Azrael siempre ha tenido una vida complicada, quizás se le complico aun más cuando su mejor amiga murió o quizás siempre fue así solo que ella lo hacia sentir todo de una mejor forma.
A pesar que desde esa muerte él ha sido completamente distante d...
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JEFFREY PARK
Exhalo aligerando la presión de mi pecho intentando mantenerme relajado en lo que espero el aviso para abordar al avión hacia Berlín para seguir encargándome de los procesos en contra de mi padre, y es que está siendo más difícil de lo que llegué a pensar que seria. De todos modos, el proceso es lo de menos, es lo que debo afrontar por su culpa.
Tomo nuestros anillos observando los grabados en su interior y sin importar cuanto piense en esa noche, no recuerdo el momento exacto en el que lo mandamos hacer; lo único que se me viene a la mente, es que el joyero lo puso por su propia cuenta para sorprendernos. Lo más difícil de hacer, fue pedirle el divorcio cuando evidentemente es lo que menos quería hacer. La sensación fue similar a como si estuvieran arrancándote el corazón y estuvieras siendo consciente de ello. He perdido muchas cosas a lo largo de mi vida y por una vez me sentí privilegiado, con él me sentí tan dichoso que la idea de perderlo de la manera más cruel me invadió.
Como dijo: «Es mejor verlo a la distancia a no poder verlo más». Aunque ahora ni siquiera tengo el privilegio de poder verlo a unos metros de distancia. Estamos completamente alejados y es aún más doloroso pensar en ello.
Cuando todo termine, cuando él termine pudriéndose en la cárcel; buscaré todas las formas posibles para que me perdone y esta vez no dejaré que nadie y nada se interponga entre nosotros. Nos casaremos como debe ser, estaremos juntos y si no es demasiado pedir, formaremos una familia.
Es un deseo ambicioso, pero lo quiero todo con él.
Guardo su anillo en mi bolsillo poniéndome en mío, alzo la mirada hacia los horarios de salida que tienen los vuelos esperando que sea la hora. Eso de estar en procesos judiciales es una porquería; debo estar constantemente entre Múnich y Berlín para reunir las pruebas necesarias contra mi padre mientras Christian se encarga más que todo de proteger el patrimonio de la familia.
Me explotará la cabeza, ¡estoy jodidamente cansado!
Los altavoces del aeropuerto informan de la cancelación de algunos vuelos hacia Berlín y Brandeburgo hasta nuevo aviso. Menuda locura, llevo esperando dos horas para poder abordar y ahora se supone que lo están cancelando. Si serán unos hijos de la gran mierda.
Gruño pasándome las manos por la cabeza, es que esto tiene que ser una jodida broma. Me levanto recorriendo el lugar hasta la salida, me subo al primer taxi desocupado indicándole la dirección de la casa de mi madre. Estuve en tanto movimiento durante el día que necesito descansar un poco, no es mucho pedir. Recargo mi cuerpo en espaldar del asiento cerrando ligeramente mis ojos, al instante que lo hago empieza a sonar el aparato del demonio. Vale, parece que descansar no es ni siquiera una opción.
Suspiro tomando la llamada sin molestarme en abrir los ojos.