Capítulo 17

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El día llegó.

Lionel está más nervioso que el día del que será su propia boda. Espera al investigador privado que contrató en el café que el hombre le sugirió, a fin de que no lo sigan las cámaras de paparazis. Tiene que ser muy cauto con la información que maneja, y sobre todo, no puede dejar que nadie se entere de lo que está haciendo por su cuenta.

Scaloni levanta la vista y observa al tipo acercarse a su mesa. Se sienta y lo saluda cordialmente. "Bueno, aquí le traigo lo que me pidió. Como me dio una extra, le traje tres copias de cada informe. Le sugiero que a uno lo guarde en una caja fuerte en un banco por si las dudas."

Al oír esas palabras, Lionel sabe que cada billete que puso, lo vale. "Muy bien."

"Pero primero," el investigador posa sus manos sobre los tres sobres. "Tengo que avisarle que lo que va a ver puede no solo comprometer su matrimonio sino también toda la estabilidad de la familia y el conglomerado Samsung."

El hombre respira profundo. "¿Tan grave?"

"Amigo, usted destapó una olla que ni el mismísimo presidente querría ver." El investigador procede a sacar una carpeta del sobre color madera y la gira para que Lionel vaya viendo las fotos y las copias de los documentos que pudo recuperar. "Aquí tiene las actas de creación de la Fundación para las Artes que Samsung creó con el fin de que Su Jin, la tercera hija del presidente, pueda lavar un poco del dinero que genera la empresa con algo socialmente aceptable."

"No me sorprende en lo más mínimo. En todos lados se hace esto." Scaloni mira los nombres en las actas y pasa a la siguiente hoja.

El investigador ríe entre dientes. "Claro, pero lo que usted no sabe..." dice, mostrándole la primera foto del paquete, "es que Su Jin es una jugadora compulsiva. Y que el juego clandestino está penado por ley en Corea del Sur."

Lionel frunce el ceño y mira de cerca las fotos que se suceden. Es su prometida sentada a una mesa de un garito clandestino apostando con otros jugadores a la ruleta. En otra foto, jugando al póker, y en todas se ve perfectamente su cara. Son pruebas irrefutables. "Esto es muy, muy peligroso y escandaloso."

"¿No es justamente lo que usted quería? Yo investigué a fondo. Pagué lo suficiente como para juntar todo el material. Ahora, no se tire atrás," exclama el investigador, levantando una ceja.

"No, no, para nada." Scaloni arquea las comisuras de sus labios en una sonrisa triunfal. "Me acaba de salvar la vida. Pero ¿cómo se puede comprobar el tema del dinero?"

El investigador pasa un par de hojas de la carpeta y le señala con un dedo las cifras multimillonarias de una cuenta de banco. "Aquí tiene los movimientos de la cuenta de Su Jin. Son extracciones en cajero sin justificación en sus gastos. Lo más interesante, es que los fondos los retira de la cuenta de la Fundación para las Artes. O sea, malversación de fondos y sumado a eso, juego ilegal. Yo no sé cómo se toman el juego ilegal en su país, pero acá significa mucho más que eso. Es una condena social de por vida y podría hundir a toda la familia sin excepciones. Especialmente si es la familia más poderosa de Corea del Sur."

Lionel entiende que tiene oro líquido en sus manos y piensa aprovecharlo al máximo. "Muchísimas gracias por su trabajo. Esto es excelente." Scaloni guarda todo en el sobre y toma los otros dos. "Se merece un bono por esto. Cualquier cosa estamos en contacto."

"Para lo que usted desee, señor." El investigador le extiende la mano para saludarlo al estilo occidental y Lionel sonríe, aceptando el gesto con un fuerte apretón. "Mucha suerte."

...

La secretaria del presidente de Samsung tipea rápidamente en su computadora mirando de reojo al futuro esposo de la heredera. Lionel espera pacientemente sentado para ingresar al despacho del presidente, junto a un maletín que lleva en su mano. Prefiere ser discreto. Traer un sobre de papel madera a una oficina es mala señal y sobre todo en el lugar en donde está.

Cuerpo Extraño (Scaloni x Aimar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora