Capítulo 15

1.3K 90 8
                                    

Hola! Antes de leer, quiero hacer un pequeño anuncio:)

El lunes 20 es mi cumpleaños y tengo varios planes para esa semana, entonces no estoy segura de cuando vuelva a actualizar. Aunque... ya tengo una parte del próximo capitulo listo.

Entonces en caso de que no actualice, ya sabrán porque, igualmente les estaré avisando de todo. Así que espero que este capitulo les guste mucho y por favor háganme saber que opinan, me motivan mucho sus comentarios:)

En fin, disfruten y nos vemos pronto!

En fin, disfruten y nos vemos pronto!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Maeve.

Aemond me despertó con sus gritos y quejidos en la Hora del Lobo.

A pesar de que mis sueños son más constantes, está noche no recuerdo haber soñado nada antes de que abriera mis ojos y me enfocara en Aemond.

Tal vez porque está vez, no soy yo la que tiene sueños.

Aemond se queja y mueve sus brazos como si no pudiera controlarlos. Y yo rápidamente me incorporo, observándolo confusa, atenta y preocupada.

A mi lado él se aferra a las sábanas con sus manos hechas puños mientras todo su rostro está en sudor y se contrae en dolor.

—¿Aemond?

Él no me escucha, continúa de la misma manera y yo rápidamente sacudo su cuerpo.

—Hey, Aemond.

Él parece agitarse más ya que me muestra sus dientes apretados, en dolor. Todo su cuello está tensado así como el resto de su cuerpo, su respiración es agitada y todo en él en estos momentos me grita que está sufriendo.

—¡Aemond!

Sostengo su rostro desesperada pero él sigue sin abrir su ojo apretado. No tiene puesto su parche, me muestra el zafiro azul y lo que me preocupa es que no despierta.

—D-duele...

Dice de repente en un murmuro bajo lleno de dolor, lo cual me preocupa más y no tengo la menor idea de que hacer. Es como si estuviera soñando o más bien teniendo una pesadilla.

—¡Aemond, despierta!

—M-me duele...

—¡Despierta!

—¡No, no lo toques!

Definitivamente está teniendo una pesadilla.

—¡Aemond! ¡Despierta, soy yo!—lo sacudo con fuerza.

—¡No!

—¡Aemond!

—¡Duele!

Comienza a agitarse de más y yo, desesperada, no teniendo ni la menor idea de que más hacer, no se me ocurre otra mejor idea más que llamar al guardia allá afuera y que le haga saber de esto a la reina o Helaena.

𝐆𝐑𝐄𝐘 𝐀𝐍𝐃 𝐁𝐋𝐔𝐄──𝐀𝐄𝐌𝐎𝐍𝐃 𝐓𝐀𝐑𝐆𝐀𝐑𝐘𝐄𝐍.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora