capítulo 16

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—Rodrigo me dijo que no estaban buscando hijos y el no quiere — me agarro del brazo fuerte — ¿con quien te acostaste? Dime

Papá caminaba nervioso y yo solo miraba y mis lágrimas caían mojando mi rostro

— no me piensas contestar — se acerco gritando — dime con quien.

— solo trague saliva — no me acosté con nadie papá

No pude seguir hablando solo sentí un enorme hueco en mi garganta como si algo se quedó ahí y ya nada pasara ni siquiera mi saliva

— no me piensas contestar Martina — siguió gritando papá.

— me violaron papá, me violaron — volvi a romper en llanto.

— no digas estupideces Martina — se acerco y me agarro del brazo.

No respondía nada solo seguía llorando y cada vez mi llanto era más  débil

— esta bien esta bien — repitió papá caminando de lado en lado de mi habitación.

— no me escuchas lo que te digo — apenas podía hablar — me violaron papá
— nadie se va a enterar — se acerco y me abrazo — te vas a casar con Rodrigo y ya todo seguirá bien
— me separe de el y lo miré con los ojos llorosos — ¿de que hablas?
—  esto puede traer problemas en mi mandato hija
— no entiendo
— ¿que vas a hacer con el bebé? Quizás podríamos averiguar una clínica

Al escuchar la palabra clínica no dude en interrumpírlo

— no lo pienso hacer; deberías buscar el responsable de esto
— hija — se acerco y me tomo de la mano— piensa te casas con Rodrigo y ya esta todo solucionado — me volvió abrazar

Eran las 22 pm y estamos sentados en la mesa de la sala y ya como si nada hubiera pasado. Mamá contrato un modista para mi vestido de novia y estaba feliz al igual que Rodrigo

— amor ¿te gusta la tela del vestido? — Rodrigo me tomo de la mano sonriendo
— obio que le gusta — contesto nervioso papá

Asenti y agarre un vaso de agua pero sin querer se derramó en mi

— lo siento voy al baño— me levante de la silla
— amor ya es tarde ¿nos vemos mañana?
— asenti
— te amo — sonrió a decir esa palabra
— yo también...

Al día siguiente

Terminar de desayunar en casa de David y sali por mi bici para ir a la empresa, me subí y David parecía inquieto

— hermano hoy tienes que llegar antes
— si lo se — acomode mi mochila
— tenemos que hacer bien esta vuelta o seremos hombre muerto
— suspire — tu tranquilo hermano — le toque su rostro — nos vemos más tarde

Me subí a la bici y me fui derecho a la empresa hoy tenia que salir temprano si o si o estaba en grandes problemas.
                     —————

Después de llegar a la empresa y que caro me diera unos papeles más carpeta que tenia que entregar, pase por un montón de lugares de la ciudad en mi bici así toda la mañana hasta llegar a la hora del almuerzo pues como mi trabajo seguía tuve que pedir mi comida algunos se iban y regresaban después de la hora, en este caso preferiría quedarme a terminar todo lo que quedaba pendiente.
Me senté  en el escritorio de caro y abrí mi ensalada y un rico sandwich mientras miraba el diario de pronto escuche la voz de la licenciada.

— Sebastian — dijo en voz alta mirando hacia mi
— si dígame licenciada —  seguia mi mirando mientras comía un sandwich.
— ¿ estas comiendo?
— si — seguía con la mirada en el diario con el sandwich en su mano
— oye ¿porque no vienes terminas de comer en mi oficina?
— deje el sandwich y la mire — no, no se preocupe licenciada yo estoy bien aquí.

En ese instante observe como la licenciada me miro con los ojos grandes bien abiertos mientras se llevaba su comida a su boca

— digo no te parece raro estar en la misma oficina pero comer en lugares distintos
— no — hice un silencio  y contesté— no normal
— okey

Yo seguía mirando mi diario intentando aguantar la risa de esta situación, vamos me hacia el duro pero no podía. La licenciada llevó su comida y su bebida hacía donde estaba sentado y se acomodo ahí en la silla de caro

— odio comer sola osea  ok— contesto modo presumida
— no buen provecho — me puse mi diario en frente de mis ojos y sonreí.

Luego de unos segundos en silencio, la licenciada hizo una carraspera para poder empezar a hablar

— sabes que el pintor del cuadro que viste en casa viene a exponer y deberías ir
— pues dígame usted si es buena idea o no
— sebastian ya
— me pare y la mire serio — ¿porque se va a casar?
— dijimos que no íbamos hablar del tema — respondió nerviosa la licenciada
— usted no está enamorada de su novio
— ¿y tu como sabes eso? — Soltó una risa irónica

En ese momento sonó el teléfono de la empresa y respondi lo más rápido
— hola
— ¿quien habla? Tini — era la voz de un hombre
— si ya le pasó — mire a la licenciada y le di el teléfono.

Anocheciendo

Estábamos en un galpon mirando los planos del lugar que nos tocaba robar

— bueno entonces ¿les quedo claro?
— si
— vamos — cargue el arma.

Era una mercancía super pesada y super complicada de sacar había más de mil guardia por segundo

Cuando llegamos al bajar del camión todos con armas y con capucha para cubrir el rostro, entramos y cada uno hizo su parte pero unos de los guardia quedó despierto

— ¡que mierda paso carajo ! — exclame preocupado
— te dije que se iba a despertar diablo– dijo un compañero.
— escúchame bien — lo agarre del cuello — si nos atrapan te mató con mis propias manos.

Besos clandestinos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora