•| Capitulo 6 |•

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Flashback.

Cómo bien se sabe cada familia que pertenece a la mafia tiene que tener a los mejores asesinos en su familia y los trillizos Winchester no son la excepción. Su padre les ha dado la noticia que deben irse un tiempo a un "campamento" en dónde les van a enseñar distintas cosas.

Tres pequeños niños están reunidos en su habitación, están tomados de la mano repitiendo una vez más su lema que se juraron nunca dejarlo atrás.

—No hay que olvidarnos hermanos, seamos fuertes ante todo. —habla un pequeño de cinco años.

—Alec tiene razón. Los quiero mucho hermanitos. —comenta la pequeña niña de pelos largos y ojos verdes.

Los tres se funden en un abrazo, el tiempo diría si se volverían a reunir o si serían los mismos después de mucho tiempo.

Un hombre vestido de elegante traje entra a la habitación de los niños y toma de la mano a la pequeña niña, su madre acompaña a el hombre que se lleva a la castaña y toma camino con los otros dos niños de cinco años.

—Adios. —murmura la pequeña abrazando un pequeño peluche en forma de un caballo.

—Adios. —dicen al unisono los otros.

Salen de la gran casa y en una camioneta se dirigen a él aeropuerto para viajar rumbo a Japón, dónde la pequeña será llevada y estará ahí por un largo tiempo.

—Papi. —llama la ojiverde a su padre.

—¿Si Annabeth? —pregunta mirando a su dirección.

—¿A dónde vamos? —pregunta con inocencia frotándose sus manos.

—Vas a ser entrenada y aprenderás lo que yo se. Iras a Japón. —contesta el hombre mayor.

—¿Vendrás conmigo? —vuelve a preguntar.

—No, no puedo. Pero sabes que estarás bien, ¿Recuerdas nuestro lema? —dice con una sonrisa animando a la pequeña.

—Si. —responde alegre.

—Guardo tu sonrisa en mis ojos... —dice tomando la mano de su hija.

—Tu valentía en mis huesos. —habla haciendo más fuerte el agarre de su padre.

—Y tu alegría en mi alma, nunca lo olvides, incluso si te quedas sin esperanzas. —concluye con un ligero beso en la frente de la niña.

—Eso haré papá. —susurra decidida.

El viaje fue largo y agotador en especial para la pequeña, al llegar a un santuario repleto de templos, mucha fauna y flora a sus alrededores Annabeth se sintió en completa libertad. Su cuidadora durante la estadía la llevo rumbo a dónde sería su habitación por el momento hasta que creciera un poco más, antes de que su padre se fuera del lugar ella corrió en su búsqueda abrazándolo por un largo momento y tiempo después viendolo desaparecer por las grandes puertas que protegían el interior.

La pequeña entro a la habitación donde estaría por un tiempo, se sentía sola sin sus hermanos a su lado, abrazo con fuerza el pequeño peluche que tenía en sus brazos y pequeñas lágrimas recorrían sus mejillas. Comenzó a sollozar lo más bajo posible en un intento de no ser vista por alguien más, pero una rubia se acercó con cautela para darle consuelo a la ojiverde.

—¿Estás bien? —pregunto la niña alemana hacia la pequeña de largos cabellos castaños.

—Si. —miente.

—Yo se que no lo estás, tranquila puedes contarme. Estoy aquí para ti. —comenta para sentarse a un lado de ella.

—Mi papá se ha ido y mis hermanos también, me siento sola sin ellos. Mi mamá se fue con ellos y me he quedado sola. —murmura sollozando.

La ojiazul abraza con fuerza a la pequeña ojos de esmeralda, consolando su alma rota y brindándole su apoyo, pues ella desde que llegó a ese lugar también extrañaba a sus padres y hermanos.

—Gracias, necesitaba un abrazo. —dice la pequeña.

—No es nada. ¿Quieres que seamos compañeras? Yo también duermo aquí. —pregunta acercándose más.

—Claro, aunque no conozco tu nombre, ¿Cómo te llamas? —interroga la niña hacia la alemana.

—Soy Olivia, Olivia Endler. —responde extendiendo su mano para saludarla.

—Yo soy Annabeth Winchester, es un gusto Olivia y me gustaría que en un futuro seamos más cercanas. —deduce la castaña tomando la mano de su contraria.

—¿Mejores amigas, ahora, siempre y por siempre, no importa las circunstancias, solo tu y yo? —cuestiona la rubia con su dedo meñique para formar una promesa.

—Claro, me encanta la idea. —contesta juntando su dedo con el de su compañera sonriendo al instante.

Ambas se hicieron más unidas con cada día, semana, mes y año que pasaba, aunque la pequeña niña castaña aún tenía un poco de miedo frente a lo que les enseñaban en aquel lugar, siempre tenía a su amiga la cual le brindaba apoyo para afrontar sus miedos y ella a los de la rubia.

Fue así como comenzó la vida de una de las mejores asesinas dentro de la mafia.

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Buenas, aquí un pequeño capitulo también es un flashback, espero que les guste y no olviden dejar su apoyo. Nos vemos pronto.

Los amo.

Ana. ❤️🌻

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