🌧️ 🦋 𝒞𝒶𝓅𝒾𝓉𝓊𝓁♡ 𝟤 🦋 🌧️

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Ningún asunto humano
merece mucha ansiedad
-Platón

N

o se olviden de dejar sus comentarios porfii, lxs amo 💜🦋🖤

Callie

Mi mañana iba tan bien, hasta que el destino decide jugarme una broma para reírse de mi.
Tocan la puerta y bajo corriendo porque sabía que el paquete tenía que llegar antes del mediodía.
Abro y me encuentro con alguien que no se parece en nada al repartidor, es la última persona a la que me gustaría ver en este momento.

Es mi vecino, estoy perpleja por como la luz impacta en su iris logrando distinguir un color verde olivo con un aro interno casi anaranjado que rodea la pupila. Carajo nunca había visto unos ojos tan hermosos

Su cabello es negro y unas ondas cubren su frente, tiene un cuerpo perfectamente marcado que combina simétricamente con su altura, que por cierto creo que debe medir más de 1,80m seguro, aunque no soy muy buena con las medidas.
Escucho como se aclara la garganta, y ...joder, ¿cuánto tiempo me quedé observándolo? Espero que solo hayan sido unos segundos, no quiero volver a ser la rara otra vez. Ay dios porque tengo que ser tan idiota, me altera tanto ser así!!

—Di-disculpa pensé que eras alguien más, hola buen dia— cálmate, cálmate son solo unos instantes. Siento que mis latidos se hacen cada vez más pesados y golpean mi pecho con ferocidad.

—Emm hola, dejaron esto en mi puerta y vi tu dirección en la etiqueta así que decidí traerlo hasta tu casa— puedo notar como se acomoda el pelo con su mano libre mientras me sonríe con picardía

Me quiero morir, odio que la caja tenga que ser transparente para normalizar que las mujeres también podemos masturbarnos. Estas cosas me pasan solo a mi, jodido destino, ¿realmente no tienes a nadie más para joderle la vida y reírse de ella? ¿Eh?. Vete a la mierda

—S-si es mía— mis ojos se clavan directamente en el paquete para evitar el contacto visual. No sé cómo sigo de pie pero la cara me arde, mi garganta está seca y empiezo a sentir como el aire no entra ni sale, simplemente se queda atorado en mi tórax de la vergüenza que estoy pasando. En este preciso instante quiero que la tierra se rompa bajo mis pies y me absorba.

—Menos mal que fui yo el que vio la caja porque seguramente mi madre a mi madre le habría dado un infarto en el medio de la sala— suelta una risa corta provocando que me sienta aún más incómoda

—Bueno, muchas gracias por ahorrarme una vergüenza más, te lo agradezco, chau— lo saludo cortante, cierro la puerta con rapidez y escucho como del otro lado algo impacta contra ella

—Maldita sea Callie, ¿Que mierda haces?— el pelinegro toca su frente y la frota con rapidez

—P-p-perdón, no quise, entra, voy a ponerte hielo. Prometo no volver a golpearte, quiero decir, soy estúpida, pero no para golpearte dos veces seguidas— no puedo creer que haya intentado hacerle un chiste, me salió tan mal que solo espero no me haya escuchado

Tomo su mano y lo siento en una de las sillas del comedor, pongo el hielo en la zona golpeada y mis manos empiezan a temblar. La tensión en mi brazo derecho se hace cada vez más presente asi que abro y cierro la mano rápidamente para no perder el control. Siento la boca como el maldito sahara, y como si fuera poco tambien un mareo que apenas me deja formular una oración.

—Oye, no creí que supieras mi nombre— un tono de asombro acompaña mis palabras mientras que hago a un lado el cabello de su frente, rezando para que no pueda notar que estoy al borde del desmayo por el poco aire que logra entrar a mis pulmones

SIN CONTROL DE MIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora