La Venganza De Gallagher

Astaroth [ 17 ]

...

—¡ES UN JODIDO PULPO GIGANTE! —oí al hermano de la pirata gritar desde el timón mientras le señalaba, tenía una expresión de terror en el rostro al igual que mi hermana. Por mi parte, estaba desconcertado.

A lo largo de los años, jamás me habría podido imaginar que podría ver algo como eso en tan solo unos pocos metros de mí. Isabella había comenzado a respirar agitadamente a causa del nerviosismo y miedo que le provocaba la escena. Pero yo no le quitaba los ojos de encima a una sola persona, y esa era la pelirroja.

Los tripulantes que tenían arpones para defender, comenzaron a apuntar desde sus posiciones a los tentáculos que tenía el pulpo gigante, pero, aunque estos pudieran dar justo en el blanco, no serviría de nada. Es más, el kraken solamente parecía enfurecerse aun más y soltaba un rugido aun más poderoso que el anterior.

Darelis, por otro lado, corría de un lado a otro y parecía dar ordenes a sus tripulantes de lo que podían hacer, pero en definitiva, no es sencillo ganarle a un kraken, y no conocía a nadie que hubiera podido conseguir algo como eso desde que tengo memoria.

DARELIS

—¡Abajo! —gritó Scott cuando el kraken intentó lanzarnos a mi y a otros de mis piratas del roquerío al océano. Gracias a Jeremías, nos agachamos a tiempo y el kraken no logró empujarnos.

—Esto no está funcionando. —dije yo levantándome de mi lugar.

—No podemos hacer nada más. —respondió Scott y yo puse una expresión afligida en mi rostro.

—Continúen atacando. —hablé con firmeza, los piratas que estaban detrás de mi asintieron. Aunque entre todos lanzaran entre balazos, intentaran cortar los tentáculos a la mitad, era imposible lograr algo que nos hiciera tener un poco de esperanza. Había subestimado la primera prueba por completo, y ahora estaba sobre un pilar gigante parada en medio del caos sin saber cómo continuar.

El kraken daba aquellos fuertes rugidos de los cuales nos veíamos obligados a tapar nuestros oídos, incluso los pilares temblaban que pensé en aquel momento que podrían derrumbarse y hacernos caer a la boca de Astaroth.

¿Pero como se podría derrotar a un pulpo gigante desde la altura? Miraba con desesperación a mi alrededor buscando alguna manera de poder salir de ahí con éxito. Pero nada más podía ver a mi tripulación saltar de un pilar a otro intentando evadir los ataques del kraken. Entonces, una idea llegó a mi cabeza en medio de un fuerte rugido del pulpo que olvidé tapar mis oídos en aquel instante.

—Sostén esto, Jeremías. —dije pasándole mis pistolas, mi sombrero y mis espadas.

—¿No te vas a lanzar, o sí? —preguntó él confundido mientras recibía mis cosas. Yo negué.

—Usaré los explosivos. Tengo un plan. —Dije rápidamente.

Si los pilares estaban ahí, y podrían derrumbarse con facilidad, entonces podía utilizarlos para atacar al mismo Astaroth con ellos.

—¡Jaden! Ordena que todos vuelvan al barco, ¡ya! —grité, él me miró y rápidamente obedeció a mi orden. Yo me giré para mirar a Scott quien tenía una expresión verdaderamente de sorpresa en el rostro.

—¿Y dejarte aquí sola? —preguntó él, yo le hice una señal con mi cabeza de que se fuera, y así lo hizo.

Mientras el kraken intentaba con cada uno de sus tentáculos hacer caer a mis tripulantes, yo comencé a correr en dirección contraria entre los pilares y saltar en cada uno de ellos hasta aproximarme en los que estaban las redes de explosivos. Entonces teniendo los próximos pilares a mi derecha vacíos, lancé una de las redes con explosivos las cuales cayeron al siguiente pilar, y enseguida con un cerillo lo prendí contra el suelo y lo lancé a la red. Causando que una gran explosión derrumbara el pilar por completo sobre uno de los tentáculos del kraken, y el pulpo gigante rugió aun más potente y su siguiente ataque fue hacia mí. Corrí hacia otro pilar con la caja de cerillos en uno de mis bolsillos, con el temor de que, al saltar, estos se cayeran al mar y quedarme atrapada sin salida. Por suerte, al caer en donde había otro barril de explosivos, los cerillos seguían en mi bolsillo y rápidamente lancé uno detrás de mí. Abandonando el pilar que tenía el barril; el cual se derrumbó en grandes partes causando un fuerte estruendo cuando cayeron al océano.