera cuenta, Lupa los miraba escondida en las escaleras, también llorando a llorando a mares.

Timeskip

Lucy miraba por la ventana como Lincoln y Lupa se marchaban a la casa Loud, teniendo una mezcla de sentimientos por lo ocurrido. Un sentimiento de felicidad y tristeza a la par. Le encantaba saber que su relación con Lincoln no estaba totalmente rota, pero aun no podía mirarlo a los ojos sin recordar lo que hizo hace años.

Lincoln y Lupa entraron se perdieron de la vista de Lucy, caminando en un silencio que para ninguno de los dos fue cómodo. Habían aclarado varias cosas, pero las dudas aún recorrían la mente de los dos alvinos. Lupa tenía sus dudas de que realmente sus padres la quisieran y no la miraran con malos ojos por como fue concedida, mientras que Lincoln tenía el miedo de que Lupa pensase exactamente eso.

— Lupa... —La albina miró a su padre, el cual se notaba algo preocupado y nervioso.— Quiero que sepas algo. —Tragando saliva se agacho hasta estar a la altura de su hija, mirandola a los ojos y poniendo una mano en su hombro.— Puede ser que pienses cosas negativas de tu madre y mías... pero quiero que sepas que.... —Lo que estaba por decir realmente le costaba sacarlo, pero era la pura realidad.— Jamás cambiaria nada de lo que paso hace años si eso conlleva perderte a ti y a tus hermanas. Sois mis hijas y eso no cambiara nunca. —Esas palabras conmovieron a Lupa, la cual intento aguantar las lagrimas. Lincoln abrazo a su hija, quien a no pudo resistir más, llorando en el hombro de su padre.

Continuará

Los Hijos De Un PecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora