henrry

Capítulo 20

Decidí entrar nuevamente al salón; estar afuera pareciese estar en un funeral, estando a unos segundos de estar en el salón cuando la voz de Matt fue dirigida hacia mí, me di media vuelta de puntillas, el me llamo con un movimiento de cabeza, rápidamente capte la señal; a paso ligero y con una mirada fulminante llegue donde se encontraba, le tiré mi mirada firme hacia sus ojos; no lo podía creer que fui a donde él estaba, pensaba evitarlo, pero por el presentimiento que tenía; por lo que sentía que no puedo explicar era imposible de evitarle.

Una vez al mes habían visitas, mis familiares nunca habían llevado venían a visitarme, nunca habían tenido la dignidad de llegar a ver cómo me encontraba, de mis dos o tres meses que estaba dentro de esta cosa, me siento solo, que mal que no tengo amigos para que me hagan compañía. Pero todavía no pierdo la esperanza que mis padres se acordaran de su hijo, el menor de todos, espero su visita, y que será pronto. Mientras tanto tengo que estar alejado de mi familia.

Estaba sentado, solo, en el mismo lugar donde vi a Mia sentada en esta linda mañana, ella se acercó a mí y a un susurro me dijo: —Nunca olvidare esta mañana donde tú me has.

hablado y te conocí —lo cierto que me ha asustado. Mis mejillas ligeramente se han cambiado de color, esa muchacha es demasiado hermosa, sus ojos cálidos menta me trasmiten una sensación única—. En mi mente estará que en este lugar había conocido a una chica super wai—.

¡¡No podía creer que mis padres se encontraban en este lugar!! Después de tanto tiempo de no verlos están aquí; los veo con estos ojos grandes y cenizos.

No los veía desde que estoy en esta estúpida celda, no nos llevábamos mucho, como madre e hijo; de hecho, desde que estaba con Kamila.

¡¡Kamila!! Te extraño —mis ojos se cristalizan—.

—¿Por qué lloras? —una voz femenina un poco madura hablo tras de mi dejándome pensativo—. Después de salir de ese pensamiento corto asentí; volteé disimuladamente hacia atrás.

—¿A caso no sabes quien soy? —mis lagrimas definitivamente salieron sin pedir permiso alguno—. Me lancé hacia ella con mis brazos abiertos, mi madre me abrazo muy fuerte; si sentí el calor de madre a hijo, no podía creer que volviera a sentir eso que jamás había sentido con ella.

Había perdido la cercanía con ella; la misma de antes ya no era igual. Ella tiene que respetar mi decisiones, tiene que respetar lo que siento; lo que sentía por Kamila era algo único y que no quería apartar de mi lado, pero para ella solo era una chica desgraciada y que no era para mi conveniencia.

—¡Claro que sí! ¿Cómo podre olvidarte? ¡sabes que te amo y eres alguien importante en esta vida! —creo que ella no creyó lo que le decía.

Vi que iba caminado un poco sola Mia, le lleve hacia mi madre para sentarlas juntas a ambas, quiero que se lleve una expresión buena. Me dijo que tenía una buena noticia para mí; en verdad quiero que se "muy buena".

Mia, te presento a mi madre, madre ella es Mia, mi novia.

Mia puso una cara de asombro. Sé que apenas nos acabamos de conocer para decir eso —le guiñe mi ojo derecho—, hice ese gesto para que me siguiera la corriente, creo que de una capto; su expresión ahora es diferente.

¡¡QUÉÉÉÉÉÉÉÉ¡¡ ¿Ella es tu madre? Mucho gusto en conocerla —abre sus brazos para preparar un apreciado abrazo, mi madre lo acepta y se dan un beso en cada mejilla—, Henrry me ha hablado mucho sobre usted ¿sabe? —. Se ve que ambas se agradaran. Siento vibras diferentes que con Kamila.

—Hijo... ella si que es una hermosa chica, es perfecta para ti —su sonrisa en su cara me cautivo, nunca había visto su cara así con algo que fuese relacionado conmigo—.

Mia se ve muy acogida con ella, creo que le fascina ser mi falsa novia. Lo hice para impresionar a mi mamá, no quiero que siempre piense lo que ha pensado de mí. Mi padre siempre ha sido duro conmigo; al igual que mi padre, a diferencia que mi padre ya ha fallecido. Un poco lo extraño, creo que es normal ¿no?.

Mia aprovecho para dejar a mi mamá estado solo: —¿Cómo se llama tu madre? De hecho, es mega hermosa—.

No podía dejar de ver como se portaba Mia, su emoción la hacía mirar mucho más linda de lo que era, me gustaban mucho su verde de sus ojos, es una de mi debilidad de ella; me enamoraba a un más al verle así.

—JAJAJA —no podía creer lo emocionada que se miraba, no sabía porque se había emocionado, pero no quiero arruinarle la emoción—.

—¿Por qué te ríes? ¿acaso me miro tonta—.

—JAJAJA. No, al contrario, te vez muy tierna y más hermosa de lo que eres—. Sus mejillas comenzaron a enrojecer. Creo que ahora si estoy enamorado de ella... —¿Me dirás como se llama? ¿o qué? —.

—Si, claro. Emma, Emma Richard—.

—Su nombre es hermoso. No puede ser que finja ser tu novia —hace un leve movimiento con su ceja izquierda— y no sepa el nombre de tu madre.

Todo esto que esta pasando con Mia lo disfruto, siento que la mi química que siento con ella es mucho mas diferente que con la de Anna, esa perra que sirve más que para usar a las personas.

Mi madre se acercó donde ambos estábamos, Mia y yo sentados en el mismo lugar que nos conocimos, lugar que siempre llevare plasmado en lo mas profundo de mi corazón.

Nos colocamos en forma de una pareja perfecta. Todavía no creo que mi mamá nos creyese esta calumnia.

—¿Y bien, cuanto tiempo llevan de pareja? —esa pregunta saco a ambos de la fantasía que tenemos con ella—.

Mia volteo a mirar un poco confusa con la pregunta, jamás imaginamos que ella nos preguntaría eso. Yo la voltee a verla igual.

—Un... si... un mes —dos meces. Si, un mes—.

Ambos tartamudeamos al contestar. —¿Enserio? ¿acaso no se acuerdan de fecha en la cual comenzaron? —sentí que mi alma fue puesta en mi ser—. Si, solo que... no estaba segura—.

—Mamá, llevamos un mes de novio—.

—¿Sabes? Ella me gusta como una nuera—.

—¡¡Y a mí como mi novia!! —ella se sonrió un poco—.