37. Nacer para correr

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Guía de colores de Han JiSung:

Rojo: enojo. Rosa: vergüenza. Violeta: enamorado. Azul: triste. Celeste: emocionado. Blanco: peligro. Amarillo: preocupado. Verde: asustado. Naranjo: confundido. Gris: dolido. Marrón: neutro. Verde menta: alegre. Negro: cansado. Verde oliva: miedo. Rosa pálido: culpa. Rubio cenizo: nerviosismo. Crema: decepción. Magenta; frustrado. Turquesa: calma. Berenjena: querido, amado. Salmón: orgulloso. Fucsia: excitado.

Capítulo 37

Nacer para correr

Tw- hay descripción de violencia gráfica

"A veces desearía poder congelar la imagen y protegerla de los trucos divertidos del tiempo."

Slipping through my fingers; ABBA

"La carretera está llena de héroes rotos, en su última oportunidad de poder. Todos están fuera de la carretera esta noche, pero no hay lugar para esconderse."

Born to run; Bruce Springsteeen

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Era música de 1977 sonando en 2007.

Well, I remember every little thing – as if it happened only yesterday – parking by the lake and there was not another car in sight —Erick cantaba mientras se movía por todo lo que pareciera ser la cocina, con sacudidas de hombros y traslado de hojas de escritorio a escritorio. Con jugosidad, miró hacia Hana y la apuntó—, and I never had a girl – looking any better than you did – and the kids at school – they were wishing they were me that night.

Hana ignoró por completo el coqueteo de Erick. Junto al caldero que tenía, sacó un pequeño molde de plástico con escarabajos de colores y lo llevó hacia el pequeño JiSung sobre el mesón.

—Destruye eso por mí, Hannie —pidió Hana. Volcó los escarabajos en las piernas pequeñas y gordas de JiSung, y guardó todo los residuos de insecto en el mismo pote. Se regresó hacia su caldero y vertió todos los insectos al interior para poder cocinarlos.

Though it's cold and lonely in the deep dark night —continuó Erick con la canción, esta vez con un tono mucho más afinado—, I can see Paradise by the dashboard light...

JiSung- el real, de diecisiete años, miraba toda la escena con sumo impacto. Él no recordaba nada de eso, y aunque fuese que tenía dos años, él se recordaría a sí mismo aunque sea algún rastro de haber jugado con insectos en el mesón de una cocina.

La casa no era lo más habitable, desde su punto de vista. Las ventanas de la cocina estaba con la cortina cerrada y con un par de tablas para que no se pudiese ver en el interior; la única ventana que se salía de la regla era la cercana a la de JiSung, donde los rayos de sol se colaban y coloreaban el moreno y grueso rostro de él mismo a los dos años.

Erick se paseaba de un lado a otro con un libro de runas, y escribía junto sus traducciones en distintas hojas esparcidas en la cocina mientras cantaba la canción que sonaba en el estéreo, con movimientos de caderas que JiSung no pensaba que un hombre a esa edad podría moverse. Su cabello era largo hasta sus orejas, y lacio. Bastante colorido- tanto como un arcoíris. Era animoso y de postura recta, con la mismas prendas de un hombre viejo quien lo lucía mejor e incluso pareciera estar a la moda con la juventud.

Por otra parte, y lo que generó más sorpresa en JiSung, era el gran cabello ondulado que Hana tenía. Lo tenía atado en una cola alta, regalando una impresión de ser mucho más joven de la edad que debería tener en ese entonces (¿Veintitrés años, tal vez?). Sus mangas estaban arremangadas, y usaba un gran polerón de la universidad de Oxford que tenía manchas de quemadura por las pociones. Ella ni siquiera miraba el manual de ingredientes a su lado, solamente los realizaba a memoria muscular.

Han JiSung y la caza del mago [#4]; minsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora