Besos clandestinos

capitulo 8

Parece que era importante porque no paraban de golpear la puerta

— si que insisten— respondió sebas mirando la puerta.

Camine hacia la puerta y abrí mirando sin entender bien

— ¿si? — pregunte en tono dudoso
— ¿señorita Martina stoessel?— saco la placa mostrando que era detective.
— si soy yo— mire a sebas nerviosa.
— ¿hace cuanto tiene un nuevo empleado?— Pregunto serio el detective.
— pues entro a trabajar hace unos días.
—Sebastian se acerco hacia el y estiro su mano— ¡mucho gusto!
— usted debió informar de que entró un nuevo empleado.

Sebastian bajo su brazo y lanzó un suspiro rascándose su cabeza y yo miré al detective con mala cara

— ¿y porque tengo que hacerlo si es mi trabajo?
— le recuerdo señorita que estoy haciendo mi trabajo.
— okey— mire a sebas y solté un suspiro– tu sigue con tu trabajo.
— si licenciada— respondió sebas mirando al detective.

Una hora después

Llevaba segundos caminando nervioso si seguía así iba a gastar mis zapas y voy literal hacer un hollo en el piso

— ya tranquilo sebastian— me dije a mismo en tono bajo— mejor voy a mi lugar de trabajo.

Camine con una carpeta en mis manos intentando disimular los nervios que tenia ensima.

Me senté en el escritorio de la secretaria carola así creo que era su nombre pero como no había nadie quede con la vista a la oficina de la licenciada.
— Sebastian ¿necesitas ayuda con esas capertas?— Pregunto la señorita carola con una taza de cafe en su mano.
— ay lo siento, pensé que ya no estaría aquí a estas horas
— sip resulta que la licenciada es mi mejor amiga — se rio y luego se sentó en la silla con su café.

asenti con la cabeza y seguí mirando hacia la oficina de la licenciada.
— parece que es muy tedioso ese dectetive ¿no?

— pues no quiero que la licenciada tenga problemas.
— mientras tomaba su café— tranqui son solo preguntas.
— solté un suspiro desanimado – supongo que están aquí porque sospechan de mi, estuve en la cárcel.
— lo se, tini me contó— agarro las carpetas y me miro— pero si no has hecho nada malo, no pasa nada.
— si lo se
sonó mi celular y me levante alejándome para poder contestar.
— hola david— susurre no puedo hablar hay un detective aquí
— ¡mierda!— respondió en tono preocupado— ¿sospecha algo?
— no lo se hermano — seguí mirando la oficina.
— hermano, no dejes que saquen alguna pista o estamos perdidos.

Estaba teniendo una serie de interrogantes en mi oficina y la verdad era agotador

— señorita Martina— anotando en su libreta todo lo que le decia— ¿que estaba haciendo justo ante del atentado?– ¿tienen algún enemigo en la familia?
— no lo se, yo solo fui al evento y nos ocupamos de que salga todo bien, papá es un hombre de política pero supongo que no hay nadie que no lo quiera
— ¿que estaba haciendo usted y su madre?
— como le dije solo le ayudaba a que el evento salga bien.
— ¿que hace este tipo aquí? ¿Porque de la nada trabaja con usted? — si sabe que es un delincuente y que personas como el no cambian— ¿como sabe que el no tuvo nada que ver con el robo?
— yo creo en Sebastian, se que es inocente, además el estuvo conmigo en el momento del robo y me salvo de las balas.
— yo no estoy tan seguro y voy a llegar al fondo de esto— guardó su libreta— buenas noches licenciada— salio de la oficina.

En el pasillo donde se encontraba Sebastian y caro el detective se acerco y pidió algunos datos, saco su libreta y le dio una lapicera a sebastian, yo solo Suspiré.
— ¿como dijo que era su nombre?
— sebastian yatra— respondió sebas con la lapicera en su mano
— ponga su número de documento y lo quiero ver mañana en la estación de policía a primera hora
— Sebastian asintió con su cabeza y escribió el documento— ¡ahí estaré!

Al día siguiente

Me levante más temprano de lo normal y mamá me vio y me preparo el desayuno, no quería molestarla y sabía que se iba a preocupar, desayune lo más rápido posible y agarre mi mochila.

— te me cuidas mi niño— me hizo la bendición con su mano y me dio un beso en la frente.
— te quiero mamá— me puse la mochila y salí de casa.

Agarre mi bici, Suspiré ondo y salí con mis piernas andando lo más rápido posible.

Eran las ocho y treinta y yo seguía esperando y caminaba por los pasillos hasta que el detective me llamo, mi nombre dos veces y con acento, fuerte.

— ¿que hacia ahí esa noche? — ¿como es su relación con la licenciada?
— pues yo solo trabajaba y a licenciada solo es mi jefa, fui a pedir trabajo porque necesitaba trabajar
— ¿de donde se conocen?
— como le digo dectetive es solo mi jefa nada más
— se acerco y me miro a los ojos— te voy a estar vigilando, tarde o temprano los ladrones como tu caen
— trague saliva disimulando y asenti con mi cabeza— ¿ya me puedo ir?
— ¡vete!

Al salir de la estación de policía, estaba hablando por celular con Daniel hasta que de pronto escuche, una voz conocida
— Sebastian— la licenciada se acerco a mi con una sonrisa en su rostro— quería saber como te había ido.
— guarde el celular y mire a la licenciada sorprendido— licenciada hola ¿que hace aqui?
— pues ¿quería saber como te fue ahí adentro?
— bien, muy bien, me hicieron un par de preguntas y ya
— oye ¿y porque no me avisaste– me reclamo mirandome a los ojos— me preocupé por ti
— ¿se preocupo por mi? — Pregunto dudoso y sorprendido
— se acomodo su cabello y me miro algo nerviosa— pues si después de todo eres mi empleado
— bueno, muchas gracias por tomarse el trabajo y venir hasta aquí
— ah no, no tenia nada mejor que hacer!— Soltó una pequeña risa— quiero decir quería saber como te fue solo eso.
— asenti y sonreí — ¿un café?— seguí sonriendo.
— ¿que?
— bueno— dije algo lento y cortando palabras— le propongo que si no tiene nada mejor que hacer se tome un café conmigo.
— Soltó una risa y mostraba sus hermosos dientes— okey

No podía dejar de mirarla como se movia su boca al hablar, sus ojos me miraban con tanta paz y el sonido de su risa y la manera en que acomodaba su cabello, ¡es hermosa! ¿QUE ME PASA, QUE TE ESTA PASANDO SEBASTIAN?