•| Capitulo 1 |•

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El alba.

Annabeth.

Para el ojo de varios de mis enemigos está isla no exite, sin embargo es todo lo contrario, aquí vienen distintas amistades que tienen gran lealtad a mi y a la familia a la cual pertenezco, siempre y cuando ambas partes estemos en paz y prometiendo lealtad. Los que me han fallado lo único que se llevan es una bala en la cabeza.

Hoy es uno de esos días en los cuales paso a dejar un poco de mercancía y saldar deudas pasadas o que están por vencer, pero desde hace unas semanas descubrí que una de las personas que considero mi fiel camarada me ha mentido, ha tenido contacto con un ruso el cual es el número uno de mi lista de enemigos, le faltó el respeto a mi padre y algún día lo que tendrá será una bala en la cabeza y en la garganta.

Camino por algunas calles hasta llegar a un bar lujoso que pertenece a la mujer ya mencionada, los guardaespaldas me dan el paso y camino rumbo a la oficina principal, mis zapatos hacen un poco de eco y eso llama la atención de algunas personas que me miran con respeto, algunas otras prefieren no mirar por miedo a lo que puedo llegar a ser.

Subo las escaleras y no me limito en lo más mínimo a tocar la puerta, la abro con un poco de fuerza dejando ver a la mujer canosa fumando un cigarro.

—Hola cariño. —saluda animada la mujer de ojos azules.

—Roxana. —salude sin ganas.

Ella me miró con una sonrisa, mientras yo mantenía mi quijada apretada.

—Agradezco tu visita pero ha que has venido. —hablo levantándose del asiento frente al escritorio apagando su cigarro en el mismo.

—No te hagas estúpida, saben a qué vengo y quiero que te dejes de hacer la que no sabe. —le dije mi voz era más elevada que hace unos minutos.

—Lo se, lo sé, no tienes por qué alzar la voz, a menos que tengas algo importante para decirme. —me miró con una sonrisa ladina y una ceja alzada.

Gruño por lo bajo, me aproximó a caminar por el pequeño despacho sin despegar la mirada, hago a un lado la pequeña cortina que deja ver el salón repleto de gente que toma y baila sin parar. Mis oidos escuchan el pequeño gatillo de un arma, la mujer la esconde a un lado de la ropa que lleva puesta y camina en dirección a la puerta.

Esto lo dedusco ya que he sido entrenada para este tipo de cosas.

Suspiro.

—Hace un tiempo las cosas no han estado como deberían, las ventas están de maravilla pero las ganancias desaparecen poco a poco. —explico girando hacia su dirección.

>>Cómo sabrás esto no es nada normal. También hay un asunto sobre una persona que ha estado consultando información para Inanova, quiero investigar más y descubrir a ese hijo de perra.

Ella solo me mira, sus ojos esconden cosas y hoy es el momento de averiguarlo.

—El gato y el ratón son dos especies diferentes, mientras el gato usa al ratón como su esclavo, el ratón ansia poseer lo que su amo tiene. —formula caminado al escritorio.

—Eso es correcto, pero el imbécil del ratón no sabe que hay trampas a su alrededor. —comento.

—Si, así como este gato no sabe que hay una madriguera debajo, con más de sus manos derechas involucrados. Te diré algo, cuídate de los que te rodean o terminarás como lo haces con los demás, una bala en la cabeza. —deduce la mujer frente a mi.

Saque el arma que traigo guardada conmigo detrás de mi espalda.

—Roxana, Roxana. Siempre habrá quien te quiera dar un tiro, pero a lo que vine... ¿Dónde está mi dinero? —pregunte apuntando hacia la mujer de avanzada edad.

—No lo tengo, tu información vale millones y con eso la pague. —informo la ojiazul.

Hice un chasquido con mi lengua, negué varias veces con mi cabeza y rio ante su respuesta.

—Vaya, vaya, creo que al fin revelas tus secretos, Roxi. —dije con una sonrisa.

Ella miro por detrás de mi hombro en un intento de desconcentrarme.

—Vamos, no seas tan hija de perra haciéndome eso. —me burle en su cara.

Ella saco su arma y disparo a la pequeña ventana, me baje al suelo mientras ella salía con el maletín en mano. No fue muy lejos, bajaba las escaleras con prisa pero en un rápido movimiento le dispare a una pierna haciéndola tropezar. Me acerque lentamente a ella, tomo su arma pero antes de que disparase pate su mano alejando su arma.

—Dime... ¿Quien ríe ahora? —pregunte con una sonrisa triunfante.

Ella rio, mientras tome el maletín y vuelvo a mirarla directo a los ojos.

—Eres tan estúpida, pronto vendrán por ti y quiero verte conmigo en el puto infierno, espero que te den una buena lección con plomo. —avisa con dificultad debido a su herida.

Alce mi brazo y doy dos disparos más, en su cabeza y su garganta muriendo al instante. Los presentes miraban con horror como si fuera el diablo que vino por sus almas, me asome por las escaleras y camine hacia el piso de abajo.

—Oigan bien, quien intenté hacer algo como Roxana terminara como ella o con algo lento pero doloroso. —mencione mientras caminaba a la salida.

Disparé al techo y las personas gritaron. Salí del lugar con miradas de horror por parte de los que esperaban afuera.

Camine algunas cuadras para llegar a el pequeño aeropuerto en dónde una rubia me esperaba dentro de un jet que acabo de aterrizar, la saludo para que abra la compuerta para poder subir, dejo el maletín sin antes asegurarme de que sea el dinero completo y efectivamente lo es.

Camino y me siento en el asiento del copiloto, pasando por mi cabeza la diadema para poder comunicarnos mejor.

—Te ves sexy con esa sangre en la cara. —bromeo la rubia.

—Siempre lo he sido. —brome con una sonrisa.

Ella solo se hecha a reír y me mira, parece preguntarse algo.

—¿A dónde vamos? —pregunto.

—A Londres, hay asuntos que atender haya. —respondo mirando hacia su dirección.

—Como ordene, mi señora. —habla la mujer de ojos azules dando inicio al despegue.

🔫

Hola aquí el capítulo uno espero les haya gustado y haganlo saber en los comentarios.

Los amo.

Ana. ❤️🌻

Pecado Original.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora