Tomadas de la mano fueron riendo y chapoteando por el agua hasta llegar a la playa.
Por un momento, Clarke pensó en Echo y Bellamy, en sus padres... en todos. Tomarse de la mano significaba «te quiero, estamos juntos». Bueno, al menos para los demás.
Pero Alexandria Woods era una completa desconocida. Y Lexa no la amaba... no sentía nada por ella. Pensaba que ella era sexy y divertida... pero solamente eso... Y fue cuando deseó no serlo.
Bueno, en ese momento no valía la pena pensar. El lugar era mágico y la mujer a su lado, maravillosa.
- ¡Las primeras huellas! - exclamó alegremente antes de pisar la isla. Luego se puso a bailar, mostrando una amplia sonrisa en su rostro, se sentía feliz, sin ninguna presión, sin nadie que la buscara... se sentía libre, solo como una persona normal.
Bajo los pies descalzos sentía la arena ardiente y echó a correr. Finalmente se tumbo en el suelo bajo la rama de un árbol, al borde de la playa, y volvió la vista atrás. Lexa la miraba riendo y le hizo un gesto de saludo burlón.
- Podrías ser una hermosa bailarina exótica - comentó Lexa cuando estuvo a su lado.
- Lo tomaré como un cumplido - dijo ella con una sonrisa. De pronto se dio cuenta de que Lexa llevaba una bolsa - ¿Qué contiene?
- Cerveza... tu bikini...el tubo de respiración para bucear,
- ¿Qué es eso, por el amor de Dios? - inquirió Clarke, ahogada.
- Un machete - respondió con calma.
- ¿Tienes un machete? - casi chilló.
- No, me lo ha prestado Gustus. Pero sé usarlo, no te preocupes.
Ella se dejó caer en la arena.
- Estoy a solas con una psicópata - proclamó en tono dramático, mirando al cielo.
- Este objeto sólo mata mangos y Yacas.
- Me vas a raptar y vas a convertirme en una pirata como tú. Y nunca más veré a mi familia - anunció, divertida, al tiempo que la miraba con una expresión trágica
- Para ser una buena pirata tienes que tener talento y ser realmente una chica mala - dijo mientras le entregaba el bikini.
- Toda mi vida he sido una chica buena - declaró, desilusionada. Lexa alzó la vista hacia ella. Sus ojos brillaban.
Y antes de que ella pudiera respirar o decir una palabra, se inclinó y la besó.
Fue un beso intenso y rápido. Un beso que podía haber sido medio en broma, como parte del juego del pirata.
Pero Clarke sabía que no lo era, por más que Lexa hubiera vuelto de inmediato su atención a la bolsa sin decir una palabra. Ella todavía podía sentir en los labios la presión de su boca, más elocuente que cualquier palabra.
Sí, lo sabía. ¿Pero sabía qué quería hacer? No, por el momento. Más serena, Clarke se sentó y le ayudó a sacar las cosas de la bolsa.
- Las sandalias - dijo Lexa al tiempo que se las tendía - Póntelas. Si pisas un erizo te advierto que el médico está muy lejos.
Ella no discutió.
- Gracias - dijo mientras se las ponía.
Clarke no quería que volviera a tocarla, no mientras se encontrara sumida en tal torbellino de emociones. Y Lexa no lo hizo.
- Ven vamos a visitar nuestra isla - dijo Lexa extendiendo su mano para que ella la agarrara.
Ella se puso de pie, omitiendo el gesto.

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Solamente tu
FanfictionAquella playa soleada estaba llena de secretos y deseos... La supermodelo Clarke Griffin necesitaba escapar de todo, así que se marchó de incógnito a la Rivera Maya en busca de paz. Pero la paz era algo inalcanzable si Alexandra Woods estaba cerca...