Ok...Eso es nuevo

Capítulo 8

Enid iba a ir a cortejar a Wednesday, la chica podía reírse en su cara (si es que Wednesday se reía alguna vez), o rechazarla, o directamente ignorarla, pero maldita sea, Enid iba a intentarlo. Sabía exactamente por dónde empezar.

–¿Por favor por favor por favor por favor por favor?–, rogó, con las manos cruzadas frente a ella en un movimiento de oración. Wednesday estaba de pie frente a ella, con los brazos cruzados sobre su pecho, su habitual mirada en blanco en su rostro.

–No. Absolutamente no–.

–¡Pero vamos! ¡Todos van!– en lugar de responder, Wednesday simplemente pone los ojos en blanco, agarra un libro y se sienta en su cama.

–No me importan todos, Enid, ¿por qué querría ir a una fiesta en medio del bosque?–. Ella abre su libro y finge leer.

–Te preocupas por mí, ¿no?–. Enid se deja caer de rodillas, descansa su mitad superior en la cama de Wednesday y le da sus mejores ojos de cachorrito. Wednesday se gira para mirarla y Enid nota que su rostro se suaviza un poco, sabiendo que la tiene.

“Y hay una gran fogata, ¡te encanta el fuego! Y todos estarán súper borrachos para que puedas ver a la gente caerse y tomar decisiones estúpidas y avergonzarse mucho. ¡Te encanta ver sufrir a la gente!–. Enid despotrica emocionada, los ojos se le iluminan al pensar en Wednesday realmente divirtiéndose.

Wednesday no responde, simplemente suspira y esconde su rostro detrás de su libro.

Un "bien" tranquilo y sin gracia.

Enid chilla y salta sobre ella, casi tirando el libro de sus manos mientras envuelve sus brazos alrededor de la niña más pequeña. Para gran disgusto de Wednesday, apoya la cabeza contra el hombro de Enid mientras casi muere aplastada. Enid tira hacia atrás, rebotando arriba y abajo.

–¡Voy a ayudar a Yoko a prepararse, volveré a buscarte en una hora!–, ella salta fuera de la habitación, cerrando la puerta ruidosamente. Wednesday suspira, golpea su cabeza contra la cabecera y deja caer su libro en su regazo. Iba a ser una noche larga.

Wednesday mira fijamente el vacío negro que es su guardarropa, con la mano en la barbilla tratando de decidir qué ponerse. Quiero decir, ella solo estaba yendo al bosque con un montón de imbéciles, ¿por qué debería importar su atuendo? Bueno, Enid estará allí y está segura de que se verá genial como siempre, ¿tal vez debería intentarlo al menos un poco ? No reflexiona sobre el cumplido silencioso que le dio a Enid, sino que hurga desordenadamente en la ropa, completamente diferente a ella.

–Hará frío, así que algo de manga larga...–, murmura para sí misma distraídamente.

Dedos corretea desde su lugar junto a la ventana, Enid le había comprado una pequeña cama originalmente destinada a un gato como una broma. Curiosamente, le encantaba no tener que dormir más en la cama o el escritorio de Wednesday.

Él chasquea dos veces antes de señalar una manga larga a rayas blancas y negras, ella la arroja sobre la cama y saca un suéter negro de cuello alto y un chaleco, colocándolos uno al lado del otro. Ella los mira con un suspiro de frustración. Debate entre los dos durante unos buenos cinco minutos.

–¿Cuál es mejor? –, ella pregunta mientras él salta sobre la cama, mira entre los dos antes de comenzar a hacer señas,

–¿Mejor?–.

–Sí. ¿Cuál me haría lucir mejor según los estándares sociales?–.

–¿Qué? ¿Desde cuándo te importa?–.