II

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— ¿Qué quie... —Sus palabras desaparecieron, sus ojos se abrieron y su cuerpo empezó a temblar. Delante de él se encontraba una mujer de una altura superior a la promedia de las mujeres, tenía el pelo castaño y por un lateral totalmente rapado. Una gran sonrisa apareció en la mujer.

 Una gran sonrisa apareció en la mujer

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— Vaya, vaya, vaya. Cuanto tiempo Lincoln. —Una risita fue expulsada de su boca, poniendo una gran sonrisa.

— ¿Luna? —Los dientes superiores de Luna mordieron sus labios inferiores, acercándose de manera algo seductora.

— Hola hermanito... —El tono de voz de la mujer era uno pícaro y seductor.— Te has puesto mucho más guapo a comparación de la última vez que nos vimos. —El cuerpo de Lincoln comenzó a temblar. Su corazón iba a mil por hora, el volver a ver a su hermana mayor realmente lo tenía aterrado.

— ¿Q-qué ha-haces a-aquí? —El dedo de Luna fue hacia el pecho de Lincoln, pero este simplemente retrocedió un paso, evitando el contacto físico con Luna.

— Un pajarito me dijo que estabas por aquí... —El albino trago saliva, notándose muy nervioso.— Bueno, realmente no sabía que estabas aquí. Por ahora me da igual que estuvieras aquí o no... por ahora. —Al aclarar esas palabras hizo que su hermano pequeño se estremeciera.— He venido a Royal Woods porque tengo un gran problema y voy a estar en mi casa para Navidad. —Antes de que pudiera continuar, una muchacha de 17 años salió del coche aparcado delante de la casa Loud. La chica se acercó a Luna, teniendo una expresión algo de enfado.

— Mamá, ¿Por qué tardas tanto? Lemy se está empezando a volver loco con la música

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— Mamá, ¿Por qué tardas tanto? Lemy se está empezando a volver loco con la música. —En ese momento Lincoln quedó completamente paralizado al ver a la chica. La ventanilla del coche se abrió, expulsando el sonido estridente de una canción de género Folk Rock.

— ¡¿De qué hablas tronca?! ¡Esta canción es lo más! —La chica dio un suspiro, haciendo que Luna negase con su cabeza con pesadez

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— ¡¿De qué hablas tronca?! ¡Esta canción es lo más! —La chica dio un suspiro, haciendo que Luna negase con su cabeza con pesadez.

— Dejad de hacer el idiota. Lemy, ven aquí ahora mismo. —El chico conocido como Lemy abrió la puerta del coche, caminando hacia la casa de los Louds.

— ¿Quién es este viejo, mum? —Lemy miraba un poco confundido a Lincoln, le resultaba raramente familiar, mientras que la chica tenía una mirada de algo de asco, delante de ella había lo que parecía ser un hombre de mediana edad, descuidado y con mancha de lo que parecía ser cerveza en su camiseta de tirantes.

— Lyra, Lemy. Os presento a vuestro padre. —Los segundos pasaron y los hermanos parecían no reaccionar. Las bocas de los dos se abrieron de par en par al saber que ese hombre era su padre. Lentamente Lemy fue cerrando su boca, acercándose de manera algo tímida a Lincoln, quien estaba realmente sorprendido de que Luna hubiera dicho eso de manera tan abrupta.

— Oye, ¿A ti te gusta la música? —La pregunta hizo que Lincoln lo mirase con una diminuta sonrisa.

— Alguien me torturó durante muchos años con la música, así que le he cogido cariño. —Lemy puso una sonrisa, acercándose a Lincoln. El albino se agachó al ver como su hijo se acercaba. Luna y Lyra miraban con sorpresa como Lemy estiró su brazo mientras cerraba su puño para que Lincoln hiciera un choque de puño.

