•| Capitulo 16 |•

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Hermosa sorpresa.

Narrador omnisciente.


—Es aquí, llegamos. —avisa la ojiverde.

Habían llegado a la ubicación donde los guío la castaña, en ese lugar se encontrarían con el hermano de Annabeth, el cual los esperaba a la orilla de una playa escondida debido a la vegetación de la pequeña isla que los rodeaba, además su inigualable belleza se combinaba con el ocaso que resplandecía a lo lejos. Entre todos los presentes ayudaron a estacionar la lancha que habían tomado prestada para huir de el conflicto armado.

Alec camino directamente al ver a su hermana ya en tierra firme y la abrazo con todas sus fuerzas posibles para que ese momento no acabará.

—Creímos que habías muerto. —asegura melancólico el ojiazul.

—Aqui estamos, de carne y hueso. —afirma annabeth con una sonrisa al separarse de su hermano.

El rubio la miraba intentando detectar una posible herida pero no había rastro de alguna, así que solo frunció el seño al verla empapada.

—Estas mojada. —dice incrédulo.

—Tuvimos que darnos un chapuzón de emergencia. —contesta la mujer.

El suelta una pequeña risa.

—Creí que no te gustaba el agua salada. —habla con sarcasmo.

La mujer solo soltó una carcajada al comentario de su hermano, la tomo por los hombros y la acercó a su pecho.

—Vengan, se quedarán un tiempo en lo que las aguas vuelven a su estado natural. —comenta el británico guiando a sus acompañantes al interior de la casa.

Por fuera parecía una cabaña rústica, pero por dentro tenía un lujo de maravilla, una piscina y tras el patio unos cuantos corrales con varios equinos dentro.
Una casa que Antonio y Julieta habían dejado a sus hijos como herencia al igual que unas cuantas más.

—Necesitamos un poco de ropa seca, tuvimos que saltar cuando nos tenían acorralados, si no es mucha molestia. —le dice marcos a Alec acercándose a su dirección.

—Ninguna Santoro, veo que has ayudado demasiado a mi hermana. —asegura el hombre de cabellera rubia.

—Mas que demasiado diria yo. —murmura entre dientes Olivia quien recibe un codazo por parte de la británica.

—Vengan los llevo a sus habitaciones para que se refresquen. —dice Alec comenzando a caminar por unas escaleras que llevan a un segundo piso mientras una chica rubia se reía por lo bajo de la reacción de su amiga del alma.

Al llegar ahí el hombre les señala a cada uno de ellos donde se quedarán por el tiempo que ellos necesiten.

—La cocina está abajo, annabeth tu ya sabes dónde esta, así que sería bueno que los guíes si necesitan algo. —le comenta su hermano.

—De acuerdo. —concluye.

—Te veo abajo en 15 minutos. —le ordena mientras baja las escaleras.

—Gracias. —agradecen todos.

Annabeth bajo las escaleras en busca de su hermano el cual estaba sentado en un sofá esperando su presencia y al verla llegar decide caminar hacia ella.

—Posso descer agora? —pregunta una voz femenina en las escaleras del otro lado de la casa. >¿Puedo bajar ahora?<

Vir. —le ordena el muchacho. >Ven<

Pecado Original.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora