3. Conociéndose en las sombras

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Derek Schell

Tras un tiempo las puertas del ascensor se abrirían, dejándome ver que aquel lugar era super lujoso, a mi tanto brillo no me gustaba. Caminé hasta llegar a aquella chica, su cabello era totalmente diferente al de Oliver, ya está lo tenía de un rosa intenso con leves mechas azules.

Tras hacer la prueba, me dijo que al día siguiente sabría si me hubieran contratado o no. Mientras seguía haciendo turismo por Moscú. Las horas pasaron, como no sabía que hacer decidí ir a un bar.

Objetivo de esta misión: Beber hasta perder el conocimiento.

La música estaba tan alta que parece que iban a romper las paredes en algún momento, yo no soy alguien de ser muy apasionado a salir de fiesta, pero, necesitaba estar aquí por algo.

Estaba jugando con el borde del vaso, pensando en: ¿cómo coño encontrare a ese irlandés en un lugar tan grande?

Ni si quiera lo sabía, tome el vaso y bebi lo que faltaba. Quería seguir bebiendo pero ni siquiera sabía que pedir. Ahí que antes de que el barman dijera algo, hablo

—¿Qué me recomiendas?

—Mm, ¿Qué le parece un "Long Island Iced Tea"?

Nunca había probado aquel coctel, así que ordene aquello. Un largo suspiro abandono mi boca, me di cuenta de que no era el único sentado en aquella barra, ya que me estaban mirando con recelo, a ver sé que no soy tan guapo como parece, pero joder su mirada empezaba a ser incomoda.

Suspire, iba a decirle algo pero el camarero me entrego un vaso de tubo bien cargado de cubitos de hielo, el líquido que estaba en su interior era un color ámbar, supongo de la coca cola, al probarlo pude percibir que tenía un sabor muy similar a un refresco de té helado, pero más cargado. Estaba bien.

Mire hacia de reojo hacia mi lado izquierdo, lleva puestos unos pantalones azules, unas jordans negras y azules, junto con una camiseta negra de manga corta; en su brazo derecho estaba plagado de tatuajes. Tras aquella mirada, volví a mirar a mi bebida.

—Veo que has puesto tu mirada en mí, ¿ves algo que te guste? - lo escuche cerca de mi oído, lo que me hizo casi saltar del susto.

¿Cuándo se me acerco?

—No creas, solo estaba mirando a lo que tanto me miraba - confesé dándole un trago a mi bebida. — Se que soy guapo, pero no me desgastes ¿sí? Deja que el resto vea mi belleza - reí tras aquella frase, aquel coctel me había subido el ego, lo admito.

Estuve hablando con él por un rato largo, la verdad a primeras me cayó bien.

Al menos eso es lo que yo aparentaba, la persona que tenía delante de mis narices se trataba de Ean Karlsson, un completo hijo de puta. ¿Por qué digo esto? Sencillo, sé que solo eran rumores pero, lo confirmo por el trato de que le dio a una camarera; lo que la gente decía acerca de él: machista, clasista y homofóbico.

A ver, el ultimo es prácticamente "media" población rusa. Había una sirvienta en su casa que su madre y él maltrataban psicológicamente, había un rumor de que él también la maltrataba físicamente.

De pronto una chica apareció de la nada, se acercó a Ean y mi primera acción fue mirarla de arriba a abajo: aquella joven de contextura delgada y curvilínea, sus ojos marrones, cabello largo hasta la cintra se veía oscuro por las luces del lugar y su piel morena. Tría puesto un vestido negro que se ajustaba perfectamente a su cuerpo llegaba hasta por encima de sus rodillas.

Definitivamente hermosa.

Aquella chica la había visto antes, pero... ¿dónde? ¿Quién era aquella chica?

COBARDE: MENTIRAS || Saga Mancuso #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora