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— Entonces me estás diciendo que tu padre asesinó...-
— Si, a mi madre.
Completó la frase dejando un seco silencio en la habitación, habían pasado dos semanas desde que llegamos a este lugar, Ann y Azami estaban en un juego al igual que Bae y Akihiro.
Bae cada día era más irritante y Akihiro, pues, el solo existe.
Aunque parecer llevarse bastante bien con Elisa, eso me alegra, ella había estado algo mal estos últimos días.
— Tu apellido... Es el de tu padre ¿No? -Ella solo asintió- ¿Por qué no usas el de tu madre?
— No quiero ensuciar su memoria, ni su nombre, no la quiero ensuciar a ella con mi existencia. Soy un error y ella era un ángel incluso antes de... -Suspiró completando así la frase con el mismo silencio- Uso el de mi "Padre" para no ensuciar el apellido de mi madre.
Fruncí el entrecejo debido a lo que había dicho, después de todo, ese hombre si que le había lavado el cerebro.
Es increíble como una sola persona puede hacerte mierda con tan solo palabras.
— Hey, mírame. -Exigí y ella solo obedeción mostrando sus ojos cafés ya cristalizados- No eres un error, Elisa; eres la chica más maravillosa y mandona que he conocido en mi vida, ese hombre se pudrirá en donde sea que esté... Pero tú debes vivir, debes cumplir con lo que tu madre habría querido que hicieras, ella te sigue amando y protegiendo, haz que su esfuerzo valga la pena.
— ¡No puedo! ¿Cómo planeas que salga de esto? -Su voz se quebró por completo mientras se levantaba exaltada de su lugar- ¡Soy una maldita escoria!
— No, no es así..-
— ¡Ella está muerta! ¡Papá la mató y yo no pude hacer ni mierda para evitarlo! -Señaló su propio pecho mientras fijaba su mirada sobre la mía- Si no hubiese hablado... Si no le hubiese dicho lo que sucedía tal vez ella..-
— No, Elisa, no hagas eso. -Me levanté y caminé hacia ella para envolverla en un abrazo- Por favor, solo eras una niña... Tenías que hablar, debías hacerlo y eso fue lo que hiciste, lo correcto. Estás rota y lo comprendo pero te pido que me dejes ayudarte, que me dejes pegar cada trozo de ti en su respectivo lugar. -Me separé un poco y acuné su rostro en mis manos- No eres un error, eres perfecta ¿Me escuchaste bien?
