Pasaron varios días desde el concierto con Seung Won y hay una centena de preguntas que rondan por la cabeza de Pablo.Las experiencias vividas en los últimos días pusieron todo lo que fue pasando en un plano distinto. Principalmente porque el Pablo que salió de Argentina, definitivamente no será nunca más el mismo que vuelva una vez que termine esta aventura. Ha corrido mucha agua bajo el puente y cada detalle de cada encuentro ha ido dejando marcas en la psiquis y en su interior. Aún se niega a pensar en su corazón como un agente en el conjunto de cambios que se están dando, porque el aceptarlo sería poner en juego algo sumamente valioso para él. A pesar de todo, su necesidad de auto preservación para evitar ser lastimado una y otra vez, sigue activa.
Las cosas se ven con distintos cristales a medida que la vida nos va pegando sacudones para reaccionar. Que uno reaccione, o no, es algo totalmente distinto. El querer y el poder reaccionar depende del estado emocional y mental en el que cada uno se encuentra en ese momento, y para Pablo, todo es confusión. Todo es una gran masa de nombres, palabras, sensaciones y datos que tiene que ordenar primero para poder saber a ciencia cierta, qué hacer con el resultado.
Los dedos ágiles del joven se mueven con destreza mientras se hace el nudo de la corbata frente al espejo de su habitación. No puede creer que en apenas un mes haya tenido algo con su jefe, que su novia lo haya corneado, que haya conocido a dos extranjeros atraídos por él con actitudes completamente distintas y que encima, haya redescubierto facetas propias que pensó había enterrado en su adolescencia. El beso con Seung Won esa tarde en el departamento lo tomó por sorpresa, pero no fue desagradable. Fue una especie de bálsamo en medio de una tormenta, una caricia al alma después de tantos cachetazos recibidos de todos lados.
Sus pantuflas con los colores de Argentina se dirigen hasta el living para esperar a su compañero. Mira su reloj. Aún están a tiempo. Se agacha en el escalón de la entrada para colocarse sus lustrosos zapatos negros. Scaloni finalmente se hace presente y le sonríe fugazmente antes de que comiencen su viaje por el ascensor hasta la cochera.
Pablo es de manejar, pero le deja el trámite a Lionel porque es evidente que al hombre le encanta. Él aprovecha para mirar por la ventana mientras el majestuoso Río Han los acompaña en su trayecto para arrancar el día. Observa a los chicos en las paradas de autobús con sus uniformes escolares similares a los de marineros, gente común que va a trabajar con su maletín en mano, otros en moto, madres llevando a sus chicos en cochecitos. La vida sigue, en cualquier parte del globo mientras nosotros seguimos pisándola. Se expande y conecta de manera natural, con sus miles de intrincaciones que nos hacen íntimamente humanos.
Durante la primera reunión de la mañana, Pablo apenas puede escuchar lo que dice Sonny porque su cabeza sigue maquinando con su nuevo conocido local. A pesar de que se besaron y salieron juntos una vez, no puede llamarlo 'novio' o 'pareja' de ninguna manera porque tampoco se habló demasiado del tema. Lo cierto es que sí, Seung Won es un hombre estupendo con todas las letras. Sexy, carismático, educado, gentil, empático. La pasa bien con él cuando están juntos, ríen, comparten cosas, pero al final del día, el que lo recibe en la casa es su compatriota, quien con su sola presencia lo descoloca.
Es que Pablo no puede olvidar lo que pasó entre ellos.
Y es ahí cuando el cordobés se replantea si realmente le gustan los hombres o qué. Sentado en su escritorio, tipea un mail a uno de sus compañeros para pasarle una parte del código en el que están trabajando y a los dos minutos se lo devuelven, alegando un error. Pablo relee su trabajo y se da cuenta de un error estúpido que rápidamente corrige y reenvía. Decide tomarse un momento y con su café en mano, se dirige a la terraza para disfrutar de la vista y relajar. Toma asiento en una de las bancas a disposición del personal, junto a los pequeños espacios verdes que Samsung creó para que sus empleados puedan ver algo de verde luego de tanto trabajo sin parar.
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Cuerpo Extraño (Scaloni x Aimar)
FanfictionScaloni y Aimar son empresarios senior y junior en una empresa de tecnología que comercializa los sistemas de control automático en fútbol. Les sale una pasantía por un año a Corea del Sur, a Samsung para adquirir más conocimientos para sus producto...