Capítulo 4

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—No sé nadar... —Chilló asustada mi hermana, cuando se atrevió a dar unos pequeños aleteos, fue interrumpida por ella misma — ¡Agárrame Yuna, me voy a ahogar! —YeoJin se agarró de mí con mucho miedo a ahogarse, la profundidad de la piscina ni siquiera era peligrosa, pero ella era una llorona cuando se trataba del agua, según su imaginación, un ataque de tiburones o de pirañas podría ocurrir en cualquier momento porque nunca estamos libres de esta especie.

Obviamente sus ideas son opacadas por la lógica que tengo yo. Es casi imposible que las pirañas se metan por el conductor de la limpieza como en esa película que YeoJin miró, también es imposible que la escuela contraté un tiburón -para que se yo- y lo meta en la piscina sin avisarle a nadie, no creo que el director quiera demandas y padres llorándole en el portón del colegio sobre su poca responsabilidad.

—Yo tampoco sé nadar, solo camina en el agua. —Ese era mi más grande secreto, era capaz de llegar hasta el fondo sin mucho esfuerzo.

Es que no soy tan alta como tú. —Siguió lloriqueando, más por el cloro del agua que de la tristeza, así que miré a las tipas que estaban jugando waterpolo, me hubiese gustado participar, pero no quiero que después YeoJin muera porque no he estado con ella, sería infortunio que mi hermana muriera por mi irresponsabilidad.

Solté a YeoJin con mucha delicadeza diciéndole que se quedé ahí, caminé hasta cierta distancia -más exactamente a la orilla- de la piscina para ver si podíamos intentar lo de hace rato. Que intenté nadar con un poco más de rapidez.

Mi hermana se movió unos pocos centímetros, se sintió lo suficientemente confiada y sin darse cuenta volvió a caer en el agua, ella no intentaba flotar como cualquier persona normal haría en un paso en falso o tropezón, nop, ella movió sus brazos de manera errática repitiendo mil veces la palabra: "¡Voy a morir, Yuna!"

Cuando volví a suspirar por milésima vez, sentí a alguien detrás de mí, era leve la presencia, solo que no fue capaz de esconderse de mí, con mucha rapidez me volteé para encarar a la persona que nos estaba viendo.

Adivinen mi sorpresa cuando la chica que nos observaba muy cerquita, tanto así que casi me chocó con ella cuando di la vuelta, era una sirena, una que ya había estado en el radar mío y de los lobos por razones tontas, los lobos porque tienen generaciones de odio y yo porque se me hacen muy interesantes.

¿Qué cómo sé que es una sirena? Bueno es una pregunta que no puedo responder, solo lo sé.

Y aparte porque la única manera para notarlas, según Sunoo, es por cómo se ven, sientes un pequeño latido en el corazón que te dan nervios, algo así como mariposas en el estómago, te sientes enamorado y muy hipnotizado, mayormente pasa con los hombres, ya que con las mujeres era un cuento diferente... Según mi compañero el lobito tonto, solo nosotras tenemos un sexto sentido para detectarlas, tanto así que nos caen pésimo el primer momento que nos vemos.

Como nunca antes he desconfiado así de alguien en mi vida, lo supuse, y también porque estaba afuera de la piscina y no adentro bañándose como las demás. La excusa de: "Estoy en mi periodo" No funciona conmigo, porque cuando alguien está en esos demoniacos días, ni siquiera se tienen ganas de hablar con la gente o ser amable, lo digo de primera mano.

Además, es extraño el hecho de estar alejándose de las pequeñas gotitas que le estaban cayendo muy cerquita, si era humana, entonces no tendría miedo de esa pequeña cantidad de agua, ¿no?

Me encargué de tranquilizar a YeoJin para que ya no hiciera tanto movimiento en el agua con sus pobres brazos cansados. No sentía nada por parte de la chica, nada que dijera sobre una pelea o algo así. Solo por eso la ignoré.

I don't understand | YuchaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora