El Casino Casa Sandra fue una sorpresa. Clarke se había preparado para encontrar monstruosidades de hormigón a lo largo de la playa y luces de neón al estilo de Nevada
- Es bonito - exclamó
- Sí que lo es.
La bahía era un amplio semicírculo rodeado de una franja de arena de color marfil. El hotel correspondía exactamente al cartel del aeropuerto: bloques de tres plantas entre densos jardines. Incluso el casino, visible desde la carretera y situado en un promontorio en el extremo más occidental de la isla, parecía una hacienda de estilo español entre hibiscos y palmeras.
- Vaya, no hay letreros de neón.
Ella dejó escapar una risita.
- Los casinos no son sólo lugares de hamburguesas y máquinas traga monedas. Instalar un casino en un lugar como éste es crear un estilo de vida - comenta en tono burlón, sin mirarla.
Clarke entornó los ojos.
- ¿Eres una jugadora experta?
- Podría decirse que sí - contestó ella, con una sonrisa. Clarke sabía que se reía de ella.
- Yo no juego - anunció.
Lexa se echó a reír a carcajadas.
- Entendido.
Clarke habría gritado de rabia. Pero era suficientemente sincera para admitir que se merecía la burla. Su observación había sonado pedante y remilgada. Todo lo que ella no era.
- ¿Te gusta tomar el pelo a la gente? - preguntó fríamente.
- Nunca me canso - comentó sin dejar de reír. En ese momento el vehículo avanzaba por un camino sinuoso entre densos arbustos y viviendas con paredes cubiertas de parras.
Clarke contemplaba el mar, que de pronto desapareció tras un muro cubierto de bugambilia de un vivo color púrpura.
- Esto es asombroso -dijo en voz alta. Cuando bajas por el camino ya no ves una construcción junto a la otra.
- Intenta no mostrarte tan asombrada cuando te presente a Gustus y Sandra. Han trabajado mucho en este hotel y están muy orgullosos de él.
Pero cuando cruzaron la entrada porticada, Clarke no tuvo tiempo de felicitar al dueño del hotel. Una mujer menuda los esperaba furiosa.
- Por fin has llegado, Lexa. ¿Por qué has tardado tanto? - saludo ignorando a Clarke - No hay nada en la cocina y la preparación de la comida lleva una hora de retraso.
- Lo siento, Sandy. Hubo que cargar muchas cosas.
La mujer saludó a Clarke sin interés y, tras abrir las puertas del vehículo, empezó a hurgar en el interior.
- Sandy es tu anfitriona - dijo Lexa con una sonrisa - Más tarde te la presentaré. Aquí viene Gustus. El te dará una habitación.
- ¿Una habitación? - preguntó Gustus - ¿Se dedica a bucear o a jugar?
- A nada de eso - contestó Clarke, con sorpresa - ¿Son los requisitos para hospedarse aquí?
- Normalmente nuestros huéspedes son buceadores o jugadores.
- Gustus distribuye las habitaciones según las actividades de los huéspedes. Los buceadores se levantan al amanecer y los jugadores se acuestan muy tarde. Gustus los separa para que no se molesten unos a otros - explicó Lexa
Gustus nó era tan atractivo, pero tenia un excelente porte y mucho más amable que Lexa - Hemos descubierto que el sistema funciona - explicó.
Luego tomó el bolso de Clarke y los condujo a un vestíbulo de piedra, muy fresco.
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Solamente tu
FanfictionAquella playa soleada estaba llena de secretos y deseos... La supermodelo Clarke Griffin necesitaba escapar de todo, así que se marchó de incógnito a la Rivera Maya en busca de paz. Pero la paz era algo inalcanzable si Alexandra Woods estaba cerca...