Capítulo 18

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Como Argentina había pasado a octavos mi prima y yo quedamos a ver un partido más y luego tendríamos que volver a nuestra vida normal en Buenos Aires.

El partido sería 4 días después del triunfo contra Polonia y al día siguiente de ver el gol de mi novio me vino a visitar a la casita de Qatar.

- Qué bien que jugaste ayer - le dije a Julián mientras le hacía mimos en la nuca.
- Te dije que iba a meter un gol por vos.
- No fue por mi nene, ya lo hablamos - revolee los ojos.
- Morocha quédate hasta que nos toque irnos - me miro y me hizo ojitos.
- No puedo, tengo que volver a trabajar - dije suspirando - pero te prometo que van a llegar a la final y todos los partidos los voy a ver alentándote.
- Me vas a hacer falta bostera.
- Y vos a mi gallina - me dio un beso y dormimos una siestita.

Nos levantamos a la tardecita y fuimos con Enzo y mi prima a caminar un rato por esta hermosa ciudad.

- Qué locura todo esto - dijo Delfi mientras miraba con atención cada detalle de Qatar.
- La verdad que si - agregué.
- Lo más loco es que el sábado vamos a estar jugando para clasificar a octavos del mundial, nunca pensé que iba a llegar acá - dice Julián con una sonrisa y la carita iluminada.
- Se lo merecen, los dos - les dice Delfi contenta.
- ¿Vamos un rato a la playa? - pregunta Juli mirando al mar que se veía desde la calle en la que estábamos caminando y todos asentimos con la cabeza.

Caminamos un rato por la playa y tuvimos que parar múltiples veces por personas que se querían sacar fotos con los dos jugadores de la scaloneta y en muchas ocaciones nos reconocían a mi y a Delfi, obvio como "las novias de Enzo y la araña".

Juli me sacó un par de fotos que seguro más tarde subiría y estuvimos toda la tarde, los cuatro, charlando tirados en la orilla del mar hasta que empezó a refrescar y nos fuimos para el hotel donde se encontraba la selección argentina.

- Hola chicas - nos saluda Tini cuando nos la cruzamos caminando con Rodri, mi prima y yo estábamos en shock.
- Hola - la saludamos de vuelta.
- ¿Cómo andan las Paruolo? - pregunta Rodri mientras nos saluda con un beso en la mejilla.
- Todo en orden - digo con una sonrisa.
- ¿Cenan acá hoy? - nos pregunta De Paul.
- Chicas por favor cenen con nosotros, ¡Soy la única mujer! - nos dice Tini y se ríe.
- Nadie nos dijo nada - dice Delfi mirando a Enzo.
- Quédense a cenar chicas - nos invita Enzo y nosotras les decimos que si.

Mi prima y su novio se fueron al spa así que con Julián fuimos para su habitación ya que su compañero de cuarto no se encontraría allí.

- No subiste las fotos que te saqué - me dice mientras se saca la remera, supongo que tenía calor.
- No me gustaron - le digo mirando las fotografías desde mi celular.
- ¿Qué no te gusta? - me pregunta mientras se tira en la cama conmigo.
- No se, como salí - dije haciendo zoom a mi nariz.
- Tenés un perfilazo - dice Juli y me abraza con un brazo para hacerme mimitos.
- No se... salí fea - apagué el celular porque no quería ver mas la foto.
- Juliana no me jodas.
- Ay que te enojas nene te voy a matar - le digo haciendo puchero y poniendo cara de enojada.
- La subís ya.
- ¿Qué vas a hacer sino arañita? - me preguntó y se me acerca hasta rozarme los labios.
- No te doy un beso - se estaba resistiendo.
- Ah mira vos - le digo acercándome un poco más a él para tentarlo.
- Morocha no me hagas esto - era obvio, me terminó dando un beso - ¿Te dije que sos hermosa?
- Varias veces - le sonrio y me agarra el celular de la mesita de luz y lo desbloquea.
- Mira lo que hago - abre Instagram y trato de sacarle el celular pero no puedo.

Julián subió la foto.

@juli.paruolo

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@juliaanalvarez: sos hermosa!😍
@enzojfernandez: yo vi como Julián te sacó la foto...
@julianteamo: déjalo a Julián, es mío
@lascalonetaa: subí fotos con Juli
@cami.cler: te extraño! Volvé ya!

- Te odio - le digo con cara de enojada - no la tenías que subir.
- Bostera sucia cállate y dame un beso - eso fue lo que hice.

Aunque tuve un muy buen rato con Juli, no podíamos hacer el amor por si se llegaba a lastimar, no iba a arriesgarlo en este momento tan importante para el.

- Te amo - me dice mientras me hace mimos en la espalda.
- Yo a vos arañita - me quedé dormida en su pecho.

Pasó un buen rato y me levantó para que me cambie para ir a cenar y me di cuenta que no tenía nada de ropa ahí.

- Me quiero matar - le dije y justo tocaron la puerta así que me paré para abrir - Rodri, pasa.
- ¿Estás con Julián? - pregunta mientras cierra la puerta.
- Estoy acá hermano - le grita Julián desde la cama - ¿Está Tini acá?
- Si, en la habitación, venía a buscar una camisa que dejé el otro día acá.
- ¿Me haces un favor? - le dice mi novio a su amigo, yo escuchaba todo sentada en el sofá de la habitación.
- A ver, decime.
- ¿Qué pasó? - pregunto de curiosa.
- Pedile a Tini algo de ropa para Juli, solo para cenar hoy.
- Estás loco, no le pidas nada - giro a mirar a Rodrigo.
- No hay problema, Juli veni conmigo.
- No hace falta, en serio.
- Dale nena, vamos para la habitación - lo seguí y llegamos hasta su cuarto.

Tini me prestó ropa muy linda sin ningún tipo de problema y nos quedamos hablando un montón. Le conté que la admiraba y que amo sus canciones, parecía una nenita fan.

La cena estuvo muy buena pero a la vez la noche fue algo rara. Hablamos entre todos aunque yo más que nada conversé con las novias de Rodri y Enzo ya que éramos las únicas chicas en la cena.

En un momento me paré para ir al baño y justo venía un excelente delantero, Lautaro Martínez, en la dirección contraria a la que iba yo y nos chocamos, mala suerte para mi ya que tenía un vaso de cerveza si no me equivoco y me manchó toda.

- Uy perdón - me dijo mientras levantaba el vaso del piso - no te había visto.
- No hay problema - digo queriéndome matar porque la ropa era de Tini - me voy a secar, permiso.
- Te acompaño que quiero ir al baño.

Yo no vi nada raro en que me acompañase, al contrario, me pareció muy buena onda de su parte y de paso iba al baño.

Subimos a la habitación de él y le pedí una toalla. Me sequé lo más rápido que pude y le grité "voy bajando". Salí de la habitación y fui a pedir el ascensor.

- ¿Todavía no llega? - me pregunta Lautaro cuando me ve esperando todavía.
- No, es terrible - justo se abre la puerta y nos subimos.

Entramos al ascensor y el jugador de la selección estira su brazo para tocar PB (planta baja) y termina muy cerca mío.

Se me tiró. Lo saqué.

Un amor inesperado - Julián ÁlvarezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora