Capítulo 11

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Estire mi mano hacia la puerta y respire ondo sosteniendo el picaporte y abrí la puerta.
— ah Sebastian eras tu — contesto disimulando.
— hola licenciada —respondió con  los papeles en su mano.
— pasa  — abrí más la puerta.

Sebastian entró y miró de reojo mi departamento con los papeles en su mano y luego me miro

— que bonito departamento tiene licenciada  —mientras seguía mirando.
— gracias — hice una sonrisa sin mostrar mis dientes.
— aquí están los papeles —estiro su mano hacia mi.
— los agarre y quede mirando esos papeles — estos son.
— ¿y donde esta el aparato?
— el microondas esta en la cocina —mientras seguía mirando los papeles.
— el microondas esta en la cocina — contesto ironico y su rostro seguía la situación.
— jaja — lo mire y hice una mueca falsa.

Sebastian se dirigió hasta la cocina en pasos lentos, yo me quede respirando y luego de unos minutos fui hasta donde el estaba
— pues no le prometo que se lo voy a arreglar pero voy a intentar —mirando el microondas y tocaba para saber lo que tenia.
— lo miraba atenta y nerviosa — ¿que tiene?
— tomó el cable y me miro — creo que este es el problema, el cable esta cortado.
— como cortado, ¡cortado! — exclame haciéndome la sorprendida.
— si pero no cortado, suave sino hecho con rabia con enojo — repitió mirándome.
— ay por favor sebastian — comencé a caminar nerviosa — a mi casa ni entra nadie más que la chica que limpia.

Sebastian se acerco a mi lentamente y mientras comenzó diciendo

— bueno si fue ella, usted debió tratarla muy mal porque ese corte fue hecho con bronca y a la ligera.
— bueno — lo interrumpí seria — ¿lo puedes arreglar o no?
— si solo necesito unas herramientas y un cable que no creo que usted tenga.
— negué con mi cabeza.
— entonces voy a comprar y vuelvo más tarde.

acompañe a sebastian hasta la puerta una vez que se fue cerre la puerta y aprete mis ojos

— que idiota Martina ¿que haces?

Este si que era un casó, mira que he tenido varios casos pero enserio nunca arregle nada en la casa de mi madre, solo la licenciada lograba eso

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Este si que era un casó, mira que he tenido varios casos pero enserio nunca arregle nada en la casa de mi madre, solo la licenciada lograba eso.

Entre a un lugar donde vendían cosas de la casa y me acerque a la mesada para que me atiendan, prácticamente conocía todos los que trabajan aquí y en todos los super, ellos ya ponían sus caras raras cuando me veían llegar.

Estire mi mano y le señale lo que quería seguro de mi mismo como siempre

— ¿para que quieres todo eso
Sebastian?
— es para un trabajo, me lo pones en una bolsa.
— ¿en que lios andas muchacho?
— rei despacio — esta vez es legal tranquilidad viejo.

Agarro todas las cosas que le pedí y me las metió en una bolsa riendose

— mejor así y no te metas en lios muchacho — saco la cuenta y me la dio. — esto es lo que me debes.
— ok — Agarré el papel y suspire – puedes anotar
— ya van muchas  anotadas                chico  
—  tranquilo te voy a pagar.

Besos clandestinos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora