Un pasillo alumbrado discretas con antorchas a los laterales iluminaba el camino que conducía al casino. Todo era bonito, seguro y civilizado. Pero más allá de las luces se percibían movimientos furtivos, susurros, croar de ranas, gruñidos de animales que no eran seguros ni civilizados. Y la mujer que se hallaba junto a ella tampoco era demasiado tranquilizadora por así decirlo era impredecible como una tormenta, no sabias si podía convertirse en un huracán o solo una simple llovizna.
Alexandra Woods, aventurera. ¿Qué significaba eso?
- Me pregunto qué es ser una aventurera exactamente - dijo Clarke - Llevar una vida aventurera significa, por ejemplo, que estás familiarizada con eso que se mueve entre los matorrales, ¿no es así?
- Bueno, hay muchos tipos de aventuras en lugares agrestes. Verás, tienes que visitar Africa. Tienes que aprender a conocer la naturaleza y la vida salvaje. En cuanto a eso que se mueve entre los matorrales, diría que es una iguana grande - dijo amablemente.
- No te creo. Yo tuve una iguana cuando era pequeña... Y sólo son de un tamaño
Ella negó con la cabeza.
- ¿Estás segura de haber estado antes en Mexico? Esos animales abundan por aquí.
- La última vez que estuve en Mexico, yo... - alcanzó a decir Clarke, y se paró en seco.
- ¿Sí? ¿La última vez que estuviste en el Mexico, tú...?
- No buscaba iguanas - afirmó Clarke con convicción.
Luego se mordió el labio inferior. Se estaba convirtiendo en una horrible mentirosa. Tal vez debió haberle dicho su verdadero nombre y su profesión.
- ¿Y qué buscabas? - preguntó, algo divertida. Pero también cautelosa.
- ¿Quién eres? ¿La Santa Inquisición? - preguntó malhumorada.
- Sólo intento aclarar los hechos. Creí oírte decir que eras una viajera experimentada. Pero parece que tu experiencia es un poco limitada.
Clarke se detuvo y la miró con las manos en las caderas.
- Mi experiencia no es limitada.
Lexa también se detuvo y la miró de arriba abajo. Y entonces la malvada ceja se volvió a alzar
- Ya, ya.
Muy enfadada, Clarke echó a andar a grandes pasos.
- Bueno, nunca he tenido que jugar para ganarme la vida - dijo después en un tono dulcemente venenoso - Vamos, enséñame ese aspecto de la vida aventurera
Más tarde entraron en el casino, que era como un hotel del futuro. Construido en forma octogonal, era más amplio de lo que se apreciaba desde el exterior. Seis de sus lados estaban formados por paredes de cristal que miraban al mar. Había pequeñas mesas de cóctel colocadas junto a las paredes exteriores. Allí los asistentes podían sentarse, jugar a juegos para dos personas o tomar una copa mirando las estrellas.
Pero lo más importante sucedía en el centro de la estancia.
- Es como una pista de patinaje - comentó Clarke, fascinada.
- Es cierto - convino Lexa
Había mesas para jugar a las cartas, mesas con niletas y mesas de backgamon. Todas estaban iluminadas. Se escuchaba el murmullo sordo de las conversaciones. Pero principalmente se oía el sonido de las fichas, el runruneo de las ruletas, el sonido de las cartas en las mesas, el tintineo del hielo en las copas, el taconeo de zapatos altos en un suelo brillante.
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Solamente tu
FanficAquella playa soleada estaba llena de secretos y deseos... La supermodelo Clarke Griffin necesitaba escapar de todo, así que se marchó de incógnito a la Rivera Maya en busca de paz. Pero la paz era algo inalcanzable si Alexandra Woods estaba cerca...