Pecado Original.

•| Capitulo 13 |•

Flashback.

17 de marzo de 2013
Ubicación: Base armada de Rusia, Japón y Londres.

Annabeth.

Estoy en cubierto ahora mismo, un solo movimiento en falso y terminaré degollada ahora mismo, los hombres que secuestraron a un tal hanako son demasiado peligrosos, no sé su nombre en realidad pero estoy aquí para salvarlo junto con su clan.

Me encuentro detrás de una pared que me cubre toda y así no seré descubierta en un tiempo, debo de apresurarme para salvarlo y crear un plan de escape.

—Dime tu posición, annabeth. —ordena el asistente de mi padre por el intercomunicador.

—Estoy cerca de la base donde tienen al señor hanako, tienen que ser al rededor de unos seis hombres que custodian la entrada. Me apresurare a terminar con ellos y salir lo antes posible sin ser descubierta. —le explico en un susurro.

—Entiendo, cuídate. ¿Quieres? —pide dejando de comunicarse conmigo.

Camino lentamente sin hacer mucho ruido, vuelvo a cubrirme con las columnas del edificio y recargo mi arma. Sin esperar mucho tiempo disparo hacia dos de ellos y los demás comienzan a disparar hacia mi dirección, las balas chocan detrás de la columna y permanezco en la mejor posición para no ser impactada por alguna de ellas.

Los disparos cesan, alguien más les ha disparado y mis pensamientos van a matthew que llegó para ayudarme.

—¡Puedo hacerlo sola, no hay necesidad de que me ayudarás matthew! —exclamo pero nadie responde.

Me he quedado sin muchas municiones y debo de ser precisa ande a quien le voy a disparar.

Por qué no empaque más municiones.

Pienso.

Empuño la daga que mi padre me ha regalado en mi cumpleaños y salgo de mi escondite, no hay nadie, solo los cuerpos sin vida de los secuestradores.

—Mierda. —maldigo en un susurro.

Alguien me toma por atrás impidiendo que respire, intento safar su agarre pero no lo logro. Le propinó un codazo en las costillas y me suelta con rapidez para sobar dónde le propine el golpe.

Me giro empuñando con fuerza la daga y el me mira con coraje, su pelo rubio está desaliñado y sus ojos azules demuestran fuego que arde sin problema en el mar de su color.

Se despoja de sus armas y también toma su cuchillo hecho de marfil.

Ambos nos miramos con coraje, probablemente uno de los dos muera hoy, pero no seré yo. Una lucha de cuchillos se hace presente, lo tomo desprevenido y le propinó una patada que lo hace tambalear, eso me da ventaja para rozarle el pecho con mi arma.

Vuelvo a golpearlo y cae al suelo, pero se levanta rápidamente, en un intento de apuñalarme lo desarmo doblando su brazo y al hacerle daño suelta su arma. Me propina un puñetazo en la cara, pero lo corto en su muñeca, está vez me asegure que fuera profunda. Se toma su muñeca y mi opinión es que no es muy bueno peleando cuerpo a cuerpo.

Suelto mi arma y me acomodo en posición de pelea, quiero que ambos estemos a mano y eso es exactamente lo que estamos haciendo. Intenta golpearme pero solo me roza, lo golpeó en el abdomen y en la nariz rompiendo aquella parte de su cuerpo, se queja por lo alto y enfurece aún más.
Golpea en mi mejilla haciéndome sangrar de mi labio ligeramente, escupo la sangre escandalosa que sobresale de este. Lo empujó a una de las paredes de aquella base y cae cansado.