Aquí Y En La Otra Vida. 'Masky×Toby×Hoodie' 🔞

C.15 Mansión

Un nuevo día, una nueva misión.

Unos días más pasados, slenderman les tenia una nueva misión la cual debían resolver lo antes posible, requería de varios días por lo cual debían quedarse dichos días en la mansión del ser sin ojos.

Los tres prepararon sus cosas y tomaron camino hacia dicho lugar.

-Escuchen, cuando lleguemos, quiero que los tres nos separemos en habitaciones diferentes y, Masky, no actúes como un imbécil, es la maldita casa de slenderman así que mantén un perfil bajo- Ordenó Hoodie acomodando su pasamontañas.

- Si, si, sé lo que tengo que hacer, no me lo recuerdes más- Replicó el de la máscara blanca.

-Hazle caso a tu mamá- Comentó Toby mientras jugaba con una rama.

Masky por furia tomó una piedra mediana y se la lanzó a la cabeza al chico -Cierra la boca, eso también va para ti-

-Ajá, yo no trato de cogerte con peligro de que alguien nos vea- Respondió de manera retante el muchacho.

- Ah, ya vas a empezar - Renegó Masky tomando al más bajo del cuello de su ropa.

- ¡Hey, ya calmense, parecen niños peleando- Regañó Hoodie observando la escena, la cual consistía en Toby mordiendo el antebrazo de Masky mientras este le empujaba la cabeza para que lo dejara de morder.

Hoodie suspiró y dejó caer su cabeza hacia adelante.

-Haah... De acuerdo, cuando terminen siguen el camino - Dijo el mismo del pasamontañas y siguió caminando.

Toby sintió el enojo de Hoodie, no quería que estuviera enojado entonces, dejó de pelear y persiguió al muchacho a paso rápido hasta alcanzarlo, luego lo tomó de la mano para detenerlo a lo que el más alto reaccionó volteandose para ver a quien lo detenía.

-P-perdón... Ya voy a parar n-no te enojes conmigo... - Pedía el menor con voz temblorosa mientras agachaba la cabeza.

El más alto se quitó su pasamontañas al mismo tiempo que observaba al menor arrepentido. Se veía tan tierno.

Luego le acarició la cabeza pasando sus dedos entre la cabellera café el otro
-Está bien, tranquilo no me enojé contigo... vamos - Decía al mismo tiempo que lo tomaba de la mano dispuesto a caminar con él.

Después miraron a Masky quien se había quitado su máscara también, los observaba con cierta expresión de que se había dado cuenta de que había hecho mal, sus problemas de ira aún no los controlaba mucho.

Este se acercó con los otros dos, en ésto Hoodie palmea la espalda de su compañero de chaqueta.

-Ya no importa, hay que seguir, nos falta poco para llegar - Comentó Masky empezando a caminar junto a los otros.

Mientras caminaban Toby vio a Masky un poco solo aún con cierto arrepentimiento en su expresión seria, lo tomó de la mano entrelazando sus dedos. Esto al mayor no le molestó le pareció muy tierno.

Al cabo de unos minutos más por fin habían llegado, para este punto ya no se tomaban de las manos, los mayores se colocaron sus máscaras al igual que Toby la tenía desde que salió de la cabaña.

Cuando entraron hicieron lo que hoodie mandó separándose en tres habitaciones diferentes.

Muchas veces la mansión de slenderman no estaba particularmente callada ya que al ser viejo el lugar cualquier ruido se escuchaba fuerte por todo el lugar, pero esta vez que llegaron estaba un poco más silenciosa debido a que los más escandalosos de todos estaban fuera haciendo quien sabe que.

Adentro habían unos cuantos, mayormente chicas y chicos los cuales eran más tranquilos dentro de la mansión como: Bloody, Liu, Ben, Clock, Ann, Judge y otros más.

Masky odiaba ese lugar, más por que Jeff vive ahí, pero también por que no soportaba el ambiente era desagradable para él un lugar lleno de locos mentales que veía inferiores e inmaduros, en cambio Toby y Hoodie les daba totalmente igual.

Para la desgracia de Masky aún no llegaba slenderman entonces significaba que aún no saldrían para empezar su misión, la única razón por la que se quedan en la mansión es para descansar ya que la ciudad queda más cerca de dicho lugar donde se quedarían hasta terminar.

Se acercaba la noche, aún no oscurecía pero pronto las luces se iban a ir.

Toby se encontraba en una habitación despertando ya que aprovechó para dormir un rato, hacía dos horas que llegaron y aún no había noticias de slenderman.

Se levantó y estiró su cuerpo, enseguida teniendo tics en su cuello.

Luego alguien entra en la habitación era Masky que intentaba dejar el aburrimiento al no tener nada que hacer.

-Hola, dormilón - Saludó el mayor acercándose sin su máscara puesta.

-¿Cuánto dormí? - Preguntó el chico.

-No lo sé, creo que tal vez una hora y media-

-¿No hay noticias? - Volvió a cuestionar.

- Nop... no hay nada aún - Respondió Masky y se dejó caer en la cama de espaldas.

Se quedaron en un silencio abrumador. En ésto Toby se monta en Masky sentándose entre su cintura y cadera.

Ambos se miraron el uno al otro un momento.

-¿Qué sucede?- Preguntaba Toby curioso por saber la razón de la visita.

Por la manera en que Masky le hablaba supo que tenía que decirle algo.

-Pues... Sabes que soy una jodida mierda para esto, yo... - Intentó hablar, luego se tapó la cara con las manos - Perdón... por tratarte así hace rato -

-¿Hoodie te obligó?- Cuestionó el menor levantando una ceja.

-¿ah?, no - Negó quitándose las manos de la cara.

Toby levantó ambas cejas indicando que le dijera la verdad.

-Si - Respondió sin más.

-Deja de ser tan orgulloso, no importa si Hoodie te da órdenes - Dijo Toby dándole un pequeño golpe en la frente al de abajo.

-Basta... - Pedía quitándose la mano del muchacho para hablar de nuevo - Pero también viene de mi voluntad el... disculparme - Le costaba la palabra disculpas... Cabrón.

Toby sonrió mientras veía a Masky quien lo miraba a los ojos.

Poco a poco ambos se acercaban hasta llegar a un beso, los dos cerrando los ojos movían sus labios creando un beso el cual disfrutaban. Masky abrazó al menor rodeandolo con sus brazos por la espalda para no dejar ni un centímetro de separación entre los dos.

Cuando las hormonas de los dos de comenzaban a alborotar, ruidos de voces interrumpieron el acto, en especial una voz chillona femenina de cierta niña de vestido que peleaba con el muchacho de la sonrisa.

Los gritos se escuchaban por todas partes.

Decidieron parar ya que la puerta de la habitación no estaba cerrada con seguro.