Capítulo 15

9 0 0
                                    

La velocidad con la cual nos aparecemos en el edificio es casi inmediata. Nuestro espontáneo plan es simple, el primer paso es que nos abran las puertas en este día feriado puesto que dudo tengan las puertas abiertas al público o trabajadores. Nos detenemos frente a la puerta, el esperado momento llegó, y al abrir las puertas algo nos sorprende. Ambas puertas de vidrio están disponibles para moverse casi de forma automática. Como si fuera un favor de Azherts, la recepcionista nos abre las puertas apenas nos ve aproximarnos al lugar. Al cruzar las puertas ella nos informa que no somos los primeros en cruzar la entrada, dejándonos unas advertencia en suspenso. Entramos al elevador para dirigirnos al último piso, al llegar esas luces doradas y unas pocas voces se presentan aperturandonos a una situación interesante. Una reconocida voz femenina interroga al vicepresidente con dureza, nadie más puede tener tal valentía que la misma Mason. Caminamos rápidamente hacia ellos para contemplar la escena en silencio. Wanther, liderando tanto el caso como nuestro pequeño grupo, se acerca a su líder para ponerse al tanto de lo ocurrido en esos minutos. El Maestro y yo nos apartamos, esta no es nuestra escuadra y mucho menos nuestro encargo, sin embargo tengo el derecho de estar aquí al ser yo el propietario de esa teoría.


—¿Hace cuanto el presidente Lorath lleva haciendo eso? Debe haber alguien registrando sus pasos. —interroga Wanther, poniéndose al lado de Mason.


—Hace un tiempo, no puedo definirlo. Creo que inició hace un año y medio luego de que el presidente Lorath entrará al ministerio junto a los altos líderes. —confiesa Viver, sin rehusarse a contestar las preguntas.


—Debió ser ese el momento en que alguien de su lado se opusiera a él. Creo que alguien traicionó al presidente Lorath, no hay forma de que adivinara la mejor forma de hundir al presidente Lorath sin conocerlo. —puso Mason, comenzando a analizar toda la acumulación de información que cae.


La actitud de Mason es más fuerte que aquellos días, mucho más profesional y dura. Ella se concentra en armar las piezas que Wanther también pensó en la cafetería. La líder toma distancia para caminar en círculos mientras piensa detenidamente. Viver observa a la mujer merodear con pesantez mientras se siente enseriado por la preocupación que abunda en el aire. Gira sus ojos cuando parece haber finalizado de analizarla. Mi presencia parece ser ahora su centro de intriga.


—¿Estás con ellos? —pregunta Viver mirándome a los ojos, sin una expresión clara.


Las palabras de Viver produce que Wanther y Mason dirijan sus ojos contra mi, la intensidad se intercala en la líder, quien apenas me llega a notar. Cuando Mason me ve de pies a cabeza interrumpe sus pensamientos para dirigirme la palabra sin esperar a que le responda al vicepresidente.


—Llegas en el momento perfecto, hechicero Ghither. ¿Recuerdas el nombre de las personas que te atacaron en el pueblo? —pregunta Mason, poniendo toda su atención en mí.


—Solo tengo un nombre y es de la chica. Se llama Alie, pero la conocí por el apodo de Katrina, al parecer fue puesto por uno de los jefes. Los otros sujetos mantuvieron su nombre en secreto. —respondo, nervioso por toda la información que debo dar al presentir que diré algo mal.


—Dime lo que te dijeron cuando estabas bajo su mando. —ordena Mason, insistente por las respuestas.


—Dijeron que un superior me seguía el rastro por un buen tiempo. Les ordenaron seguirme y llevarme ante él. Según Katrina, me iban a asesinar. —comento cada detalle de esa tarde, tratando de no confundir cada pedazo.

Guerra del dominioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora