Capítulo 10

2K 93 29
                                    

Maeve.

—Aemond.

Gimo en su oído y sollozo cuando introduzco el resto dentro de mi.

El gemido ronco de Aemond en mi oído me hace quedar quieta unos segundos, sin poder moverme ya que todo de él está dentro de mi. Y yo no he tomado antes el control, no he estado nunca antes encima de él y siento como todo está dentro aún más profundo de mi.

Y se siente demasiado.

—Vas a tener que aprender a montarme, Maeve. A tomar todo de mi de está manera.—dice ronco en mi oído.

Jadeo.

—Es... demasiado.—digo en un respiro hondo.

Cierro mis ojos y dejo caer mi cabeza hacia atrás, suspirando y aferrandome a la orilla de la bañera mientras él me mantiene abrazada contra él, con sus dos brazos rodeando mi espalda desnuda. Ambos con la mitad del cuerpo sumergido en el agua.

—Relájate.—murmura en mi oido.—No quieres que vuelva a dejarte el trasero rojo, ¿verdad?—advierte.

Niego con mi cabeza, mis ojos cerrados con fuerza.

—N-no.

Al menos no ahora.

Anoche ya tuve suficiente y si esto es demasiado, que vuelva a azotarme el trasero con sus manos grandes será el doble de suficiente y no podré soportarlo.

Me deslizo hacia arriba lentamente, eso sintiendose bien, suspirando en su oido, con sus dos manos en mi trasero, guiandome. Pero cuando intento volver a bajar para comenzar el ritmo de mis caderas arriba y hacia abajo, el dolor y la incomodidad vuelven.

Arrugo todo mi rostro en dolor y cierro mis ojos con fuerza, siento como las lagrimas quieren salir e inmediatamente quiero volver a deslizarme hacia arriba y sacarlo de mi.

—Hey.—me dice serio y ronco, sujetandome firme y evitando que me quite encima de él.—Compórtate.

—Aemond, por favor, e-es demasiado...

—Compórtate.

Él repite en advertencia y nuevamente me hace bajar poco a poco. Gimo.

—A-aemond...

—Relajate. Lograste hacerlo anoche cuando te amarre las manos, puedes hacer esto ahora. ¿Quieres montarme o no?

Oh claro que quiero, pero la sensación es demasiado.

Nuevamente intento bajar hasta la base, sintiendo como todo de él se adentra y llega hasta lo más profundo de mi ser, siendo eso lo que me causa dolor. Pero reuniendo fuerzas, suspirando y gimiendo en su oido, vuelvo a subir y a bajar comenzando a marcar el ritmo.

Pero vuelvo a sollozar y vuelvo a querer quitarme encima de él.

—Es muy grande, Aemond. No creo que pueda...

Una pequeña sonrisa burlona aparece en sus labios, negando con su cabeza.

—No, Maeve. Si crees que puedes hacerme esto pensando que no puedes, estás muy equivocada. Eres mi maldita lady y vas a tomar todo de mi, todo, cada centímetro. Así que ahora haz lo que te digo, relajate y compórtate de una jodida vez.

Oh Dioses.

Después de decir eso, entierra su rostro en mis senos y comienza a chuparlos y a amasarlos con su boca, haciendome gemir y volver a intentar moverme encima de él. Así lo hago y dejo caer mi cabeza hacia atrás, suspirando sintiendo como su lengua succiona mi pezon. 

𝐆𝐑𝐄𝐘 𝐀𝐍𝐃 𝐁𝐋𝐔𝐄──𝐀𝐄𝐌𝐎𝐍𝐃 𝐓𝐀𝐑𝐆𝐀𝐑𝐘𝐄𝐍.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora