•| Capitulo 26 |•

21 1 0
                                    

Rompecabezas.

Narrador omnisciente.

—Hola annabeth. —saludo el ojiverde.

Un hombre idéntico a su padre se acercaba a ella, mientras que annabeth estaba confundida por la llegada de esa persona en el lugar.

—¿Papá? ¿Cómo es que estás aquí? —preguntaba intentando buscar una respuesta rápida.

—Siempre piensan que soy ese hombre, pero no lo soy querida y creo que es hora de que sepas quién soy. —explicaba, chasqueo los dedos y varios hombres liberaron a Annabeth dejándola atada a una silla.

La castaña solo intentaba buscar una solución lógica para tal encuentro y ninguna parecía favorecerle.

—Soy Magnum por cierto y quiero que sepas que tú padre fue un reverendo hijo de puta, siempre intentando mantener un perfil de gran poder y lo logro, pero ¿que recibí yo a cambio? —decia caminando por el lugar.

>>Su hermano gemelo, el mayor por cierto, aunque no fue difícil exterminarlo como el pretendía que sería.

Los pensamientos de Annabeth se iluminaron, el era el culpable de la muerte de sus padres y era hora de que el también pagará.

—Mirate, idéntica a tu madre pero con las características físicas de mi hermano. —comento, sus manos acariciaban el cabello de la mujer pero ella intentaba evitar su tacto.

—¿Que paso con mi hermano? —pregunto con repudio, una risa salió de la boca del hombre quien miraba fijamente a la ojiverde.

—Bueno, lo mate, también era una pieza clave para que Marcos te entregara y fue bastante sencillo. —explicaba.

El coraje se apoderó de la muchacha e intentaba zafarse de la silla pero le era inútil.

—¡Vas a pagar por esto! —grito la mujer.

—Bueno, esperaré pacientemente. —dijo con sarcasmo.

>>Tu madre era tan hermosa, la mujer perfecta para hacerla mi reina, pero la zorra de ella se fue con mi hermano, pudiste haber sido mi hija, la gran hija de Magnum Winchester. Pudiste ser el arma perfecta para mí, pero no, mi hermano fue el afortunado.

—Y me alegro que haya sido así, porque de alguna u otra forma me hubiera cortado las venas antes de ser tu sangre. —decia annabeth con una sonrisa escupiendo el rostro del hombre y un golpe cayó en su mejilla rompiéndole un poco el labio, mientras que el se limpiaba el resto de saliva.

—Algo que oprimes es que tú padre también fue un asesino realmente extraordinario, quitó muchas vidas inocentes e hizo lo que siempre negaba. La misma estupidez que muchos gobernantes comenten. —

Las piezas comenzaban a cuadrar, era el, el responsable de todo, pero no era solamente el, también sus padres cometieron esos crímenes que son muy peligrosos dentro de la mafia y su padre siempre lo negó.

—Son unos imbéciles. —murmuro la castaña.

—Lo se. —afirmó.

La puerta se abrió dejando ver a Félix junto a Ferdinand, ambos con armas de tortura, una sonrisa de oreja a oreja se dibujo en el rostro de Magnum y annabeth se mantenía firme para lo que sea que pasara.

Pecado Original.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora