Un amor inesperado - Julián Álvarez

Capítulo 19

No le conté a Julián lo que había pasado con Lautaro porque quería que disfrute del mundial y que no ande pensando en otras cosas. Fue difícil ocultarle algo por un buen tiempo pero era por su bien.

Ya había llegado el partido de Argentina vs Australia y mi prima y yo estábamos llenas de felicidad pero a la vez tristeza porque sabíamos que al día siguiente nos íbamos en el primer vuelo del día.

Le escribí a Julián mientras estábamos en el Uber para desearle suerte y cuando llegamos, Delfi y yo, fuimos a nuestra ubicación y esperamos hasta que inicie el partido.

Julián❤️🐔

Mi amor mucha suerte
La vas a romper

Gracias Ju!!!
Vas a ver que voy a meter un gol
Para vos

El partido comenzó y Juli estaba de titular, yo era como una mamá orgullosa y no paraba de alentar con mi prima.

- VOLVEREMOS A SER CAMPEONES - gritaba a todo pulmón - ¡CÓMO EN EL 86!

Argentina venía muy bien y quien iba a ser si no era el histórico 10 metiendo un golazo que dejó festejando a todo el estadio.

12 minutos después vi claramente la presión de Rodrigo De Paul para que después aparezca la araña para meter un golazo. Hizo una J con los dedos y casi me desmayo.

- ¡Te amo mi amor! - grité casi desaforada.
- Araña estás loca - grita mi prima a mi lado.
- ¿Vos sos la novia de Juli? - me pregunta un pibe que parecía tener más o menos mi edad que se encontraba sentado atrás mío.
- Si - le digo sin pensarlo.
- Estás más buena en persona - lo miro con asco.
- Callate idiota, tiene novio - mi prima se enoja y el chabón no vuelve a decir una sola palabra en todo el partido.
- Qué desubicado - le digo a Delfi en el oído.
- No le des bola.

El partido seguía y cada vez los a Australianos se los veía mejor. Gol de Goodwin, uno del equipo contrario.

La tribuna alentó más fuerte que nunca y hubieron muchos que gritaron previamente un tiro al arco de Lautaro Martínez que desde afuera había parecido gol pero no lo fue.

El Dibu fue la estrella de la noche, solo dejó pasar una pelota que era imposible de atajar. Cada vez me enamoraba más.

Y Julián... no tengo palabras para el gallina. Ya había metido 2 goles en su primer mundial y algo me decía que iba a meter más. Verlo crecer como persona y futbolista, siempre a su lado, me llenaba el corazón.

El siguiente partido sería el Viernes contra Países Bajos que por el momento estaban teniendo un muy buen mundial y eso me asustaba, más sabiendo que yo no iba a poder estar acompañando a mi novio.

Al finalizar el gran partido y triunfo del día, con Delfi nos fuimos a despedirnos de los chicos que no sabíamos en cuanto los volveríamos a ver.

Llegamos a su hotel y estaban todos festejando y como no queríamos interrumpir nos fuimos a hacer tiempo al baño. Si, al baño.

- No me quiero ir - me dice mi prima a punto de llorar en el baño.
- Del no pasa nada, ¡estuviste acá y con tu novio! ¡Estás con Enzo Fernández! ¿Qué más querés?
- En serio que nada, soy la persona más feliz y afortunada del mundo - se estaba poniendo sentimental la pendeja y la abracé.
- Bueno, ¿vamos?
- Vamos - salimos del baño y fuimos para donde estaba la scaloneta.

Los chicos por suerte ya no estaban festejando sino que se encontraban sentados en unos sillones y saludamos uno por uno, los felicitamos por su triunfo y me fui con Juli a caminar un rato por el hotel que era inmenso.

- Gracias por haber venido, estás completamente loca - me dice y me da un beso.
- Me pone muy contenta todo lo que lograste, vas a llegar lejísimos - pasa su mano por detrás de mi nuca y me abraza.
- No te vayas.
- Tengo que trabajar nene, ojalá quedarme - Juli suspira - pero te voy a alentar a través de la pantalla y siempre que tengas un ratito te voy a llamar.
- Obvio - me dice y me da un besito.

Seguimos caminando y parecía que nos estuviésemos despidiendo para siempre, estábamos muy sentimentales.

- Te amo - le dije, no siempre le digo que lo amo.
- Yo mucho más morocha.
- Igual nene nos vemos en un par de días, tampoco es el fin del mundo.
- Pero me cuesta separarme de vos - me miraba a los ojos y juro que si seguía así dejaba de lado todo y me quedaba.
- Te prometo que van a ser campeones - le dije y saqué un ticket de compra que tenía en el bolsillo - ¿Tenés lapicera?
- No.
- Espérame acá - me levanté.

Fui al lobby a buscar una lapicera ya que no estábamos tan lejos de allí y volví con él gallina.

Saqué el ticket que había agarrado anteriormente de mi bolsillo y escribí "Hoy 3/12 te prometo que vas a ser campeón del mundo. Te amo"

- No lo leas - le dije mientras guardaba el papel hecho un bollito en su bolsillo - lo vas a sacar solo cuando yo te diga, guárdalo bien.
- Bueno, me das miedo - dijo mientras miraba cómo ponía el ticket en su bolsillo atentamente.
- Prima, vamos - llegó Delfi.
- Un ratito más - le dije haciendo puchero.
- Tenemos que terminar de cerrar las valijas, el remis nos busca en un rato, acordate que nos vamos de madrugada - la miré triste y suspiré.
- Chau morocha - me dijo Julián y me partió la boca de un beso - nos vemos a la vuelta.
- Mucha suerte gordo, te amo - lo abracé y me fui con mi prima.

Esos días habían sido sin duda los mejores de mi vida pero, como dice mi abuela, todo llega a su fin.