Capítulo 02

1.6K 127 15
                                    

Maeve.

Amy me ayuda a que el gorro en mi cabeza este colocado apropiadamente cuando la puerta abriéndose con fuerza llama la atención de todas las chicas en la habitación.

Y claro que todas nos sentimos intimidadas por la presencia de Septa Irene, como todas las mañanas, asegurándose de que estemos listas para darnos la orden de irnos..

—No se metan en problemas o saben las consecuencias, niñas.—dice con su rostro serio y mortal.—Vayan, todas, ahora.—ordena.

Las más cercanas a la puerta comienzan a salir, con Septa Irene inspeccionando a cada una ya que pasan por su lado.

Le dice a una que otra que se acomoden bien el gorro, que acomoden bien sus mangas o que alisen más sus faldas.

Comienzo a acercarme a la puerta y pasó por su lado, comenzando a salir, con Amy detrás de mi, cuando la mano de Septa Irene se posa en mi hombro de forma firme y fuerte deteniendome.

Y como me detiene, detiene a todas las demás detrás de mi también.

Mi cuerpo se tensa, mi respiración se corta, los nervios me invaden y la observó disimulando el miedo en mi mirada.

—Tú.

Me dice firme y mi ritmo cardíaco aumenta de los nervios, alerta.

—Tú limpiaras ahora la habitación del príncipe Aegon.

Silencio.

Nadie hace un sonido.

La mirada de Septa Irene en mi es completamente firme y seria. Y yo me tenso por completo.

También siento como Amy, detrás de mi, se tensa.

Y es como si todas aguardaramos nuestras respiraciones por un momento a pesar de que yo he sido la elegida para este día.

—Cuando termines con las habitaciones, bajas a ayudar en la cocina en todo lo que se requiera, ¿me has entendido?

Trago duro.

—Si, Septa Irene.

No me dice nada, únicamente, aprovechando que ya me está sujetando, me empuja sin mucha sutileza para salir de la habitación y continúa inspeccionado a las demás chicas.

Dioses.

Es lo único en lo que puedo pensar, ligeramente preocupada.

Observó detrás de mi a Amy, reduciendo mi paso, quién debe tomar otro camino diferente al mío, únicamente observándome también con expresión preocupada en lo que ambas nos alejamos en direcciones opuestas.

Vuelvo mi vista a los escalones, cuidando no tropezarme y pidiendo a los Siete que él príncipe Aegon no decida aparecerse en la habitación mientras la limpio.

Y mis plegarias duraron todo el camino.

Una vez llego ahí, decido limpiar primero su habitación, ya que si empiezo con limpiar las otras, me tomará más tiempo y entre más temprano, él probablemente no se aparezca.

Con el carrito, me adentro en la habitación del príncipe, lento y cautelosa, temiendo encontrarmelo.

Más porqué afuera de está habitación no hay guardias ni tampoco los hay en el pasillo, lo cual es peor si el príncipe está aquí.

Pero al adentrarme con mucho cuidado en la habitación, intentando escuchar un ruido o algo mientras inspecciono, afortunadamente no hay nadie.

Eso me alivia y con más confianza me adentro en la habitación rápidamente con el carrito detrás de mi antes de que decida aparecerse para empezar.

𝐆𝐑𝐄𝐘 𝐀𝐍𝐃 𝐁𝐋𝐔𝐄──𝐀𝐄𝐌𝐎𝐍𝐃 𝐓𝐀𝐑𝐆𝐀𝐑𝐘𝐄𝐍.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora