CAPITULO 10

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Xochitl estaba sentada en un banco en la habitación de Teodora mientras está tocaba su piano, como siempre, un poco desafinado.

La chica tejía una sesta de mimbre para intentar olvidarse de su preocupación por Leo, aunque de poco le servía, la sensación prevalecía.

Paso un momento y de repente entro Alebrije quejándose como era ya su costumbre.

-Pinche Finado ya me hecho a perder otro tamal, si siguen así se los voy a mandar a Evaristo

-Ash, es que tú no los controlas bien, yo los tengo comiendo de la palma de mi mano - presumió Teodora.

-¿Así como a Nando?- respondió Alebrije.

Villavicencio se cayó y con cara de molestia volvió a tocar el instrumento, realmente le había afectado el matrimonio de Fernando.

Xochil estaba por decir algo, cuando Don Andrés entro por la puerta con cara de emoción, nadie lo veía tan eufórico desde que se casó.

-¿Qué pasó Don Andrés?- pregunto Xochitl

-¿Ya encontró otra mujercita que le gusten los rucos?- pregunto Alebrije

El comentario molesto notablemente al fantasma.

- No lagartija sucia, vengo a darles una importante noticia - de un momento a otro su buen ánimo regreso.

-¿Y como que es?

El anciano abrió un poco más la puerta, haciéndole señas a alguien para que entrará, este así lo hizo y en cuanto los demás vieron quien era, se quedaron pasmados entre la emoción y el miedo. Se trataba de Leo.

Las calaveritas, que casualmente estaban por ahí, vieron al chico y sin pensarla dos veces se le abalanzaron llorando.

-¡Leo, volviste!¿Puedes vernos verdad?¡Dime qué si!- decía Moribunda.

- ¡Nunca te había extrañado tanto fuchi cosa! - Finado ya había subido hasta el hombro del chico.

-¿Desde cuándo hablan ustedes dos?- preguntaba Leo con una sonrisa en el rostro.

Los fantasmas no dudaron ni un segundo más en también abrazar a su amigo, estaba bien,a salvó, y podía verlos.

-¡Leo te extrañe mucho, mi naco preferido! - Teodora soltaba lágrimas.

-Tu nunca cambias, ¿verdad?- Leo no sabía si sentirse ofendido o alagado

- Ay, chamaco como te extrañe - el animal apretaba fuerte al chico dejándolo sin respirar.

Cuando él alebrije dejo de ahorcarlo, Leo miro a Xochil, y como un gesto de cariño le extendió los brazos, la niña no dudo ni un momento y abrazo a su amigo, por fin juntos de nuevo.

-¡Leo!, que bueno que estés bien, estaba preocupada - la fantasma se separó un poco- , ya no estás tan enano.

Todos se rieron, estaban felices, juntos, volvían a ser un equipo, y para mejorar aún más las cosas Leo podía verlos.

Podía verlos.

Había recuperado su don.

Teodora pensó un poco en eso y entonces se estremeció.

Si Leo había vuelto a tener su don, eso significaba que el Charro lo buscaría de nuevo, aparto a Xochil y a Leo y con brusquedad jalo las manos del panadero, para su sorpresa, no tenía nada, las venas negras que lo marcaban como sucesor del demonio ya no estaban, eso le agradaba.

- No hay nada- la chica le aventó los brazos a Leo -, está bien no tiene nada.

-Oye que te pasa- se quejó el chico sobando sus brazos

Una nueva aventura//Leo San Juan x Lectora//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora