58. La caza

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Guía de colores de Han JiSung:

Rojo: enojo. Rosa: vergüenza. Violeta: enamorado. Azul: triste. Celeste: emocionado. Blanco: peligro. Amarillo: preocupado. Verde: asustado. Naranjo: confundido. Gris: dolido. Marrón: neutro. Verde menta: alegre. Negro: cansado. Verde oliva: miedo. Rosa pálido: culpa. Rubio cenizo: nerviosismo. Crema: decepción. Magenta; frustrado. Turquesa: calma. Berenjena: querido, amado. Salmón: orgulloso. Fucsia: excitado. Índigo: celos nacidos específicamente por culpa de Seo SooJin.

Capítulo 58

La caza

El golpe era demasiado fuerte, tanto que bombeaba la cabeza de SeungMin. Su cabeza, agotada, estaba apoyada en el hombro de Felix mientras forzaba su brazo izquierdo a alzar la copa de poción que SaeJah le había dado. Su otra mano estaba aferrada a la de Felix con fuerza, sin reconocer quién realizaba más presión.

Era lo más cercano a como si el mundo se hubiese detenido. Como si la presión fuese el cable a tierra. Ni siquiera el disgusto sabor de la poción para recomponer la hemorragia le hacía creer que estaba vivo.

Porque HyunJin estaba muerto.

La presión en su garganta impedía que emitiera palabra, lo que le hacía cuestionar qué sucedía a su alrededor. Tal vez eso pensó JiSung cuando vio a Chan fallecer, o cuando HyunJin se enteró de Mina: el aire dejaba de ser correcto, y ya no querías utilizarlo.

—El traslador te será complicado, ¿está bien? Serás mejor revisado en Hogwarts —informó Erick a SeungMin y Felix—, ¿okey? —corroboró una vez más.

—Okey —murmuraron los dos.

SeungMin miró hacia su izquierda. SaeJah atendía una de las heridas de Saerom a su vez que Brian intentaba incorporarse. Erick le siguió los ojos.

—Nos iremos todos ahora —informó Erick, está vez a la Compañía—. Acérquense.

SaeJah ayudó a Saerom incorporarse y a caminar hacia ellos. Erick sostenía un pergamino viejo de oro, el presunto traslador, y todos colocaron una mano sobre ella.

«¿No podemos llevarnos a HyunJin?», pensó SeungMin, antes de que todo se tornara confuso.

Al caer, los seis salieron desparramados del traslador. SeungMin no soltó a Felix, por lo que ambos rodaron por el césped durante unos metros hasta que la cabeza de SeungMin quedó pegada al suelo y su vista al cielo. Sabía que debía de moverse con velocidad, pero la poción se había escapado de sus manos y su pierna volvió a doler.

Fue un tramo de silencio importante y extenso, o así lo sintió él. Ver las estrellas débiles a causa de las luces del castillo y de la imponente luna llena que poco a poco se iría a esconder en el horizonte fue una renegación a lo que sucedió. Su garganta no podía soltarse.

SaeJah se levantó enseguida del suelo y fue en atención de Saerom, mientras Brian y Erick se encaminaban hacia SeungMin y Felix.

—¿Están bien? Levántense. Ahora —ordenó Erick, extendiendo su mano.

Sin embargo, SeungMin no quería. Entendió la catalepsia de JiSung, al fin. Moverse de ese lugar cómodo y de esa vista solo hacía real todo los acontecimientos, como también la angustia que estaba situada en su pecho ante la extraña particularidad de haber logrado llegar a los jardines de Hogwarts.

El ambiente estaba extraño, y de a poco afinó su oído para escuchar los gritos y órdenes desde los pasillos. Erick, igual de confundido, miró hacia el interior.

—¿Por qué hay tanto movimiento? —preguntó a su vez que levantaba a Felix.

Cuando SaeJah terminó de componer a Saerom, fue directamente hacia SeungMin para ver su pierna.

Han JiSung y la caza del mago [#4]; minsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora