Los Hijos De Un Pecado

IV

— Desde ese día no podías dormir sin que tocase la nana. —Realmente ver ese video había llenado de nostalgia a Lincoln y a Lyra. La chica se encontraba con la boca tapada y derramando muchas lágrimas.

— Hay Dios... —Pese a no recordar ese momento, Lyra estaba totalmente emocionada, al parecer su cerebro almacenó ese recuerdo en lo más profundo de su memoria. La mirada de Lincoln se llenó de comprensión, acercándose a su hija y dándole el primer abrazo en años. Lyra por un momento quiso rechazarlo, pero el afecto paternal que estaba sintiendo la hizo sentir cosas que nunca había sentido. Su corazón se encontraba totalmente en calma, ni siquiera su madre había logrado tal hazaña. Pese a no corresponder el abrazo, Lyra libero todas sus lágrimas en el pecho de su padre, mientras que Lemy miraba a su hermana con una pequeña sonrisa.

— Bueno, ¿qué vamos a hacer ahora? —Lincoln liberó a su hija del abrazo, por lo que Lyra simplemente se secó la humedad de su cara.

— Por ahora descansad un poco, pronto vendrán vuestros abuelos. Yo de mientras estaré en la cocina preparando la comida. —El albino miró como sus hijos estuvieron de acuerdo con lo que había propuesto.— Si necesitáis algo, ya sabéis donde estoy. —Lincoln bajó por las escaleras hacia el primer piso, dejando a los hermanos Loud solos.

— ¿Qué opinas de él, Lyra? —Lemy miró a su hermana, quien se notaba realmente confusa.

— No lo sé... ¿Y tú?

— Yo creo... bueno, realmente me cae bien. No parece una mala persona. —Lyra fijó su mirada en el suelo, reflexionando sobre su padre.

— Puede ser... —Ambos hermanos entraron en la antigua habitación de su padre. Lyra se sentó en la cama, mientras que Lemy analizaba todas las antiguas pertenencias de su padre.

— Wow, está lleno de cómics. —Con una mirada de alegría miraba como su padre tenía un cajón repleto de cómics de diferentes superhéroes, tanto de Marvel como de DC y otras editoriales poco conocidas que publican sus propios cómics de superhéroes, como Ace Avy, el superhéroe favorito de su padre.— No puede ser, tiene el número 15 de Amazing Fantasy, en perfecto estado. —La sorpresa del niño era realmente grande al ver el legendario cómic donde el famoso superhéroe Spider-Man hizo su primera aparición.— Ohhhhhh. También tiene el Action Comics n.1 . —Prácticamente Lincoln tenía una reliquia gigantesca en los cajones de su habitación.

— Al fin sé de dónde has sacado tu fanatismo por los cómics. —Una pequeña sonrisa se hizo presente en Lyra, realmente le gustaba ver a su hermano tan feliz. La curiosidad en ella también la dominó, acercándose al otro cajón del escritorio de su padre y abriéndolo, quedando totalmente sorprendida.— ¡Oh Dios mío! ¿¡Pero qué es esta joya!? —Dentro del cajón se encontraban todos los números del manga de One Piece. La chica abrió el cajón superior, encontrando toda la colección de Dragon Ball y Dragon Ball Super.— Madre mía. —Con cautela, cogió el número 1 de ambos mangas, viendo como estaban en perfecto estado.

— Al fin sé de dónde has sacado tu lado otaku. —El menor de los hermanos se burló de su hermana de la misma forma que ella lo había hecho.— Estoy seguro que papá debe tener más de estos cómics. —Ambos hermanos mantuvieron en sus manos los comics y mangas, bajando a toda velocidad por las escaleras en busca de su padre.

— ¡Lincoln! —Finalmente los hermanos se encontraban en la cocina, mirando como su padre estaba agachado, metiendo algo en el horno. El albino se quedó quieto, mirando a sus hijos mientras metía lentamente la bandeja.

— ¿Por qué tanto alboroto? —Terminó de meter la bandeja en el horno y cerrándolo, para mirar a sus hijos algo más tranquilos.

— Dime que tienes más de estos. —Lemy le enseñó los cómics y Lyra los mangas. Un recuerdo atravesó la cabeza de Lincoln al ver estas viejas reliquias que le gustaba tanto coleccionar.