Maeve Allen nunca entendió el propósito de la vida.
O al menos el propósito de su vida.
Desde que tiene uso de razón ha tenido que trabajar y servir a las personas inferiores a ella para poder tener algo de comida en el estómago y poder sobrevivir...
La chica de los ojos grises no lo quiere a él por lo que le puede ofrecer al ser un príncipe que le puede solucionar toda su vida en un chasquido.
Y el chico del zafiro azul en su ojo perdido no la quiere a ella por puro capricho o simplemente para tener con quién entretenerse y después desecharla como si nada.
Ambos se quieren porqué, en los pasillos de la Fortaleza Roja, por fin Maeve encuentra confort y Aemond encuentra comprensión.
A él no le importa que ella sea una sirvienta y a ella no le importa que él sea un príncipe.
Solo ambos... se quieren.
Y eventualmente, Maeve comienza a desarrollar el sentimiento de como es amar a alguien. Así como Aemond desarrolla el sentimiento de como es tener una obsesión con alguien.
¿El problema?
Que no estarán juntos por toda la vida.
Ella no es de alta cuna como él y una guerra civil se aproxima a la que después, cuando no queda nadie, la llamaron la danza de dragones.
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¡Hola!
Por favor, disfruten muchísimo la historia y también por favor no roben las ideas. Esto me ha costado mucho aunque probablemente no es una historia tan genial o original como otras, pero me ha encantado escribirla y estoy feliz con el resultado.
