DARELIS
Abrí mis ojos con lentitud, respirando profundo y sintiendo aún en mis fosas nasales aquel olor a madera quemada que quedó impregnado por el incendio.
—¡Mi barco! ¡Mi barco se quema!
Exclamé sentándome de golpe en la cama, tan solo tenía recuerdos borrosos de lo que había ocurrido el día anterior, pero estaba segura de que el incendio no había sido parte de un sueño y que el el terror había sido verdadero.
—¡Ya no! ¡Apagamos el incendio!
Exclama a un lado de mi, sentado en una pequeña silla de madera, es mi hermano.
—¿Dónde está Orion? —pregunto rápidamente al ver a Ronald, busco al albino con mi mirada alrededor de mi habitación, pero no hay rastros de él.
Mi hermano puso una expresión de preocupación en su rostro, me vio exaltada y no sabía bien como reaccionar.
—En los camarotes, descansando. Está algo herido... —Dice él, yo estoy haciéndome a un lado para levantarme de la cama, pero Ronald se pone de pie para detenerme. —hermana, no.
Saca una autoridad en su voz que se me hace extraña teniendo en cuenta de que la mayor soy yo, sin embargo, mi cuerpo se siente tan débil que no consigo obtener fuerzas para reclamarle y me quedo sentada mirándole confundida.
—¿Está bien? —pregunto luego de algunos segundos. Dejo en evidencia mi preocupación y esto me avergüenza un poco.
—Dentro de lo que se puede, si. Tiene alguna que otra quemadura, al igual que tú.
Dice él, ni si quiera me había dado cuenta de que mis manos, brazos y piernas tenían quemaduras intensas que habían sido curadas por mis tripulantes recientemente.
—Deberías descansar...
Me dice Ronald.
—Él me salvo, ¿no es así?
Pregunto yo, esperando que la respuesta de mi hermano sea sincera y que me diga lo que yo quiero oír. Pero no responde, porque justamente entra la morena por la puerta de mi habitación.
—Me quedo yo, zanahorias. Ve al timón.
Le dice Smith, Ronald asiente y yo doy un suspiro, me vuelvo a recostar mientras observo hacia arriba, como si de esa forma pudiera pensar con más claridad. Escucho la puerta cerrarse y sé que mi hermano se ha ido, asi que ahora estoy con Valerie esperando a que ella sea la que inicie el interrogatorio que sé que me espera.
—Odias beber. Odias a quienes beben. —empieza ella, yo solo me concentro en el olor a quemado que aún huelo por todas partes mientras la escucho. —Sin embargo, anoche bebiste tanto que se te ha ido la mano. ¿Por qué?
Valerie habla con seriedad, entiendo que esté molesta aunque yo intento recordar exactamente cómo ocurrieron los hechos.
—No bebí... —Es lo primero que digo, pero no consigo nada con mentir o convencerme a mi misma que no lo hice.
—Si, si lo hiciste. —Me dice ella. —Nos pusiste en un enorme riesgo a todos nosotros, podrías haber matado a tu propio hermano. —Apenas escucho esto, siento una punzada en el pecho. —¿Por qué estás actuando así, Gallagher?
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La Venganza De Gallagher
FantasySobrevive o muere. El océano protege un poder que no cualquiera es digno de poseer. Sólo quien logre atravesar las pruebas del mar, podrá encontrar "La Visión". Darelis está dispuesta a conseguir aquel tesoro con tal de vengarse del rey. Pero cuando...