COBARDE: MENTIRAS || Saga Mancuso #1

7. Nunca confíes en nadie

Derek Schell

—Solo hablaré con Leo Mancuso. - exigió Roth.

Escuchar aquellas palabras me hizo reaccionar, sabía que "Leo Mancuso" fue la mano derecha de una banda alemana, pero solo había una pega...

—Está muerto, murió unos días después de que lo hiciese su madre. No aguantó con la ansiedad y acabó matándolo. – dije sin mirar a Roth ni Kesar, la mirada de Kesar se clavó en mí, supongo porque me puse nostálgico. — Lo sé, por qué yo mismo encontré los restos de ese accidente.

—Es imposible, ¡Leo nunca morirá! – Roth no podía creérselo y la verdad, yo tampoco.

Pero, sabemos que nadie es inmortal.

—Es la verdad, yo tampoco lo creía, pero si, lo está. – dije acariciando la venda donde tapaba mi tatuaje. — Kesar, me dejas hablar con él, a solas. - recalque, le mire a los ojos y dije. — Nada de mirar detrás del cristal. 

Kesar me miró sin entender pero mi postura era firme así que entendió que iba en serio. 

Kesar se fue, cuando vi que se fue me separé de la pared y caminé hasta llegar a una silla que había al lado de Roth, le empecé a hablar en alemán a la vez que descubría un poco del tatuaje que se encontraba en mi mano derecha, Roth al ver la cabeza del dragón sabía lo que iba a pasar a continuación, tras una larga pero breve charla me dijo lo que quería saber todo en voz baja y sin que se le viera del todo los labios a la hora de hablar. 

Era posible que aun siguieran detrás del cristal o después miraran las grabaciones para saber que le dije y que me dijo él.

Sali de la sala de interrogatorios para reunirme con los demás, antes de salir coloqué mejor las vendas de mi mano.

Vi a los tres, Kesar, Bruno Castillo que es uno de nuestros compañeros y Ilias Gusev que es otro compañero este último es sobre todo el informático. 

Les conté lo que me había contado Roth, aun que algunas cosas me las guardé.

Como teníamos parte de la información aquella noche iría a ver a Oliver, hacia días que me había mandado un mensaje.

No, corrijo, millones de mensajes recordándome que fuera a verlo.

La verdad su prima me había dado varios días libres los cuales los use para ir a acostarme con Kesar.

De alguna manera tenía que matar el tiempo, o el tiempo me mataría a mi.

El día de hoy sería diferente, Kesar me llevó al apartahotel y al despedirnos me fui a cambiar de ropa, me coloqué una gabardina negra junto al casco de moto.

Cuando saqué el casco de la moto encontré una nota de hyung:

Derek no vendré hasta las 20:38 de mañana tengo asuntos pendientes que atender con la abogada.

Este hijo de puta se la va a truscar, asi le sale más barato.

Bueno eso no es tema mío, me puse el casco y salí del edificio.

Mientras caminaba trataba de recordar la información que tenía acerca de Oliver: es dueño de una de las cadenas de bancos y viñedos más grandes del país.

Aparqué la moto en un hueco libre que encontré por la calle, me quité el casco y caminé hasta el interior del edificio.

Me sorprendió que a estas horas, es decir, a las siete de la tarde se suponía que debería de haber personal por los pasillos pero no.