Capítulo 1

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Después de una extensa jornada de trabajo haciendo fotos para Cipitria, una marca de trajes de baño, por fin llegaba a mi casa para cenar e irme a dormir.

- ¿Cómo te fue hoy pipi? - me preguntó papá cuando llegué a casa.
- Bien por suerte - le dije algo agotada.
- Ay modelito, vas a llegar tan lejos - me dijo mamá - te dejé ensalada preparada en la heladera, solo le falta condimentar.
- Gracias ma.

Agarré la ensalada y subí a comerla a mi cuarto mientras miraba Tik Tok. Todo mi para ti era de boquita, el más grande. Desde chiquita me encanta el fútbol y tenemos un palco en la bombonera al que vamos siempre.

A penas terminé de cenar dejé el bowl de la ensalada en mi mesita de luz y me quedé dormida con el celular en la mano.

Me levanté temprano porque tenía que hacer fotos para Zadig Et Voltaire pero por suerte el rodaje fue corto y no tenía nada para hacer, de trabajo, por el resto del día.

Llegué a casa y me cambié con la ropa más básica que encontré; jean celeste y top negro con converse negras. Me iba a encontrar con Clari, una de mis íntimas amigas, para ir a merendar.

- Hola diosa - me dijo cuando me vio y me saludó con un beso en la mejilla - ¿Cómo te fue hoy?
- Estoy agotada.
- Me imagino - me respondió - pero bueno, él modelaje es así.
- Ya se, amo mi trabajo.
- Yo a veces - me dijo - hoy casi me mato.
- ¿Por qué? ¿Qué pasó?
- Boluda llegué a las 6 de la mañana al estudio y empezamos con las fotos a las 2 de la tarde porque no andaban bien las luces.
- Qué bajón cuando pasan esas cosas.
- Literal que si - me dijo - no veo la hora de estar de vacaciones.
- Queda poco amiga.
- ¿Mañana que te toca? - me preguntó.
- Fotos con Adidas por el lanzamiento de las camisetas de fútbol nuevas.
- Tremendo - respondió asombrada - yo tengo algo de Puma con Lali.
- Ay boluda que bueno - le dije - que fan que soy de Lali.
- ¿No es con nadie más lo de Adidas? - me preguntó - siempre va Messi.
- ¡Ja! ¡Ojalá! Es imposible llegar a Messi.
- Hay que soñar en grande amiga, capaz la vez a Antonella.
- Ojalá.

Seguimos hablando hasta que se nos hizo de noche y volví a mi casa para cambiarme e ir a cenar a lo de mi abuela. Ver a mi abuela siempre me ponía de buen humor, es tan alegre. Y a mi abuelo lo extraño tanto, gracias a él nació mi pasión por boca. Él era fanático desde chiquito y por eso mi papá ahora está loco por el fútbol, la pasión se comparte supongo.

- Qué linda que estás Ju - me dijo mi abuela.
- Gracias abu - le dije y le di un gran abrazo.

Comimos la tarta de ricotta tan famosa de mi abuela y la acompañamos con unas papas a la crema que habíamos llevado de casa.

Cuando terminamos de cenar nos quedamos un rato y pedimos helado hasta que lo terminamos y por fin partimos para mi casa, obviamente me quedé dormida en el camino.

Llegué a casa y me hice mi rutina para la cara que no me hacía hace mucho porque no tenía tiempo pero ya tenía la cara muy seca. Cuando terminé me puse el pijama y me fui a dormir.

Mamá me levanto al otro día y me trajo a la cama yogurt griego con granola y frutas, mi desayuno favorito, y claramente estaba acompañado por un buen latte frío.

- Te amo ma, buen día.
- Buen día mi vida - me dijo - ¿Qué vas a hacer hoy? ¿Trabajas?
- Si, pero casi nada - le respondí mientras probaba un sorbito de mi latte - al medio día tengo que ir a una tienda de Adidas a hacer fotos.
- ¿Adentro de un shopping?
- Si ma, en el Solar.
- ¿Te parece que después nos quedemos dando vueltas por ahí? Quiero comprar cositas nuevas.
- Re.

Mamá se fue a trabajar y yo me quedé sola en mi casa. Me puse la malla y bajé a la pileta a tomar sol un ratito hasta que llegó la hora de empezar a prepararme.

Me limpié el cuerpo porque el pelo lo tenía bastante bien, me puse ropa cómoda para ir a trabajar y me pedí un Uber que al cabo de los dos minutos estaba en la puerta de mi casa.

- Buen día - le dije al señor que manejaba el auto.
- Juli, ¿no?
- Si - le respondí - hasta el Solar.

El viaje fue corto, fueron unos 7 minutos. Le pagué y me bajé del auto camino a la tienda de Adidas que había ahí. Era algo temprano así que primero pasé por Kosiuko y chusmee un par de cosas.

- ¿Tenés este jean en XS? - le pregunté a una de las vendedoras mientras le señalaba un jean negro con brillos.
- Si.
- ¿Me lo podrías dejar reservado?
- Dale obvio, ¿a nombre de quién?
- Julieta.

Miré la hora en el celular y en 5 minutos tenía que estar en Adidas así que, con los ojos en el celular, salí de la tienda y me choqué con alguien que tenía una coca en la mano. Sin querer la volqué y nos manchamos los dos.

- Ay que papelón - le dije sin mirarlo a la cara, estaba concentrada en lo que había hecho.
- Quédate tranquila, no pasa nada - me dijo - igual para la próxima tené más cuidado.

La voz me resultaba algo familiar, no se de donde, así que levante mi cabeza y era nada más ni nada menos que el famosísimo Julián Álvarez, también conocido como la araña.

- Me muero - le dije - ¿te molesto si te pido una foto?
- No, cero.

Nos sacamos una selfie y me fui corriendo a Adidas que ya estaba un poco tarde

Un amor inesperado - Julián ÁlvarezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora