12 | El momento en el que se me encogió el corazón

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Capítulo sin editar.


Capítulo 12. El momento en el que se me encogió el corazón




Todos están expectantes a la reacción de los Paradise Five. Dos chicos les han quitado el protagonismo en su propia fiesta peleándose. Eso no pinta nada bien.

—¿Y tú quién te crees que eres? —La pregunta de Blake crea un silencio absoluto en la sala. Ahora solo se escucha la música, "What does the fox says" es lo que suena, no siendo algo muy apropiado para la ocasión.

El chico al que le pregunta no sé si se da cuenta de que está hablando con el líder de los Paradise Five. Lo que sí sé es que se atreve a pegarle un puñetazo delante de todos los presentes, con tal bestialidad que lo tumba directamente al suelo.

Blake se lleva su mano a su boca y se da cuenta de que le ha roto el labio. Se nota como le hierve la sangre, tanto que nada más levantarse le devuelve el puñetazo. El chico es más hábil que él y lo esquiva, volviendo a pegarle otro a Blake.

El resto de integrantes de los Paradise Five van a salir en su defensa, si no fuese porque Nate les detiene.

—Es una cosa entre el chico y él, si le ayudamos dañaremos su orgullo.

Los demás muestran que le comprenden y se quedan en su sitio. Yo observo atemorizada la pelea, siento que en cualquier momento se va a desmadrar todo y va a terminar fatal. Nate parece notarlo puesto que agarrar mi mano haciendo que deje de temblar.

Desvío mi mirada hacia él y frunzo el ceño. Su acción me confunde pero aún así no le suelto la mano. Tengo miedo.

Blake se vuelve a levantar pero esta vez en lugar de usar la violencia utiliza algo peor: el pañuelo negro.

—Y ahora voy a hacer uso de mi privilegio que será poder utilizar el pañuelo negro cuando yo quiera —zanja dándose la vuelta y dejando que la gente comience una guerra con el chico.

Todos comienzan a pegarle en masa. Al principio intenta defenderse como puede pero al final terminan pudiendo con él. Yo hago el amago de ir en su ayuda a detener este acto de violencia conjunto. Sin embargo, Nate tira de mi y me detiene.

—Ni se te ocurra hacerte la salvadora ahora.

—Le van a dar una paliza de muerte —Muestro preocupación. ¿Cómo pueden tener tan poco corazón?

Me siento atemorizada sin saber cómo actuar pero al mismo tiempo queriendo parar la situación de alguna manera.

—Él se la dio a otro primero —Nate suelta mi mano y comienza a subir las escaleras—. Además, todos saben que pasa cuando te metes con un Paradise Five —termina añadiendo antes de perderse entre la multitud.

Me quedo atónita observando cómo no dejan de golpearle. De solo pensar que cuando llegue a su casa su familia se lo encontrara desfigurado se me rompe el corazón.

Sydney se ha ido con Blake y el resto de los Paradise Five, mientras que Megan sigue conmigo observando el panorama. Cuando me doy cuenta ella también está sujetando la mano de Charles, parece que han hecho buenas migas.

—Chicas mejor vayamos con el resto —Miro a Charles que parece igual de preocupado que nosotras. Megan se funde en un abrazo con él mientras se le saltan las lágrimas. Yo, en cambio, decido que es buen momento para marcharme de este lugar siniestro. Siento que se me sale el corazón del pecho y no dejan de venirme las imágenes del chico siendo golpeado.

Me despido de Charles y Megan y salgo de ahí como puedo entre tanta multitud. Llamo a mi madre y no tarda en llegar a buscarme.

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