Han JiSung y la caza del mago [#4]; minsung

14. El plan

Guía de colores de Han JiSung:

Rojo: enojo. Rosa: vergüenza. Violeta: enamorado. Azul: triste. Celeste: emocionado. Blanco: peligro. Amarillo: preocupado. Verde: asustado. Naranjo: confundido. Gris: dolido. Marrón: neutro. Verde menta: alegre. Negro: cansado. Verde oliva: miedo. Rosa pálido: culpa. Rubio cenizo: nerviosismo. Crema: decepción. Magenta; frustrado. Turquesa: calma. Berenjena: querido, amado. Salmón: orgulloso. Fucsia: excitado.

Capítulo 14

El plan

Septiembre 30, viernes en la mañana

MinHo era consciente de su posición social, y durante todo el mes había querido evitar el enfrentamiento directo. Sin embargo, las acciones de a poco tenían que perpetuarse, y su personalidad debía de sostenerse con una base empírica que lo hiciera transformar su objetivo en su meta.

En su cama, tosió un poco. Su garganta picaba y sus huesos dolían, por lo que sentarse en su cama fue toda una odisea. Su cadera aún la sentía débil y creía que no había una forma de poder contenerse físicamente.

—¿No quieres ir donde Poppy? —preguntó uno de sus compañeros de cuarto: JuYeon, quien se anudaba su corbata.

MinHo tosió y negó. —Es el clima, creo. Me hace mal.

A sus pies, Soonie jugaba con las calcetas envueltas de MinHo, saltando de un lado a otro. Su segundo compañero de cuarto: SeongHwa, salió del baño con un cepillo en su boca, y frunció el ceño tan pronto como vio a MinHo.

—Te ves horrible.

MinHo se levantó con cuidado de su cama, y empezó a andar hacia el baño con su muda de ropa. Soonie, lealmente, lo siguió entre saltos. Tras encerrarse, MinHo se vio en el espejo y tomó como real las palabras de su compañero: las ojeras estaban marcadas, se encontraba pálido, y lucía como alguien que no tenía los achaques normales.

Como siempre, MinHo odiaba ser hombre lobo.

Luego de que Soonie usara la caja de arena que él instaló en el baño y MinHo tomara una ducha, se colocó su uniforme adentro salvo los zapatos, y se arregló para lucir lo mejor posible frente a la gente. Sin embargo, aun con el resplandeciente broche de Premio Anual no podían darle la mejor apariencia. Guardó a Soonie del baño y se fue de ahí.

—Dejen lo más limpio posible —ordenó MinHo, mientras iba hacia su bolso—, intentemos no darle demasiado trabajo a los Elfos Domésticos.

—¿Sabes cuándo vienen los de las otras escuelas? —preguntó SeongHwa, anudándose su corbata.

—No. ¿Hicieron sus deberes?

—Seh... —mugieron los otros dos.

De su baúl, sacó una pequeña bolsa racionada de la comida de Soonie y lo guardó en su otro bolsillo, pero el mero movimiento de levantarse le hizo su espalda baja crujir de fuerza impresionante, lo que le hizo afirmarse de la cama.

—Hasta acá sonó ese crack —imitó JuYeon—. ¿Seguro que no quieres ir con Poppy, MinHo?

—No. —MinHo se forzó a colocarse recto y alzar su barbilla hacia los otros dos chicos. —Abran las ventanas. Yo me adelanto.

Y de su mesa de noche tomó el pequeño papel de pergamino rasgado que le hizo presionar su mano a tal punto que sus nudillos se volvieron blanco. Se apresuró en salir del dormitorio y logró alcanzar a escuchar a SeongHwa llamarlo «idiota» en el momento que cerró la puerta. MinHo no lo negaría, porque su carácter no era tan dócil como el resto de las personas; pero si sus compañeros no fueran tan idiotas, ellos podrían tener una convivencia normal. SeongHwa intentaba usar los poderes de MinHo en el cuerpo estudiantil para cubrirlo en clases, mientras que JuYeon parecía consternado con la extraña enfermedad que creía que MinHo tenía.