Omegas de Suay Village #4

Cap. 18

Fue tan bueno ver que New se instaló en su nuevo lugar. Realmente había trabajado duro en ello, poniendo sus propios toques personales en el apartamento, y ahora era acogedor y confortable donde había estado un poco espartano cuando se mudó.

También fue gratificante ver a todos reuniéndose esta noche, organizando este baby shower sorpresa para él. Había sido idea de Fluke, y tuve que admitir que ni siquiera había pensado en eso. New nunca me había parecido el tipo de persona a la que le gustaba un gran alboroto, pero al ver a todos allí esta noche, apoyándolo, se veía feliz y tranquilo.

Y muy, muy embarazado.

Las semanas que pasé lejos de él solo habían servido para reforzar cuánto me importaba él. Había estado a punto de dar ese último paso durante mucho tiempo, pero siempre había algo que me frenaba. Algún miedo, de lo desconocido tal vez, o de tomar una decisión tan trascendental y que cambiaría mi vida. Una vez que dije esas palabras, no había vuelta atrás.

¿Pero incluso quería volver atrás? New era todo lo que siempre había deseado en una pareja: cariñoso, divertido y amable. Él iba a ser un gran padre, y nunca había perdido un poco de mi atracción por él. Todavía sentía el mismo tirón que tuve cuando lo vi por primera vez la noche de la reunión.

Había decidido que esta noche era la noche. No podría haber habido una ocasión más adecuada, con todos nuestros amigos y familiares a nuestro alrededor. Pero estaba tan ocupado, con tanta gente. La atención de New estaba constantemente en otra parte, y de repente mis nervios comenzaron a estallar de nuevo.

Había imaginado un gran gesto delante de todos, pero cuando llegó el momento, nunca pareció ser el momento adecuado. Mi estómago se retorció en nudos y mi boca estaba seca.

Finalmente, toqué a Mew en el hombro, y nos escapamos cuando New llamó la atención al preparar la comida. Mew me miró inquisitivamente, pero pareció comprender y me siguió sin preguntar nada delante de nadie.

Estábamos parados en la calle frente al edificio de apartamentos de New, temblando en el frío aire nocturno.

—¿Qué es? —Me preguntó Mew—. ¿Qué pasa?

Me detuve por un momento, me tomé el tiempo para pensarlo realmente.

—New está tan cerca de dar a luz, —dije, lenta y deliberadamente— Y creo que he tomado mi decisión final. Pero... estoy nervioso. ¿Es lo correcto?

Mew me sonrió tranquilizadoramente.

—Hay una manera fácil de saber eso, —dijo— ¿Lo amas?

—Más que nada, —respondí, inmediatamente y sin dudarlo—. Más de lo que alguna vez he amado a nadie.

—Entonces, ¿a qué le tienes miedo?, —Preguntó Mew—. Dime la verdad, porque una vez que hayas hecho esta elección, no hay vuelta atrás.

—Creo que eso es lo que temo, —dije—. Es... como si ya no tuviera miedo de salir del armario con todo el mundo. Hice las paces con eso hace un tiempo. Diablos, todos saben que soy el padre del bebé de New de todos modos. Todos los que importan. —Suspiré y traté de ordenar mis confusos pensamientos y emociones en un todo coherente—. Creo que es... Nunca antes me había sentido así por alguien, Mew. Nunca. Da un poco de miedo y es inesperado. Siempre imaginé que me establecería con una mujer, y luego me enamoro de un hombre, completamente loco. Es tan... sorprendente, a falta de una palabra mejor.

—Me encantan las sorpresas, —dijo Mew—. Especialmente buenas. Y parece que esta sorpresa es lo mejor que te ha pasado. Es perfectamente natural enamorarse locamente de tu omega. Demonios, te envidio.