29. Mansión Lee

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Guía de colores de Han JiSung:

Rojo: enojo. Rosa: vergüenza. Violeta: enamorado. Azul: triste. Celeste: emocionado. Blanco: peligro. Amarillo: preocupado. Verde: asustado. Naranjo: confundido. Gris: dolido. Marrón: neutro. Verde menta: alegre. Negro: cansado. Verde oliva: miedo. Rosa pálido: culpa. Rubio cenizo: nerviosismo. Crema: decepción. Magenta; frustrado. Turquesa: calma. Berenjena: querido, amado. Salmón: orgulloso. Fucsia: excitado.

Capítulo 29

Mansión Lee

Diciembre 25, domingo en la mañana

JiSung ni siquiera tuvo piedad con sus amigos porque, tras diez minutos de búsqueda y encontrar el jodido huevo de oro bajo su cama, comenzó a reír con su cabeza apoyada en el colchón de la cama, totalmente resignado y con la pérdida de la poca cordura que le quedaba. Desde las otras dos camas, HyunJin y Felix se removieron con incomodidad.

—¿Qué te pasa? —preguntó HyunJin de mal humor, con la sábana marcada en la mejilla y su voz ronca.

Sin embargo, JiSung reía. ¡Todo era ridículo! JiSung pasó parte de su mes estresado por lo que era su familia, su propia persona, el jodido mapa escondido detrás de la puerta, la muerte de Callaghan y el libro que olvidó por completó que casi murió a manos de un dragón, causado por el Torneo de los Tres Magos, ¡el cual él ya estaba inscrito! Es decir, la noche anterior abrió el baile por eso mismo. ¡¿Cómo JiSung pudo olvidarse de eso?!

Mientras JiSung continuaba con la risa, Felix se incorporó de la cama un poco perdido, pero totalmente embriagado por la resaca. Dio pasos torpes hasta el baño donde, con la puerta abierta, vomitó en el retrete al mismo tiempo que HyunJin murmuraba maldiciones con su vista en el techo. JiSung no podía estar más ahogado de la risa.

«Estoy perdiendo la cabeza...»

Una vez que Felix salió del baño, se echó sobre su cama con un fuerte quejido. JiSung intentó levantarse, pero las carcajadas le quitaron todo el aire, así que tuvo que estabilizarse con el dosel de la cama bajo la mirada de sus dos amigos quienes, totalmente escépticos, no ignoraban ningún movimiento de él.

—Estás violeta —le dijo HyunJin.

JiSung, sonriente, se encogió de hombros. —La vida es buena.

Pateó el huevo, y este rodeó hasta el centro del dormitorio. Lo tomó desde la apertura superior y, al notar los cierres, decidió abrirlo. Rápidamente un atascado llanto de criatura se apoderó del dormitorio, junto a gemidos que hacían doler los oídos como si fuese hierro hirviendo enterrándose en ellos.

—¡Cállalo! —ordenó HyunJin, mientras Felix gemía por el dolor de cabeza.

JiSung cerró enseguida el huevo.

—¡¿Qué puta mierda fue eso?! —cuestionó, asustado.

—¿Y nosotros qué sabemos? —farfulló HyunJin, cansado—. ¿No lo habías hecho antes?

—¡¿Luzco como si lo supiera antes?!

Con frustración, JiSung hizo rodar el huevo hasta el otro lado del dormitorio y se levantó con dolencia del suelo. Se sobó lo que pareció ser la espalda baja y, siendo atendido por los ojos de HyunJin y Felix, comenzó a andar en dirección hacia el baño con una sospechosa lentitud.

—¿Dejarás el huevo, así como así? —preguntó Felix, desconcertado.

—Ya me preocuparé de él en un futuro —aleteó JiSung hacia su dirección, totalmente desinteresado.

Han JiSung y la caza del mago [#4]; minsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora