COBARDE: MENTIRAS || Saga Mancuso #1

4. El rencuentro con los viejos y nuevos enemigos

Derek Schell

El día era lluvioso, pero, en vez de ser agua, caía sangre. Perteneciente a las víctimas de aquel trágico 24 de diciembre en Alemania. Las calles estaban embarradas de sangre.

Corría escuchando los gritos y los sollozos de la gente a las cuales había perdido a alguien. En mi caso, yo no los encontraba, ¿Dónde estaban?

"Müller..." "Mamá..."

¿Dónde mierda están? ¿Dónde estáis?

"No quiero quedarme solo..."

Vagos pensamientos pasaban por mi mente.

Llegue aquel callejón y escuche aquel disparo que retumbo en todo el callejón, junto al grito que salió de su boca. Mi madre me llamaba en mi lugar era prácticamente imposible llegar a caminar, mis pies estaban inmóviles.

El disparo de la HK USP, el miedo heló mi cuerpo... Con el ultimo aliento que me quedaba grite, esperando que me oyera alguien o ella.

—¡MAMÁ! – grite, levantándome de la cama a su vez el sonido del "BIP BIP" del despertador sonaba. De nuevo aquella pesadilla, la hiperventilación apareció al igual que las lágrimas. El despertador seguía sonando.

Tras calmarme apagué aquel infernoso despertador y me levanté. Me fui al baño a ducharme, que se convirtió en una larga ducha. Hacia un tiempo que aquella pesadilla no aparecía en mi mente.

¿Cuál sería la razón para haberla vuelto a tener?

Después de vestirme me fui a hacer el desayuno, tostadas con mermelada de fresa y otras con chocolate. Mientras untaba la mermelada me hacia un café algo cargado, hoy sería un día intenso.

Tomé mi agenda y miré lo que tenía que hacer:

» 10:30 - Acudir a la cita del psicólogo (obligación de: Kim, Adio y Omar)

» 12:40 - Tras salir del psicólogo, ir al restaurante de la prima de Oliver Lindbergh

» 13:00 - Ir a la policía metropolitana de Kremlin.

Teniendo esas tres cosas en mente, empecemos por la primera. Bajé por las escaleras, para llegar al garaje mientras escuchaba "las de la intuición" de Shakira.

El centro de salud al cual debía de ir tenía una forma un poco... rara, ya que era redonda. 

En fin, subí la cuesta y entre al que ponía: "Clínica de salud mental". 

Después de dar los datos en la entrada, me senté cerca de la consulta, dos mujeres se acercaron a donde estaba, una traía puesta una bata blanca la típica de los médicos, y la otra en cambio no. 

Lo que me pareció curioso y extraño fue que la que no traía la bata entro en otra habitación, al lado en donde la chica de la bata blanca me indicó que fuera hasta la última sala del pasillo.

Entré, nada más entrar vi el sitio donde se iba a sentar ella, en la mesa solo había un ordenador, detrás de la mesa de esta había unos altavoces en la pared pero, eso no fue lo que más llamo mi atención. Fue el cristal que estaba medio oculto por un armario.

¿Estaba acaso en un interrogatorio? ¿Una policía me iba a interrogar?

Tras contarle mi vida, algunas cosas las omití y las maquillé. Me solté y se lo dije casi todo.