Capítulo 12

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Aemond.

Es bien sabido que no me gusta que invadan mi privacidad.

La mayoría de las veces que las sirvientas limpian mi habitación, prefiero no estar presente y evito el pensamiento de saber que están invadiendo mis cuatro paredes manteniéndome ocupado con mis deberes.

Maeve simplemente pasó para ser una excepción.

Pero ahora mismo, en lo que terminan de preparar mi baño, me mantengo al margen, esperando a que terminen y se vayan.

Ya es más de medio día y usualmente tomo un baño después de terminar mi entrenamiento. Y después, visitó a Helaena y los niños.

Maeve todavía está ocupada en la biblioteca. Y aunque podría ir a ver simplemente como le va junto con el Archimaester, me digo a mi mismo que mi hermana también es importante.

Así que una vez termino de darme un baño relajante y ya estoy listo con ropas más cómodas, me dirijo a la habitación de Helaena.

Como siempre, Aegon no está con ella y los niños, pero en cuanto esas pequeñas cabecitas se giran para observarme cuando entro a la habitación, sus miradas se iluminan y me reciben con enormes sonrisas.

También Helaena me recibe de la misma forma, esperando ansiosa escuchar las historias que les leo siempre a los niños. Pero está vez no traje un libro para leerles, está vez solo quiero hablar y jugar con ellos, también con mi hermana.

—¿Cómo estuvo tu entrenamiento?

Me pregunta Helaena mientras ella teje, como es usual y yo posiciono a Jaehaera en mi regazo con Jaehaerys en mis pies jugando con sus muñecos de madera.

—Bien, como es usual.—respondo, acariciando el cabello de mi sobrina.

Sus brazos pequeños me abrazan por el cuello y me sonríe dulcemente mientras sus preciosos ojos violeta me observan con ternura y emoción.

Acaricia mi cabello, como es usual, viéndolo como si fuera lo más majestuoso que haya conocido nunca, deleitada, como si ella no tuviera el mismo color de cabello, aunque todavía es muy pequeña para reconocerlo.

Sonrío un poco en su dirección, observando su precioso y pequeño rostro, pareciéndome tan hermosa.

—¿No les vas a leer está vez?—pregunta Helaena un poco confusa.

Niego con mi cabeza.

—Quiero hablar contigo.

Ella me observa curiosa.

—¿En serio? ¿Sobre qué?

—Sobre como has estado estos últimos días.—respondo, sentando a mi sobrina correctamente en mi regazo.

Ella de inmediato se entretiene con mis manos, lo cual me llama mucho la atención, aunque ya me acostumbre. Desde que nació me acostumbre a sostenerla a medida que ha ido creciendo.

Y de alguna manera u otra, si ella no se entretiene con mi cabello o los bordes de mi traje, entonces con mis manos, pero ella siempre encuentra la manera de entretenerse conmigo sin querer quitarse encima de mi. 

Nuestra relación no es parecida a la mía con su hermano, pero igualmente encuentro la manera de entretener a mi sobrino, aunque no por demasiado tiempo. Es un travieso que no puede quedarse quieto más de cinco minutos.

Observo a Helaena, esperando por una respuesta y al ver su pequeña sonrisa, aún tejiendo, me indica que su relación con Maeve ha resultado como yo lo esperaba.

—No me he sentido sola, si a eso te refieres, hermano.—me observa aún sonriendo.—Ella...

No termina su oración porque en ese momento las puertas se abren, interrumpiéndola. Y ambos observamos como entra mi madre a la habitación.  Suelto una larga respiración y oculto mi disgusto con Jaehaera en mi regazo. 

𝐆𝐑𝐄𝐘 𝐀𝐍𝐃 𝐁𝐋𝐔𝐄──𝐀𝐄𝐌𝐎𝐍𝐃 𝐓𝐀𝐑𝐆𝐀𝐑𝐘𝐄𝐍.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora