Han JiSung y la caza del mago [#4]; minsung

42. El Gran Duelo, parte 2

Guía de colores de Han JiSung:

Rojo: enojo. Rosa: vergüenza. Violeta: enamorado. Azul: triste. Celeste: emocionado. Blanco: peligro. Amarillo: preocupado. Verde: asustado. Naranjo: confundido. Gris: dolido. Marrón: neutro. Verde menta: alegre. Negro: cansado. Verde oliva: miedo. Rosa pálido: culpa. Rubio cenizo: nerviosismo. Crema: decepción. Magenta; frustrado. Turquesa: calma. Berenjena: querido, amado. Salmón: orgulloso. Fucsia: excitado.

Capítulo 42

El gran duelo, parte 2

En el momento que MinHo llegó al salón de estudio, con sus brazos cargados en los libros que tomó de la biblioteca, su mirada se vio desviada de la mesa de los tres idiotas más Mina para notar a Kim MinJu sola en un rincón, con diversas revistas muggles que MinHo no sabía que existían.

Era un ambiente pesado, y desde la distancia él podía divisar a los otros estudiantes repartidos en el salón entregar miradas apenadas hacia los chicos. HyunJin lucía furioso que el cabello de su nuca de a poco se tornaba rojo como el plumaje de las veelas, mientras que SeungMin y Felix intentaban calmarlo.

A MinHo le habría gustado estar ahí, se los debía después de la luna llena, pero él era igualmente culpable como cómplice de las atrocidades. Por ende, terminó por direccionarse hacia MinJu.

—¿Qué revisas? —preguntó MinHo.

—Vestidos de novia —respondió ella.

MinHo frunció su ceño. —¿Me jodes? ¿Vestidos de novia?

—¿Ubicas a Jaime Park? ¿La premio anual del año anterior? Me recomendó que viera vestidos de novia en el catálogo muggle y que le pidiera a la señora de Modas-Tiros-Largos que me hiciera el vestido. Dijo que es más económico.

—¿No tienes alguna noción del entorno con el problema que tenemos ahora? —cuestionó MinHo, sin poder creerle a MinJu la ignorancia a propósito de lo sucedido esa mañana—. Sacaron cláusulas. ¿Cómo puedes pensar en tu boda?

—MinHo, puede haber un apocalipsis mañana y yo seguiré pensando en mi boda.

—Eres ridícula —dijo—. Y totalmente egoísta. Hay una crisis política real, y ya-sabes-quiénes estarán bastante ocupados como para poder centrarse en tu bizarro matrimonio.

—MinHo. —Sin molestia y con elegancia, MinJu golpeó la revista contra la mesa. —No espero que me entiendas porque se nota que eres un joven sano, pero yo no soy una joven sana. Al igual que tú, yo pertenezco a la oligarquía Kim- no a los Kim de esta escuela que fueron productos de la migración, yo soy de la aristocracia.

—¿Y?

—Que ser de la aristocracia te trae muchas consecuencias —explicó—, y una de esas son las peleas milenarias contra maldiciones. En mi familia corre una maldición para las mujeres- los muggles le llaman leucemia, me dijo Chan, pero es peor. Me debilito al pasar los años, y últimamente las mujeres de mi familia mueren de manera más prematura- como mi madre, por ejemplo, quien lo hizo a sus veinte. Sé que no me entenderás, pero cuando tienes el tiempo en contra, quieres realizar todas tus expectativas de vida cuanto antes.

La molestia de MinHo se disipó de una manera tan rápida que lo hizo sentir avergonzado. MinJu le seguía mirando con esos ojos de enseñanza y postura recta, totalmente contrariado a su posición política.

—No tengo estima de vida —continuó MinJu, con un tono de voz más suave—. Yo quiero ser madre, formar una familia. Escogí al único hombre que mi familia estaría en contra de casarme, y probablemente intentarán matar a mi futuro hijo por su procedencia. A diferencia tuya, MinHo, yo no tengo tiempo. Una guerra, dictadura o lo que sea no me va a impedir casarme, ¿entiendes?