— Me caes bien. —La diminuta sonrisa de Lincoln aumentó mucho más, chocando el puño de Lemy. De un momento a otro Lemy saltó encima de Lincoln, abrazándolo con fuerza.— Pensé que no tenía padre. —Lincoln lentamente correspondió el abrazo, haciendo que un sentimiento de paternidad volviera después de años de haberlos perdido.

— Yo... Lo siento mucho Lemy. Debería haber estado con vosotros todo este tiempo. —Ambos se separaron del abrazo, levantándose del suelo y mirando a Lyra.— Supongo que no he dado una buena primera impresión. Por favor, entrad. —El chico más pequeño entró sin protestar, al igual que su madre, mientras que Lyra no hizo caso pues se dio la vuelta para ir al coche.

— ¡Lyra! —La chica suspiro con pesadez, dándose la vuelta y entrando dentro de la casa Loud.

— Esperadme aquí, voy a ponerme presentable. —Mientras Lincoln subía a la segunda planta, los tres invitados se sentaron en el sofá de la sala. La hija mayor de Luna empezó a discutir con su madre.

— Escucha mamá, sé que tienes un gusto pésimo pero... ¿¡Con ese tío!? ¡Parece un vejestorio que se ha resignado a vivir! ¡Por Dios parece que en cualquier momento le va a dar un coma etílico!

— Lyra por favor, solo lo has visto por menos de 5 minutos. No saques conclusiones tan apresuradas. —Lyra se quedó callada por unos segundos, reflexionando lo que su madre había dicho, aunque rápidamente negó la cabeza, cruzándose de brazos y dejando caer su espalda en el respaldo del sofá.

— Me da igual, ese hombre no es nuestro padre, ¿Verdad Lemy? —El silenció hizo que Lyra mirase de reojo a su hermano, quien estaba mirando al suelo.— ¿Lemy?

— No lo sé. Parece que no es mala persona. —El enfado inundó a Lyra, quien se levantó del sofá y miró directamente a su hermano pequeño.

— ¿¡De qué estás hablando!? ¡Ese hombre nos abandonó no una vez, sino dos veces! —Lyra estaba dispuesta a expulsar toda su rabia hacia su supuesto padre, pero fue interrumpida al ver como Lincoln había bajado del segundo piso. Los presentes se sorprendieron al ver a Lincoln bien arreglado.

— Eso no es verdad. A ti, Lyra, te vi crecer hasta los dos años, eras una niña muy juguetona y siempre me despertaba porque estabas jugando con mi pelo. —La mayor de la segunda generación de Loud se sorprendió al escuchar lo que su padre acababa de decir, mirándolo directamente.

 —La mayor de la segunda generación de Loud se sorprendió al escuchar lo que su padre acababa de decir, mirándolo directamente

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— De hecho me hiciste una pequeña cicatriz en el brazo por haberme olvidado de cortarle las uñitas. —Movió la manga de la chaqueta dejando ver una cicatriz pequeña.— También tengo una foto tuya de cuando eras solo una bebé. —La hija mayor se quedó anonadada de toda la información que le había proporcionado su padre, mientras ella miraba impactada a su padre, este sacaba de su bolsillo su cartera y de esta una foto de Lyra cuando tenia solo 1 año, la chica agarró la foto mirándola sorprendida.— Lamentablemente, nunca pude conocerte Lemy, pero si que tengo fotos tuyas. —Lincoln se aclaró la garganta.— Creo que me tengo que presentar adecuadamente. Mi nombre es Lincoln Loud, tengo 32 años, trabajó como fotógrafo profesional y eso me lleva a viajar mucho y cambiar de casa constantemente, actualmente vivo en Noruega. Como pueden ver soy albino, mido 1'85. Tengo 10 hermanas y espero que podamos llevarnos bien, ¿alguna pregunta?

— ¿Quiénes son tus hermanas? —Lemy quería saber si tenía más tías a parte de las 9 de parte de madre. Durante unos milisegundos la cara de Lincoln pasó de una alegre a una de confusión. No sabía qué hacer.

— Mis hermanas....

Continuará

Los Hijos De Un PecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora