Capítulo 7

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Desayuné un plato enorme de frutas que tenía uvas, melón, frutilla y banana y me hice un café sin azúcar.

Nuevamente, mi Instagram explotaba de likes y seguidores, y más por el comentario de Juli.

Me había escrito Delfi para ir a almorzar, me dijo que teníamos que hablar de muchas cosas así que me puse un jean negro con un top blanco, agarré mi cartera favorita de Prada y salí directo al lugar que habíamos quedado con Delfi, ella ya estaba sentada ahí esperándome.

- Primita no me das más bola e - me dijo mientras me saludaba.
- Ay que decís - estaba sacando la silla para sentarme - te vi hace como una semana.
- Si bueno pero nunca me hablas - me dijo haciendo puchero.
- ¡No puedo creer lo que me estás diciendo! Vos a mi no me hablas.
- ¿Cómo andas con Julián?
- Re bien, ósea nos estamos conociendo pero bien, igual siento que estamos yendo muy rápido - le dije a mi prima mientras leía el menú tratando de decidirme entre dos platos - ¿Vos con Enzo?
- Estoy enamorada mal - me dijo Delfi, le brillaban los ojitos - pero me quiero matar que en un mes se va a Qatar, ¿Julián no se va?
- ¡Boluda no lo había pensado! - dije sintiéndome una tonta - y él no me dijo nada.
- No se, yo quiero aprovechar y estar con Enzo todo lo posible.
- ¿Cuándo se van?
- El mundial empieza en dos meses pero ellos se van un mes antes para empezar a entrenar - dijo mientras se acercaba la moza a tomarnos el pedido - tengo una idea - justo se acercó la moza.
- Señoritas, ¿qué van a querer?
- Yo te pido una ensalada cesar - ella lo anotó en su libreta.
- Y yo unos fideos con tuco y pesto.
- Dale, en breve se los traigo - le sonreímos y se fue.
- Bueno dale, ¿cuál es tu idea? - le pregunté muy curiosa.
- Vayamos a cenar hoy los cuatro.
- Ay re - dije mientras sacaba el celular - le escribo a Juli.

Julián Álvarez

Gallina fea
Qué haces a la noche?

Por ahora nada

Vamos a cenar vos, Enzo, Delfi y yo, que te parece?

Genial
Nos vemos morochita hermosa

Le sonreí como una tarada al celular.

- Del, me dijo que si - dije mientras guardaba mi celular nuevamente en la cartera.
- Buenísimo amiga, yo hablo con Enzo ahora.
- Dale genial.

Volvimos las dos a mi casa y estuvimos un rato ahí hasta que Delfi se fue porque llegaron mis papás de viaje.

- ¡Julita hermosa! - gritó mamá mientras abría la puerta de casa.
- Te extrañamos mucho - me dijo papá mientras ambos se acercaban a abrazarme.
- Yo más, sentí que se fueron una eternidad - dije mientras los seguía abrazando, no los podía soltar.
- ¿Qué haces a la noche? - me preguntó mi papá.
- Voy a cenar con unas personas que adoras.
- ¿Con Cami y Pauli? - papá ama a mis compañeras de trabajo - ¿o con Delfi?
- Con Delfi si, y dos personas más.
- Clari y Ani - dijo mamá.
- Negativo - dije haciéndome la misteriosa.
- ¡Ya se! - dijo mamá sintiendo que descubrió América - ¡Enzo y Julián!
- Siii.
- Vos estás como queres pendex - me dijo papá revoleando los ojos - ese pibe te toca un pelo o te hace algo y lo mato, le arruino la carrera, avísale.
- Ay Marcos, como vas a decir eso - le dijo mi mamá a mi papá.
- Está jodiendo - me reí y mi papá me miró.
- Cuando quieras tráelo a casa a cenar.
- En un mes se va al mundial - les dije a mis papas mientras lavaba unos platos que había ensuciado Delfi - después de eso lo invito.
- Uh mal, el mundial - dijo papá - ¿qué se siente ser una botinera?
- Ay cállate pa, sabes que odio la fama.

Subí a mi cuarto y había una valija llena de ropa que me habían traído mis papás, yo les había pedido ropa para salir y la mitad de la valija era eso, estaba contenta

- Los amooo - les grito desde arriba.
- Nosotros a vos - contesta mamá gritando desde el living creo.

Empiezo a revolver toda la ropa y a probarme cosas pero nada me gustaba, me veía gorda. Este complejo venía de que cuando era chica era un poco rellenita y unas zorras en el colegio me hacían bullying. Por culpa de ellas tuve anorexia seguido por bulimia y no comí por mucho tiempo, incluso estuve internada. Esto no lo sabía casi nadie porque me daba vergüenza. Pero finalmente me terminé decidiendo por un jean gris de american eagle y un top nuevo muy lindo que me habían traído mis papás y bajé para irme, Julián me pasaba a buscar.

- Hija, antes de que te vayas te tengo que sacar unas fotos - me dijo mamá que, como cualquier persona grande, ama fotografiarme - estás muy diosa.
- Ay ma no jodas.
- Dale, después la subís a Instagram ahora que sos famosita.
- Cállate, ni me lo digas.

Mamá me terminó convenciendo y me sacó un par de fotos, no estaban tan mal.

Llegó Juli y me subí al auto. Lo saludé con un beso.

- Tardaste morocha e - dijo mientras me abrochaba el cinturón.
- Mamá me estaba sacando un par de fotos, perdón.
- Te perdono si me las mostras - me miró con una sonrisa y me guiñó un ojo.
- Cuando llegamos te muestro, estás manejando ahora.
- Bueno bueno - revoleó los ojos y yo me reí.
- No me habías dicho que te ibas al mundial - le dije algo incómoda.
- Pensé que sabias - respondió el encogiéndose de hombros.
- Ósea si, pero no me había puesto a pensar en eso.
- ¿Me vas a venir a ver? - me preguntó haciendo puchero, no me podía resistir.
- No puedo, ojalá - le dije - tengo mucho trabajo.

Juli lo entendió pero hizo silencio y suspiró.

Fuimos a Fabric y, cuando llegamos, estaba lleno de fans y gente pidiéndole fotos a Juli. Me quería ir a la mierda. Juro que prefería estar en casa de la abuela escuchando sus historias de cuando tenía mi edad, una más aburrida que la otra.

- ¿Ella es tu novia? - le pregunta una fan y me señala - wow, es hermosa.
- No es mi novia - responde Juli mientras se sacaba una selfie con esa fan.
- ¿Y que son? - pregunta un nene que estaba ahí.

Juli y yo nos quedamos callados. ¿Qué somos? No lo sé. Pero quería seguir siendo eso.

Un amor inesperado - Julián ÁlvarezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora